Capitulo 88

27 4 0
                                    


Lara.

Ya en el salón no se encontraba casi nadie. Anastasia me había dado un suéter para taparme la mancha de café. Quería que las horas pasarán rápido y poder estar en mi casa. Mi furia había desvanecido pero la rabia pronto aparecería y no sólo por Blair. También por Santiago, desde que estaba en mi vida todo era problemas, quería que desapareciera.

Casi nadie noto nuestro show en el estacionamiento, agradecí que nadie notara el espectáculo.

Quería perder de vista a Santiago por siempre y que nunca fuera existido en mi vida.

–Hola Lara. - era Luke. Estaba con el cabello despeinado y una mirada un poco triste.

Sus ojos claros estaban apagados hoy. No tenían la misma viveza de siempre. Y se notaba el cansancio en sus ojos.

Cuando me acercaba a Luke tenía sentimientos encontrados. No sabía si estar lejos o cerca. A veces me ponía hasta nerviosa. Pero él se seguí comportando muy bien conmigo.

–Creo que alguien no se levantó del todo bien. ¿Dormiste bien Luke? - fue directa y sin rodeos, creía que ya había la suficiente confianza. Se frotó el ojo con su mano y bostezo. Y, aun así, con todo ese agotamiento encima. Luke se veía guapo.

–Tranquila, no es algo que una noche descanso no pueda quitar. De verdad estoy bien. - Sonrió.

Qué bello señor bendito Jesucristo. Pensé.

–Está bien, espero que puedas descansar hoy entonces. - y me dio una pequeña punzada en el corazón al pensar que si estaba peleado con Santiago. Tal vez si era mi culpa. Luke no quiso hablar sobre el tema. Cambio el tema rápidamente por la el tema del trabajo y las pruebas.

Apareció entonces, Santiago con Eric y Tiago. Los cuales pasaron y saludaron a Luke. El inmaduro siguió y se sentó atrás. Ignorando por completo a Luke.

Entonces sí, las cosas estaban tensas en el asunto.

Bueno Lara, se lo merece por idiota, estúpido. Me dije.

El día paso entre prueba y prueba. Ya me estaba acostumbrando a la rutina.

–Ya ni saludas - era Santiago aprovechando el break antes de la última clase. A veces sentía que el perdía la memoria o algo. Porque siempre llegaba como si nunca fuera pasado nada malo entre nosotros y seguía como la persona más amigable del mundo. Hasta que un interruptor se encendía en él y volvía a hacer el patán de siempre.

–Por favor dime que alguien te controla con control remoto. Porque no puedes ser tan cambiante de la noche a la mañana. - dije mientras caminaba y revisaba el teléfono.

–Está mal en serio que lo intente? Quiero ser amable. - Lo mire un instante más sorprendida que nunca.

¿Le picaba el rabo o qué?

–No seas hipócrita. Por favor, dile a tu novia que me deje en paz. No es mi culpa lo que suceda entre ustedes. - entonces de la nada se río el muy cabrón.

–Blair no es mi novia. - dijo y me sentí triste por la forma tan desinteresada que lo dijo.

Blair podía ser muy rubia de mercado, engreída, tonta y muchos insultos más. Pero me sentía triste por ella, porque podía notar que había intentado con todas sus fuerzas enamorar a la persona que tenía al frente. Una persona que no valía la pena en lo absoluto. Que solo trataba a las mujeres como un objeto más para su colección.

–Okey. Como quieras. Solo dile que ya basta de buscarme que la próxima vez le irá peor. -

–Así que de verdad le quemaste el cabello- Santiago soltó una carcajada. - A veces me sorprende las locuras que haces, nadie nunca se había metido con Blair de esa manera. - volvió a reírse.

¿Pero de qué coño se reía tanto?

–Solo no la quiero cerca. Se que a ti es muy difícil ya mantenerte alejado pues nos vemos todos los días y a todas horas. Pero mantenla alejada de mí. Y tú ya deja de dirigirme la palabra como si fueras un amigo. Eso no pasará nunca. Nunca seria amiga de un idiota como tú. - lo señale con el dedo y hable de lo más calmada posible.

Pero con el temple necesario para que entendiera de una vez, que ni porque estuviera amenazada a muerte. Sería su amiga.  

Aléjate o déjate llevarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora