Capítulo 13

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Kate se despierta con una extraña sensación de ausencia. Mira a su lado y ve que Castle no está en la cama. Le parece increíble como su cuerpo se despierta con tan solo sentir la falta de Castle de su lado. Desde la cama mira hacia el despacho, por si está escribiendo, pero no. Se levanta y camina hacia la cocina. Ahí lo encuentra.

-Buenos días- dice aún adormilada y sentándose en uno de los taburetes.

-Hola- se dan un beso. –Iba a ir a despertarte en un rato. Tenemos una hora para desayunar y vestirnos.

-¿Por qué tanta prisa?

-A las 10 tenemos la cita con el ginecólogo, ¿no te acuerdas?

-Ah, es verdad- cabizbaja comienza a comer.

-¿Estás bien?

-Sí, es solo que lo había olvidado y al recordármelo me han entrado los nervios.

Castle la conoce bien y sabe que no le está diciendo toda la verdad. Cuando esté preparada se lo dirá.

-Sabes que puedes contarme cualquier cosa- le coge las manos.

-Lo sé- se deshace de las manos de él y aparta el plato de su lado. –Voy a darme una ducha.

No le gusta verla tan distante con él y no soporta verla tan apagada, sin su hermosa sonrisa de todas las mañanas. En cierta forma, comprende sus nervios. Al fin y al cabo, si les confirman el embarazo, será ella quien lleve durante nueve meses a su hijo. Sonríe ante ese pensamiento.

Tras recoger la cocina entra en el dormitorio para comenzar a vestirse. Decide ponerse su camisa azul, la preferida de Kate. Cuando ella sale del baño, Castle observa una pequeña sonrisa al verle con ella puesta. Mirándose los puños, intentando abrocharse los botones, no repara en que Beckett se está acercando a él, y cuando se quiere dar cuenta ya está abrazada a él.

-Lo siento Castle. Sé que no te gusta verme así.

-¿Qué pasa, Kate?

-Tengo miedo. Miedo a lo que me puedan decir- Castle la mira sin comprender y ella comienza a moverse de un lado para otro. –Si me dicen que no me fastidiará mucho porque ya me he hecho ilusiones, y sé que dijiste que no debíamos, pero no he podido evitarlo. Y si me dicen que si me asustaré, porque será una situación nueva para mí, no sabré como actuar y …

-Shh…Kate…Kate tranquilízate, ¿vale?- la coge de los hombros, parando su caminata y mirándola fijamente a los ojos. –En realidad no soy quién para decirte eso porque yo también estoy nervioso- ríe. –Cariño, no tenemos que tener miedo a lo nos puedan decir. Si nos dicen que no lo seguiremos intentándolo y si nos dicen que si, primero, seré el hombre más feliz del mundo y segundo, lo harás genial. Yo estaré a tu lado y no te dejaré sola.

Beckett, emocionada ante la última afirmación de su marido, no puede evitar que alguna lágrima se le escape.

-¿Siempre?

-Siempre.

Se besan. Es un beso lento y cargado de sentimiento, que pronto aumenta su intensidad y deja llevar a Beckett que comienza a desabrochar los botones de la camisa de Castle.

-No, no inspectora, no siga por ahí o llegaremos tarde.

-En otras circunstancias no habrías dudado en quitarme la toalla y tirarme a la cama- se aparta de él y se encamina hacia el vestidor.

Castle se apresura hacia ella y la abraza por la espalda.

-Y ahora también- le susurra al oído. –Ni te imaginas las ganas que tengo de hacerlo, pero este es un momento muy importante para los dos y no quiero ser impuntual.

Una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora