Seis

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Hey! Aquí MiyuKatz con tremendo retraso u.uU

Sea como sea, los dejo con el capítulo seis.

Disfruten de este pedacito de amor, como alguien en los comentarios describió los capítulos de esta historia (fue hace tiempo, pero me sigue haciendo feliz ^o^)

VÁMONOS!!

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—¿Disfrutaste burlarte de mí, hijo de perra? ¡Dímelo a la cara!

Me tomas violentamente por el cuello y en efecto tu cara queda demasiado cerca. Tan cerca como para ver una rabia inusitada en tus ojos ámbar. Mi mente, aún nublada por las pesadillas aterriza de emergencia. Cometí un terrible error.

—Kei.. ¡Hawks! ¡Por favor escúchame!

—¡No puedo creer cómo fui tan estúpido!

La rabia de tus ojos se descarga en un puñetazo bien asertado en mi mandíbula. Duele como nada, pero me duele aún más la tristeza que tus palabras tienen de fondo.

—¡Por favor! —insisto yendo tras de ti, que te vistes de prisa perfilándote rumbo a la ventana—. ¡No es lo que tú crees!

Te tomo del brazo, debo detenerte a como dé lugar. Pero con una potente patada directo en mi estómago logras liberarte. El impacto me estrella contra la cabecera de la cama en la que hace unos instantes hacíamos el amor. Es aún peor que cualquier pesadilla. Despliegas las alas y por un segundo miras sobre tu hombro, estás llorando.

—¡Hawks! —grito antes de verte emprender el vuelo.

Cierro mis puños y golpeo la patética mesita de noche que por supuesto, termina en llamas. Yo tampoco puedo contener mis propias lágrimas. Observo la ventana por la que saliste y apenas me importa que esté sonando la jodida alarma de incendios del hotel, mucho menos el agua que comienza a caer del techo para apagar mi fuego.

No hay más que hacer en este puto lugar. Completamente mojado, salgo furtivamente por la misma ventana y me alejo por las calles aledañas. La noche está bien entrada pero no tengo deseos regresar a la guarida de la Liga, por lo que camino sin rumbo durante una hora hasta terminar vagando en lo profundo de un parque. No hay un alma. Me recargo contra el tronco de un árbol y escupo la sangre que se acumula en mi boca.

Puede que tengas toda la razón en golpearme e incluso si llegas a odiarme. Paso las manos por mi cabello recién teñido y suspiro ¿Habría cambiado algo si me hubieras dejado explicarte?

Realmente no sé si me creerías, porque yo mismo tengo tantos huecos en mi memoria que llego a confundir los recuerdos con fantasías.

Lo que me consta es lo que puedo sentir, como el ardor por toda mi piel mientras un incendio me devoraba. Desconozco las circunstancias, antes de eso no hay prácticamente nada. Es una mancha obscura en mi mente con imágenes imprecisas de un laboratorio, herramientas y un líquido verdoso en el que estuve sumergido. Sé que todo eso es real, por las oleadas de dolor punzante que me causaban las agujas y los tubos entrando y saliendo de mi cuerpo.

¡Quién sabe cuánto habré pasado en ese lugar!

De cuando en cuando lograba abrir los ojos con dificultad y veía a través del cristal a ese hombre pequeño y regordete de grandes bigotes, siempre enfundado en una bata blanca.

Por lo demás, todo era obscuridad en mi cabeza. Salvo por una sola cosa.

El único chispazo de lucidez mental era un sueño recurrente, una secuencia de imágenes sin sonido. Siempre la misma escena y la misma sensación de adrenalina en caída libre, mientras un angelito rubio, un niño bonito, extendía sus manos hacia mí.

Jugar con fuego *DabiHawks*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora