Epílogo: Soy tuyo

498 24 16
                                    

-aaaaaaaaaaa- personaje hablando

-aaaaaaaaaaa- personaje pensando

aaaaaaaaaaa- ser sobrenatural hablando

aaaaaaaaaaa- ser sobrenatural pensando

RENUNCIA DE DERECHOS: ¿en serio os imagináis a kishimoto escribiendo un Lemmon? Acabarían todos rogándole sexo a Sasuke mientras el uchiha hace su hmpf característico… no, ni el mundo de Naruto me pertenece, ni mis historias le pertenecen a kishimoto. Dos mundos separados, y yo cuál parásito usando una buena idea para lanzar las mías, nada más. Aunque también es cierto que yo le hago publicidad con estas cosas…

Negro. Un negro insondable, inmenso. La oscuridad, la nada… el miedo. ¿Habría muerto de verdad? ¿Había hecho bien al confiar en Yami? Era… ¿el fin? Por unos segundos, Ino entró en pánico. No estaba preparada para esto… para dejar de ver a sus amigos, para abandonar su existencia… para morir. Negro, miedo, un color que te absorbe, te elimina… te deja solo. Soledad… no… no quería estar sola, no quería… Ino tuvo que apretar los dientes. No… no había desaparecido. No, existía, pensaba, luego existía. Era lo más básico que aprendió en filosofía, a desligarse de la nada. La nada era eso, nada, algo ajeno, incomprensible para la psique humana. No… no estaba en la nada, estaba en la existencia. Y si lo estaba… estaba viva. Se centró en sus pensamientos, y pronto halló más pruebas de que tenía razón. Esta oscuridad… no era natural. No, la oscuridad te absorbe, te deja solo… y aquí no estaba sola. Podía sentirlo, podía sentir esa presencia, ese ente extraño y aborrecible que era el panóptico. Estaba viva… y ese ser estaba cerca.

Comenzó a recobrar paso a paso su consciencia. Por un segundo se sintió suspendida en el aire, para luego sentir como caía al suelo con estrépito. Apenas notó dolor, su sistema nervioso se estaba todavía desperezando. Sintió el suelo, húmedo y frío bajo sus palmas y piernas. El barro deslizándose entre sus dedos, cubriéndola, y ese tacto pegajoso a sangre. No estaba para fijarse mucho en eso, se sentía débil, enferma… como si llevase años sin comer ni dormir. Al menos pudo averiguar que estaba en el suelo, tumbada de bruces, por lo que se empezó a erguir usando sus brazos. Recuperó el oído, primero con un pitido molesto, para luego apagarse y dejar de oírse nada más que la fauna lejana. Grillos, viento, y el crujir de madera rozando con madera… nada más. Tuvo que tragar grueso cuando recuperó el gusto, y una arcada casi la mata de verdad. No solo su boca estaba seca, como si llevase abierta horas… no, su poca saliva sabía a mierda, literalmente. Era repugnante. El olfato llegó para complicar más las cosas: por sus fosas nasales penetró el olor más nauseabundo que había olido en su vida. No era algo natural, parecía algo químico mezclado con el olor característico de la sangre y la mugre… esa mezcla era algo ajeno a todo lo que había olido antes. Arrugó la nariz y abrió los ojos, recuperando poco a poco la vista. Necesitaba saber dónde estaba.

Al principio, todo era borroso, como si sus ojos estuviesen todavía recordando como enfocarse bien. La dolían como si llevase mucho sin usarlos, incluso notaba sus párpados pesados. Una somnolencia propia de un enfermo de anemia, como pudo discernir… mejor centrarse en dónde estaba. Pudo distinguir sobre ella figuras… como frutos. Todos colgando, meciéndose por el viento. ¿Qué era…? Tras fruncir el ceño y centrarse, tuvo que tapar su propia boca para no gritar. Eran… personas. Seres humanos. Sus cuerpos inertes, como marionetas colgando de sus cuerdas, se bamboleaban grotescamente con la brisa. Y los conocía. Pudo distinguir a hinata unos metros a su derecha, y a Shikamaru y chouji sobre ella, ¡incluso a la hokage un poco más allá! Todos con el mismo gesto… esos ojos púrpuras anillados, su vista perdida en el horizonte, sus bocas entreabiertas en un mudo grito, sus cabezas torcidas, con esas extrañas ramas clavadas en sus médulas óseas, y descendiendo por sus cuerpos, con miles de pequeños tentáculos clavados en su piel… alimentándose. Contuvo una nueva arcada. Se estaban alimentando… de ellos… de sus amigos y seres queridos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 10, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

eres mía naruinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora