Cap6: el plan de Naruto (parte 1)

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aaaaaaaaaaa- personaje hablando

-aaaaaaaaaaa- personaje pensando

aaaaaaaaaaa- ser sobrenatural hablando

aaaaaaaaaaa- ser sobrenatural pensando

RENUNCIA DE DERECHOS: ¿en serio os imagináis a kishimoto escribiendo un Lemmon? Acabarían todos rogándole sexo a Sasuke mientras el uchiha hace su hmpf característico… no, ni el mundo de Naruto me pertenece, ni mis historias le pertenecen a kishimoto. Dos mundos separados, y yo cuál parásito usando una buena idea para lanzar las mías, nada más. Aunque también es cierto que yo le hago publicidad con estas cosas…

Ino se lamentó ligeramente cuando sintió un rayo de sol impactar contra su rostro a través de la persiana del cuarto, abrazándose más a su almohada particular. Maldito baka, mira que era fácil bajar una persiana bien para que no la molestase el amanecer. Frunciendo ligeramente el ceño, abrió los ojos para hacerse con la situación. Estaba en el apartamento de Naruto, de nuevo, de eso no tuvo dudas en ningún momento. Bueno si, realmente si, puesto que lo había ordenado recientemente y, por primera vez desde que llegó su actual inquilino, ese piso parecía habitable. La sorprendió gratamente ese detalle cuando, volviendo la noche anterior de esa cena de equipo tan desastrosa, Naruto la arrastró al interior del lugar para devorarla a besos. La sorprendió tan gratamente que se olvidó de la doble bronca que le iba a echar. La primera por ese gesto de arrastrarla al interior del piso de forma tan poco disimulada… ¿Cómo podía ser ese baka tan inconsciente? ¿Es que no se daba cuenta de que, muy probablemente, habría anbu del hokage vigilando ese lugar? Ya habían sido imprudentes en el pasado y solo la suerte les había salvado, pero no podía ser así siempre si querían seguir viéndose… Como konoha averiguase que la relación entre ellos dos excedía del término amistad, las cosas se complicarían muchísimo para Ino… tanto con su familia, como con su mejor amiga. Pero a Naruto, si se lo había imaginado, parecía darle igual… poco faltó para que lo hiciesen contra la misma puerta de entrada.

La otra bronca iba a venir por esa dichosa cena. Vaya desastre… No por la forma de comportarse de Naruto, que había mostrado mucha educación, y la había tenido encantada al atenderla disimuladamente y a la vez demostrar que podía ir a una cena o comida sin hacer cosas como hablar con la boca llena o jugar con la comida… No, se debía a esa charla final de la cena. En el fondo, su enfado tenía un gran componente externo a Naruto. Para empezar. Temari y Karui… si antes sospechaba de ellas, ahora aún más. Todo podía ser interpretado de dos formas, y una de ellas era terrible para konoha en general y sus amigos en particular: que temari y Karui fuesen agentes encubiertas y estuviesen allí para reclutar shinobi para sus aldeas. Debía de informar al hokage de eso, y por supuesto que lo haría… ella tenía el pálpito de que esas dos no eran trigo limpio. Y otra parte de su enfado era contra sí misma… por su propia estupidez. Aunque a toro pasado es fácil buscar mejores formas de actuar: podría, cuando le arrancó una promesa tras ese día de alucinante sexo, haberle hecho prometer que diría en la cena que seguía con hinata. Aunque estaba en ese momento como para pensar… quizás incluso por eso cedió el uzumaki: porque sabía que la rubia no podía pensar con claridad mientras la penetraba. O incluso durante la cena podría haberle sacado de allí con una excusa… pero estaba más centrada en reunir datos sobre esas dos que en pensar una salida. Todo era demasiado difícil.

Pero, desde luego, otra parte de su enfado venía de Naruto. Ese baka tramposo… había cumplido su promesa, por supuesto, Naruto nunca dejaba de cumplir una promesa, pero tampoco había hecho mucho más. No, se había aprovechado de esa cena para tantear a temari y Karui, quizás sospechando lo mismo que ella, pero de todas formas había sido desleal. Iba a abroncarlo esa misma noche, pero claro… cuando esos brazos la rodeaban, perdía la noción del tiempo. La yamanaka contempló con el ceño fruncido el rostro de su dolor de cabeza de pelo rubio. Lo peor es que, aún en ese momento, una parte de ella estaba a gusto: Naruto la abrazaba, envolvía su cuerpo desnudo con su fuerte brazo, y su calor corporal era muy agradable. No hacía falta pijama si dormías con Naruto uzumaki, aunque el ojiazul jamás la habría dejado ponerse uno en ese dormitorio… no, en ese dormitorio, lo único que acariciaba la piel de Ino era el propio Naruto. Sintió sus pechos, con los pezones erectos, deslizándose sobre la piel tostada del uzumaki, su muslo envolviendo su fuerte pierna… Si, como para no estar a gusto. Y eso la jodía, ¿Cómo iba a convencerle de quedarse si el rubio tenía el control de la situación en todo momento?

eres mía naruinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora