A solas.

La oficina.

El sol ya empezaba a ocultarse, las personas salían de sus trabajos para llegar a casa con sus familias o solos, a tomar un merecido descanso después de una jornada de trabajo. En un gran edificio adornado con letras grandes con la palabras "ishigami Corporation", en una gran oficina tenían un encuentro apasionado dos personas. Una de ellas era kohaku, trabajaba en ese edificio como la secretaria personal del presidente de ese lugar, ishigami senku, quien recorrían con sus manos su cuerpo sin contemplacion. La besaba como cual bestia ambrienta a la que habían privado de su comida , trataba de pegar más su cuerpo al suyo como si con eso lograría fusionarlos, y ella, ella solo se dejaba hacer.

Y se estarán preguntando cómo acabó en esta situación, sentada en el escritorio de la oficina de su jefe el cual se la estaba comiendo a besos, pues es muy sencillo, fueron los celos, celos de cierto científico de cabello encrespado de color verde, características muy rara se podría decir pero eso solo le daba un aspecto exótico y más aquellos preciosos ojos rojos, podría mirarlos por horas, en otras palabras su jefe.

Al principio no se llevaban para nada bien, su amigo Chrome era su cuñado y este era colega de el, se conocieron en su boda. Trato de mantener una agradable conversación con él pero este la ignoraba y eso la hizo enojar de cierta forma, al final decidió hacerle lo mismo pero la gota que revalso el vaso fue que, cuando el castaño le dedicó unas palabras de amor a su hermana este bufo rodando los ojos al presenciarlo. Kohaku no aguanto y casi lo agarra a golpes ahí mismo de no ser por qué se contuvo y hasta le dijo que nadie lo llegaría amar si seguía de esa manera. En lo que resto de la fiesta se mantuvo alejada de el para así no tener el impulso de retorcerle el pescuezo.

Después de dos semanas fue a una entrevista de trabajo que Chrome le había conseguido. Ella quería abrir su propio dojo de artes marciales, ese había sido su sueño desde niña y por eso conseguiría un trabajo, ahorraría lo necesario para poder conseguir un buen lugar y por eso estaba en esa oficina esperando a quien la evaluaría, más fue su sorpresa de saber que el hombre que insultó y golpeó era el presidente. Ese día fue el peor y el mejor, peor porque estaba muerta de la vergüenza y enojada y mejor por qué al final si le dio el trabajo pero desde ese día empezó su infierno.

Hasta ahora habían pasado tres años desde que trabaja para el y desde que se conocieron, lo fue conociendo mejor y resulto que no era un monstruo sin corazón como ella pensaba, era amable a su manera y considerado, se preocupaba por las personas a su alrededor aunque esté no lo demostrará. Cuando descubrió que su novio mozu la engaño, fueron días tristes y dolosos para ella y eso el lo noto. Una tarde la llamo a su oficina, le pregunto el por qué de su deficiencia en el trabajo, francamente había decaído bastante en eso y aunque no quería decirlo la presionó hasta que gritando y llorando le confesó todo, sorprendentemente el la abrazo y dejó desahogarse. Esa fue la primera muestra de cariño de su parte y la aprecio muchísimo y eso la ayudo a reponerse, no valía la pena llorar y así fue. Pero después de eso empezó a sentirse rara, miraba a senku cuando esté no la veía, se sonrojaba cuando por accidente rodaban sus dedos al momento de entregarle los informes o algún contrato pero lo comprobó el día en que iban los dos en el elevador se fue la luz y quedaron atrapados en total oscuridad, a parte había una gran tormenta con truenos y ella odiaba los truenos, empezó a asustarse y el la abrazo todo el tiempo que estuvieron ahí y la besó. Fue un beso suave y cálido que la dejó estática al principio pero después le correspondió, fue mágico y se dio cuenta que estaba enamorada de él.

Al día siguiente ni siquiera podía mirarlo a la cara pero el actuaba normal, quizás solo fue el momento, ante ese pensamiento se entristeció pero eso no paso desapercibido para el quien antes de irse la solicito a su oficina y fue en ese lugar donde el volvió a besarla y a pesar de no recibir una declaración romántica ese beso fue todo lo que necesito, decidieron mantener su relación oculta y así fue en los próximos tres meses, que a su parecer fueron los mejores de su vida, Senku no era muy romántico pero lo era a su manera. Dejo en su escritorio un hermoso collar de oro blanco con una piedra preciosa aguamarina junto a una nota que decía "me recordó a tus ojos", la llevo a ver las estrellas y planetas a su planetario privado en donde tuvieron su primera noche juntos y la otra vez la llevo a cenar a un restaurante italiano, no se quejaba, así lo amaba.