Daylight [H.S]

Epílogo

Maia

"Sólo han pasado dos meses, Maia," Resopló Mitchell en su escritorio mientras frotaba su frente con la yema de sus dedos, "Dos meses de la relajación más grande de mi vida," Puse mis ojos en blanco ante su exageración, sin poder evitar reírme.

Había extrañado demasiado a Mitch, sin embargo estos dos meses Mitch ha pasado varias noches en nuestro apartamento junto a Alex, tenía demasiadas ventajas que uno de los mejores amigos de Harry estuviera saliendo con mi mejor amigo, "¿Si?" Pregunté mientras presionaba uno de los botones del teléfono que se encontraba en mi escritorio.

"Maia, subiré en unos segundos a llevarles los papeles del día," Asentí y Mitchell volvió a resoplar.

"Dile que no," Soltó luego de que mi dedo deje de presionar el botón y negué con la cabeza, "O dile que si, pero que traiga chupitos de maracuyá," Me reí.

"¿Cuando se te pasará?" Escuché unos golpes en la puerta y sabía que era Margaret, "¿Se pasará una vez que se te vaya el bronceado?" Fruncí el ceño, siendo sarcástica y Mitch sacó su lengua en mi dirección.

"Deben terminarlo para hoy en lo posible," Asentí levemente, entendiendo que tendríamos más trabajo de lo planeado.

Margaret se retiró de nuestra oficina cerrando la puerta tras ella, "Me recuerda a la Señora Claus," Apoyé la pila de hojas encima de mi escritorio y volteé para que Mitch pueda observar mi confusión, "Ya sabes, la esposa de Santa," Cerré los ojos, pegando mis labios en un intento de suprimir mi risa, "Excepto que en vez de traer regalos nos trae más trabajo, le daré una pésima calificación," Respiré hondo y mordí mi labio mientras observaba la cantidad de tareas que debíamos completar, me volví a dirigir a mi silla pero tuve que detenerme, "¿Estás bien?" Cerré los ojos un segundo y en cuanto volví a recomponerme me senté.

"Si," Asentí frotando mi sien derecha, "Creo que tengo la presión algo baja," Mitch se acercó a mi, "Es el calor, me había desacostumbrado por completo."

Harry

"¿Hola?" Apoyé mi móvil en mi oreja derecha mientras escribía en el ordenador que se encontraba frente a mi.

"¿Harry?"

Fruncí el ceño ante el reconocimiento de la voz, "¿Will?"

"Si," Exclamó y alcé ambas cejas, sorprendido ante su llamado, "¿Como te encuentras?"

"Bien," Dejé de realizar mi empleo y me concentré en la conversación, "¿Y tú?"

"También, muy bien muchacho," Sonreí y observé, por la ventana de vidrio que se encontraba en mi oficina, varios de mis compañeros jugar al ping pong con un balón hecho de papel, "Barny me ha dicho que conseguiste un empleo," Asentí rápidamente aunque sabía que no podía verme.

"Si, finalmente lo conseguí," Sonreí y lo escuché felicitarme.

"Me alegro por ti, chico," Me acomodé en mi asiento y escuché su voz una vez más del otro lado de la línea, "¿Trabajas por la mañana?"

"Si, ¿Por qué?" No pude evitar sentir la duda invadir mi cuerpo.

"Pues, quería ofrecerte algo," Arqueé una de mis cejas, esperando a que Will continúe hablando, "Tengo un puesto de trabajo para ti," Parpadeé más de una vez, "Tampoco es algo fijo ésta vez, son solo seis meses, dos horas por día, por la tarde, podrías hacerlo con tu empleo actual," Tragué fuertemente, dudando, implicaría estar menos tiempo en casa con Maia, "¿Recuerdas la paga que te dimos el mes que trabajaste aquí?" Asentí levemente, había sido una gran cantidad de dinero, nunca me podría haber negado, "Será el doble o hasta quizás el triple," Si mis ojos no estuvieran pegados a mi cuerpo estarían saltando en este momento, "Creí que te gustaría aprovecharlo, es decir, es sólo medio año y estas en una edad en la que te serviría mucho," Asentí rápidamente, "Es decir, no sé cuales son tus planes, pero sé que tienes novia y un apartamento, tener esta plata podría ayudarte a afianzar mucho más tu alrededor para comenzar a crear una familia," Me costó tragar al escuchar su comentario, sabía que tenía razón, podría darle a Maia todo lo que quiere y más, si durante seis meses me pagaban mensualmente el doble de la última vez podría hasta comprar una casa.