Melodías en tu Memoria ~ [Lukanette]

Capítulo 8: Verdades - Parte 1

P.O.V Luka

8:30 AM.

A pesar de que dormí 8 horas, me levanté agotado, física y mentalmente. Todo lo que habíamos hecho antes fue totalmente en vano, estaba preocupado por Marinette, y es algo natural, tu futura esposa raptada por un supervillano, es algo que cualquier persona temería y estaría abrumado por el impacto del problema que tengo, estaba inquieto, pero podía manejar completamente con ese estrés, no estoy solo en esta batalla.

Luego de levantarme y darme una ducha para despertar, desayuné para así revisar el correo, las notificaciones y los pendientes de la disquera. Nada nuevo. Luego reviso los mensajes de mis amigos, y veo que el grupo de los portadores está repleto de mensajes, de inmediato me focalicé en lo que estaban escribiendo mis compañeros, y en cuestión de segundos mi semblante de preocupación cambió a uno totalmente esperanzado.

Adrien: ¡La brújula se activó!
Chloe: ¿¡QUEEEE!? ¿Dónde estás Adrien?
Adrien: En mi departamento, los necesito acá, ¡RÁPIDO!
Alya: Alguien que llame a Luka, estoy conduciendo hacia allá.

De pronto recibo la llamada telefónica de Kagami, la cual avisaba lo que ya sabía, dispuse a vestirme con vestimenta cómoda, unos lentes oscuros para así salir a las calles parisinas en la hermosa Harley, la cual Marinette le encanta pasear abrazada a mi cintura. Llegué rápidamente hacia el edificio donde vive el Agreste, entré con la velocidad del viento hacia el Lobby, subí el ascensor y al verme frente a la puerta de mi amigo, fui recibido con su esposa la cual tenía un rostro de malestar producto a su embarazo. Adrien sale con la brújula en sus manos, la cual flotaba apuntando hacia el noroeste de nuestra posición actual.

–No sé en qué momento fue, pero estoy casi seguro de que pasó cuando llegué a casa anoche. –Dijo este viendo el artefacto mágico que nos habían prestado.
–¿Ellos todavía no te han dicho nada? –Me referí a aquellos espectros que nos han estado acompañando desde hace días.
–No. Me sorprende que no ehayan aparecido, de hecho... Tal vez sea por Kagami.
–Me dijeron que nadie más podía verlos, así que no creo que sea por eso. –Revisé mi teléfono para ver que ya Chloe estaba en la recepción junto a Kim y Max. –Vamos a planear una táctica.

Luego que los demás llegaran, nos sentamos todos en el salón. Dejando que la brújula se mantuviera flotando, la cual no se movía por nada en el mundo.

–Debemos aprovechar esta oportunidad. –Dije para que prestaran atención a lo que decía. –Si la brújula fue activada, quiere decir que el arete todavía sigue estando en Paris.
–¿Y nosotros qué haremos? –Pregunta Alya revisando su tableta de trabajo. –Quiero ayudar, no solo estar persiguiendo a Diversehate.
–Entiendo tu preocupación, tu poder sería muy útil ahora mismo, por eso quiero que te mantengas junto a los demás.
–Si, pero... –Hace una pausa con una mueca de clara preocupación. –Se trata de mi mejor amiga, y es natural que esté preocupada por ella... Siento como si mis limitantes me estuvieran deteniendo.
–No pienses eso amor. –Dice Nino acariciando sus hombros. –Al lado tuyo siento como si me complementaras, quédate con nosotros en el recorrido. Sin ti no me sentiría como un verdadero superhéroe.
–Esta bien, me quedaré... Pero Luka, si necesitas cualquier cosa, hazme saber, por favor...
–Alya, confía en nosotros. Sólo es recuperar ese arete, nada saldrá mal. –Le dije con mi rostro totalmente relajado, a la cual ella correspondió con su sonrisa segura.
–Luka y yo iremos a encontrar el arete. –Dijo el rubio. –Ustedes sigan buscando a Diversehate, y si alguno lo encuentra, nos avisa de inmediato y estaremos allá.
–Espera Adrien, antes de... Max, necesito que vayas a un lugar primero.
–Si, dime. –Dijo el moreno deteniéndose.

Le entregué las coordenadas a las que debía ir. Primero volvería al templo de los miraculous en búsqueda del Maestro, me gustaría saber si todo está en orden con los ingredientes, y gracias a su poder de teletransportación, esto es un juego de niños gracias al miraculous del caballo. Si todo está en orden solo era cuestión de regresar con todo lo necesario.