"Knock, knock, abre las puertas de tu corazón" 《 ᴇᴜɴꜱᴀɴ》《 ʜʏᴜɴɪɴ》《 ʜʏᴜɴꜱᴀɴ》

C.5 "Disculpas"

"Eunwoo se fue a su habitación, estaba tan molesto ¿Cómo podía Sanha aceptar un contrato así? Era un... no, él ya no era un bebé y él se había encargado de recalcárselo aquel día que se dejaron de hablar, pero eso no quitaba la molestia que sentía... aun así, era un pequeño inmaduro... ¿Qué tal si con eso empezaba a confundirse? ¿Qué tal y terminaba gustándole Hyunjin, Bo Min o Daehwi? "

El azabache estaba tan metido en sus pensamientos que jamás se percató de la presencia de Moonbin, viéndolo con curiosidad. Se sentó a su lado y finalmente obtuvo su atención.

—¿Ya vas a decirme qué pasa con Sanha? —Preguntó con su típica voz suave y agradable.

—No pasa nada raro, ya sabes qué pasa Bin. —Eunwoo no estaba seguro de poder hablar sobre eso.

—¿Quién soy? ¿El señor de la tienda de la esquina? ¿No confías en mí? —Mostró tristeza y se recargó hacia atrás sobre sus brazos.

—No es eso... es que, no sé qué hacer o decir. —Meditó un poco—. Sanha hace días, cuando fuimos a casa de tu mamá, me dijo algo que no termino de comprender y me tiene inquieto y molesto.

—¿Qué es eso? ¿Anda en drogas o qué? —Se burló el rubio.

—¡Moonbin! —Lo reprendió el azabache—. Dijo que si qué tenía de malo no querer compartirme con los demás.

Moonbin se quedó pensativo, porqué él comprendió esa frase al instante y le parecía increíble que a Sanha, el maknae le gustara Eunwoo, más por el hecho de que éste quizá no podría responder esos sentimientos desde su perspectiva.

El mayor se quedó analizando el rostro de Moonbin, pero no lograba descifrar nada.

—¿Dije algo malo? —Eunwoo estaba preocupado, su amigo nunca se quedaba así.

—No, quizá te ha extrañado... un tiempo fuiste muy apegado a él y ahora siempre estás conmigo. —Rio—. Quizá es solamente eso hyung, no deberías hacer un escándalo. —Se levantó para retirarse y se detuvo en la puerta—. Ah... deberías disculparte por herir sus sentimientos.

—¿En serio crees que a eso se refería? —Eunwoo no lograba convencerse.

—Sí, ¿por qué? ¿Crees que le gustas? ¿te gusta? —Se giró para hacerle frente.

—¿¡Qué!? No... él es...

—¡No te atrevas! Cha Eun Woo, ¡no te atrevas a decir que es un bebé! Tú mismo le dijiste que no lo es y tampoco te atrevas a decir que no porque es un chico, te mato si dices una de esas palabras.