Capítulo XXI

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Stiles y Ray se habían quedado con Alicia toda la noche pues no querían dejarla sola en ningún momento. Derek había insistido en que quería quedarse con él castaño, pero él lo convenció de que volviera en la mañana. Aunque no le gustaba la idea tuvo que aceptar.

El sol comenzaba a salir y de pronto los doctores comenzaron a correr por los pasillos. Stiles no había podido dormir en toda la noche y la razón estaba relacionada con lo que sucedía en la habitación a la que los doctores estaban corriendo.

La noche anterior Stiles no podía dormir así que se levantó para caminar por los pasillos del hospital. Todo estaba oscuro y la única luz que entraba por las ventanas era la de luna. Ninguna enfermera transitaba por el lugar lo cual le pareció muy conveniente pues Melissa se metería en problemas si veían a Stiles caminando por allí. De pronto vio una luz que salía de una habitación y le pareció curioso pues a esa hora todos estarían dormidos. Se acercó y vio a una niña tratando de leer un libro.

- Hola. - le saludó.

- Hola. - respondió la niña sonriendo.

- ¿Cómo te llamas?

- Soy Holly y tú.

- Soy Stiles.

- Eres muy lindo.

- Gracias tú también eres muy linda. - la niña no tenía cabellos y se le podía ver muy cansada. Stiles vio unos papeles que había en su cama y se dio cuenta que Holly padecía de leucemia.

- No tienes porque sentir pena por mí, estoy bien. - dijo Holly al ver la expresión de Stiles.

- Lo siento.

- No te disculpes, estoy acostumbrada a que me vean así. Todos creen que es injusto que una niña como yo pase por todo esto porque tengo mucho porque vivir. Sin embargo, a mis cortos diez años de vida me siento feliz por todo lo que he vivido. Supongo que a veces no todos tenemos la misma suerte que los demás, pero si en vez de compararnos con los demás nos dedicaramos a  disfrutar de cada momento como si fuera el último creo que nos daríamos de lo maravilloso que es vivir. - Holly se oía tan tranquila al hablar de su enfermedad.

- Pues aunque seas solo una niña eres demasiado sabia Holly.

- Gracias, aunque un me cuesta leer. - bromeó la niña.

- Bueno, dejame ayudarte en ese caso. - Stiles se acercó y se sentó en la orilla de la cama de Holly. - ¿Me permites? - la niña le entregó el libro y el castaño comenzó a leerle el cuento. En poco minutos la niña se había dormido.

- Mereces otra oportunidad Holly. Todavía hay mucho que tienes que vivir. - Stiles se levantó despacio de la cama y extendió sus brazos hacia la niña. Sintió esa corriente que nuevo y luego sus ojos se iluminaron una vez más.

Stiles había sanado a Holly y esa era la razón por la que los doctores corrían hacia la habitación de la niña. Le habían hecho unos análisis y al parecer el cáncer había desaparecido por completo. Debía ser un milagro aunque Stiles sabía la verdadera era razón. Fue él quien sanó a Holly.

- ¡Stiles! - le habló Derek sacudiendo su hombro pues el castaño parecía estar perdido en sus pensamientos.

- Hola. - sacudió su cabeza un momento. - ¿Qué haces aquí?

-Dijiste que regresara en la mañana.

- Sí , pero no tan de mañana.

- Es que quería verte.

- Eres tan tierno. - se levantó para darle un beso la mejilla.

- Esa no es la forma de dar lo buenos días. Esta si. - besó a Stiles en los labios. - Te traje algo de comer, vamos. - ambos salieron aprovechando que Ray seguía dormido y se dirigieron a la cafetería del hospital.

- Oye, esto está rico. - dijo el castaño bien deboraba los hot cakes que Derek le había preparado.

- Los hice especialmente para ti.

- Pues están muy ricos.

- No es lo único rico que hago.- Stiles se atraganto al oír eso. - Eres un pervertido Stiles, me refería a que sé cocinar más cosas.

- Lo siento. - dijo algo acalorado mientras bebía agua.

- No importa, me alegro de estar aquí contigo.

- Y yo estoy feliz de que estés conmigo.

- Sabes lo mucho que te quiero y lo único que quisiera sería oficializar lo nuestro, pero no quiero hacerlo aquí y ahora. Quiero hacerte algo especial porque te lo mereces.

- No necesito que hagas algo extravagante y si me lo pidieras ahora te diría que sí, pero respetaré tus decisiones. Sorprendeme Derek Hale.

- Y lo haré. - Derek volvió a besarlo. De pronto más doctores corrieron hacia la habitación de Holly mientras decían que había ocurrido un verdadero milagro. - ¿Qué sucede? Desde que llegué todos hablan de un supuesto milagro.

- ¿Puedo confesarte algo?

- Claro.

- Yo...

- Stiles, Derek vengan Alicia despertó. - los interrumpió Ray. Fueron a la habitación para poder ver a la vidente.

- Hola. - les habló la chica.

- ¿Cómo te sientes? - le preguntó Stiles.

- Algo cansada. - nadie sabía cómo decirle lo que sucedía. - No se preocupen yo sé lo que sucede. No olviden que soy una vidente después de todo. - Alicia sostuvo la mano de Ray quien estaba parado a su lado. Ambos tendrían que ser fuertes pues las cosas estaban por complicarse aún más pues en ese mismo instante Steve, Talia y otros miembros del clan aparecieron. Alicia y Ray habían roto su juramento y debían pagar por ello.

Un príncipe peligrosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora