Capitulo 89

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Santiago.

Ya en el carro para ir a mi nuevo trabajo. Pensando en la noche anterior. Había sido agotador, emocionalmente. Hasta que John me saco de mi sitio oscuro. Después de eso no dormí, estudiando.

No dejaría que Lara me quitará mi primer lugar. Sonaba obsesión. Pero no lo era, todo esto era darme lo que merecía y yo me merecía ese puesto más que nadie. Mi mañana del martes fue igual que todas las demás, pensaba que iba a ser más tranquilo de lo esperado, pero me equivoque.

En el estacionamiento me tope con una Blair histérica que gritaba como loca. Cualquiera podía oír sus gritos hasta el lugar más escondido del puto planeta. Hasta en Nauru los podían escuchar.

Jhon levanto las manos e hizo señal de que se iba. El no soportaba los dramas de Blair.

–Mira lo que me hizo tu estúpido insecto Santiago. - tenía los ojos rojos de tanto llorar.

¿Mi insecto?

Entonces puso sus mechones de atrás del cabello hacia adelante. Mis ojos se abrieron como platos. Respire profundo para no soltar un bufido y no caerme de culo para reírme de todo esto. Esto tenía nombre. Lara.

Sabía que me molestaría después porque Blair no me perdonaría más. Pero la risa inundaba todo mi cuerpo y trataba de no soltarla.

–ME QUEMO EL CABELLO SANTIAGO. LA ESTÚPIDA ESA. LA ODIO. - Blair estaba fuera de sí.

–Calma Blair, es cabello. - no quería que siguiera su show en medio de todo el mundo.

Tiago y Eric llegaron y preguntaron qué pasaba. Blair les mostró lo ocurrido, pero fuera sido mejor que no.

Eric soltó la carcajada más grande del mundo y Tiago a pesar de todo se tapó la boca para que Blair no viera su risa.

–Que les pasa idiotas? No soy su payaso. Dejen de reírse. - la cara de Blair se puso a un más roja.

–Quiero que le hagas imposible la vida a esa mosquita muerta Santiago o si no de una vez por todas olvídate de mí y de lo de nosotros. - Ahora si había un nosotros? Después de sus rabietas todas locas. No me dejaría manipular está vez por ella. Y confirme como siempre lo que ya era obvio.

Blair nunca seria mi tipo de chica. A pesar de su belleza.

–No pienso hacer lo que digas Blair. Solo le diré que te deje en paz. Pero te recuerdo de una vez por todas que tú y yo no somos nada. Siempre te lo digo.

Yo quería a Blair. Como una amiga, pero últimamente ese lugar en mi vida. Ya no estaba. Ella misma se había alejado de mí.

–De verdad que eres un ser sin corazón. -me dijo de frente y llorando.

–Blair, no voy a seguir con la misma discusión de siempre. - seguí adelante ignorando sus lágrimas de cocodrilo. Tal vez en la noche me sentiría mal por esto. Porque a pesar de tener un buen sexo con ella, no tenía esa conexión suficiente para seguir estando ahí.

A pesar de eso sabía que la había cagado una y otra vez. Y la amistad se estaba perdiendo.

Apreté el volante al recordar eso. Yo sabía que lo sucedido está mañana era por lo del fin de semana. Blair era una persona que se tomaba todo a pecho y después de lo de Alison en la fiesta del viernes y el comentario de Lara en esa discusión ya ella estaría en contra de Lara y la haría culpable de todo lo malo sucedido entre nosotros. Tal vez si era así. Lara había venido esa noche con su bocota. De muy metiche, para terminar de cagarla.

Mi mente no dejaba de repetir cada recuerdo de esta mañana, desde ignorar a Luke y como Lara me dijo una vez más, que no sería mi amiga nunca. Tampoco es que moría por tenerla cerca o ser su amigo. Todo era parte de mi plan.

Llegué al estacionamiento de mi nuevo trabajo y puse el carro lo más alejado posible del de Luke.

Tomaría distancia y si era posible, olvidaría por completo la existencia de Luke.

Entre a la oficina y me puse a organizar mis papeles adentro de una pequeña biblioteca estante que quedaba del lado que me tocaba.

Lara también tenía una de su lado. Pero solo había puesto un vaso demonio de Tasmania en ella, con la cual tomaba café. Esta chica de verdad que era única y extraña a su manera.

Yo estaba en cuclillas en el piso ahora organizando el archivo. Entonces la puerta se abrió y Lara entro a la oficina. Echo un vistazo por encima aun sin notar que me encontraba ahí y cerró la puerta. Estaba hablando por teléfono.  

Aléjate o déjate llevarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora