Si observamos tus lunares, la constelación que se forma en tu cara es mi favorita. Desde el borde de tu labio hasta el roce de tus pestañas, pasando por la punta de tu nariz y seguido por el de tu mejilla, no había visto un capricornio que tuviera su constelación marcada en el cuerpo, no mentían cuando dijeron que tu venías de las estrellas.