𝑫𝑨𝑼𝑮𝑯𝑻𝑬𝑹 𝑶𝑭 𝑻𝑯𝑬 𝑾𝑨𝑹 [ 𝔭𝔧 & 𝔥𝔭]

1| Annabeth's jealousy

xxv. los celos de Annabeth

Lu

-¿ENTONCES TIENES UNA cita con Percy? - le pregunté a Annie con una sonrisa picara

-No es una cita - chilló

-Si claro lo que digas - le dije desde su litera, y ella en respuesta me lanzó un libro - auch, tonta

-Bueno, será mejor que me vaya, cuando acabe la orientación de Percy iremos al cine

-Solos, wuuu - Annie me lanzó una mirada matadora -. Es broma Annie-Banani suerte

-No me digas así- se quejó y yo le saqué la lengua, mientras me dirigí a la Casa Grande para jugar un rato poker con Quiron, después de perder un par de partidas. Entrené un rato con el nuevo maestro de lucha Quintus. Mientras caminaba hacia las duchas me dediqué a observar mi hogar.

El campamento estaba en su apogeo la mayoría de los campistas habían llegado el viernes pasado al igual que yo. Los sátiros tocaban la flauta en los campos de fresas, haciendo que las plantas crecieran con la magia de los bosques. Los campistas recibían clases de equitación aérea y descendían en picado sobre los bosques a lomo de sus pegasos

Salían columnas de humo de las fraguas y llegaban los martilleos de los chicos que fabricaban sus propias armas en la clase de artes y oficios. Los equipos de Atenea y Demeter estaban haciendo una carrera de carros al rededor de la pista y, en el de las canoas, un grupo de chicos combatían en un trirreme griego con una serpiente marina de color naranja. Un día típico en el campamento mestizo. A lo lejos vi a Annabeth de mal humor caminar hacia mi cabaña, probablemente buscando a Clarisse; mi hermana mayor, ambas estuvieron planeando algo de lo cual no he podido averiguar que es

Después de darme una merecida ducha. Camine por el campamento buscando a Annabeth. Entre al anfiteatro justo cuando Percy corría listo para atacar a la Señorita O'Leary; una perra del infierno del tamaño de un taque. Ella se encontraba tranquila mordisqueando la cabeza de un maniquí de combate

-¡Yaaaaaaa! - gritó Percy iniciando un ataque

-¡Nooo! - grité

Pero gracias a los dioses una espada interceptó a Contracorriente deteniendo el golpe

¡CLONC!

El perro del infierno alzó las orejas

-¡GUAU!

Percy retrocedió un salto y le asestó un manodoble al dueño de la espada, un hombre de cabello gris con armadura griega. El lo esquivó sin problemas