Una sombra alta le tomó por la espalda, le inmovilizó los brazos y colocó contra la pared de un callejón, una mano estaba sobre su boca y la otra sostenía un cuchillo que estaba cerca de su cuello; se sentía petrificado y no podía hablar, algunas lágrimas amenazaban con salir de sus ojos pero sentía tanta presión que ni siquiera podía llorar. Amenazó con morderle la mano pero fue obediente a sus instintos y le intentó entregar su cartera y teléfono pero los rechazó y tiró al suelo.
-No es para eso por lo que te estoy haciendo esto.- la voz sonaba modificada por un modulador y gracias a una capucha y un barbijo negro era imposible identificar a la persona que le estaba atacando, lo único que se podía apreciar era que tenía un cuerpo ancho y además era alta. -Esto no es un juego así que no intentes ninguna locura, ¿de acuerdo?- acercó la punta metálica al cuello del joven. -Esto es un aviso para que antes de que todo empiece lo dejes todo. Debes dejarle a él.- amenazó con una mirada dura a través de unas gafas de sol con espejos. -Si no haces lo que te digo vas a acabar mal.
El chico sintió su cuerpo temblar y mordió al extraño antes de soltar un grito ensordecedor: -¡Nunca le abandonaré!
Antes de que pudiera hacer nada recibió un puñetazo en la cabeza con algo metálico que si no fuera porque estaba a punto de quedarse inconsciente habría identificado como un puño americano. La sombra levantó una vez más al chico y le puso contra la pared del callejón y de nuevo el cuchillo estaba cerca de su cuello que ahora tenía algo de sangre que bajaba desde la parte superior de su cabeza. La forma de hablar del atacante se volvió más agresiva y junto con las negaciones del joven más golpes llegaron, fue tanta la violencia recibida en su pequeño cuerpo que casi no podía sostenerse de pie, pero nunca abandonaría a su novio, no antes de que se convirtieran en estrellas.
-Tienes hasta el día 29 de este más para cortar con él o serás pulpo muerto.- juró el extraño, pero algo le llamó la atención al chico maltrecho, ¿acababa de hacer una broma en japonés por su nombre?
La silueta oscura que le había dejado maltrecho se fue después de decir unas últimas palabras con aquel modulador de voz que le resultaba tan asqueroso y perturbador: -Esto es sólo una advertencia, si no haces caso llegarán las consecuencias.
Allí mismo en el suelo del callejón Ta-ki estaba sin fuerzas, aquella paliza le había dejado casi inconsciente y el sonido de su teléfono sonando le resultaba doloroso en los oídos y sentía que le taladraba la cabeza antes de desmayarse en el mugriento callejón que había detrás de su residencia.
Eso es lo que dijo Kyungmin cuando fue separado de los brazos de Geonu, ambos estaban en el suelo abrazándose muy a pesar del mayor de ambos pero no existe persona que sea capaz de oponerse a un abrazo del pequeño gigantón que era Kyungmin.
Seon y K le estaban haciendo un interrogatorio al chico más joven en I-Land que después de haber resistido varias veces a los múltiples chantajes con comida y otras cosas, empezó a responder sus preguntas. La mayoría de cuestiones eran sobre su relación con Ta-ki que se resumía en una única palabra "amigos" y otras tantas eran sobre su relación con Ni-ki que estaba basada en su odio hacia él por ser el culpable del dolor del chico con pelo largo y desordenado.
La pareja tardó en descubrir la historia que Kyungmin había oído de Ta-ki; un callejón, un asaltante, una paliza y una ruptura. Todo era tan irreal, ¿quién querría hacerle daño al pequeño? No tenía sentido pero a la vez estaba claro que ese podía ser por eso que se sintiera tan mal y decaído.
-K hyung, no te preocupes yo protegeré a nuestro pulpito.- aclaró el pequeño coreano que no era tan pequeño físicamente.
-Pero no tiene sentido, ¿por qué no se lo dijo a K hyung?- preguntó Seon no muy seguro de la larga y demasiado detallada explicación que les había dado Kyungmin.
El pequeño Minie le sonrió y hizo un gesto de desconocimiento con los hombros; Ta-ki es un chico muy amable que no quiere preocupar a al gente de su alrededor así que en el fondo le cuadraba que al ser un completo extraño en su vida le hubiera confiado su gran secreto a él. Incluso si la vida se derrumbaba para el japonés, nunca preocuparos a su gente, prefería tragarse sus problemas antes que tener hacerle daño y preocupar a sus seres queridos y eso era algo que Kyungmin había entendido en muy poco tiempo y en cierta forma estaba agradecido con él por abrirse un poco. Esas acciones habían hecho que su corazón latiera.
-Igualmente no sabía que el pulpito era gay, me sorprendí cuando lo descubrí.- aclaró el menor.
-A mí me ha sorprendido que me ocultara su relación con Ni-ki.- susurró el japonés.
-Pero Kyungkyung.- comenzó a hablar Seon. -¿Piensas que no ser hetero es malo?
Kyungmin rió ante el comentario de su hyung, ¿a quién en el mundo se le pasaría esa pregunta por su cabeza?
-Hyung, a mí la heteronormatividad no me agrada, me sorprendo de igual forma cuando alguien es hetero como cuando es homo; nunca asumo la sexualidad de nadie. Incluso si ustedes dos tuvieran una relación, yo no lo sabría porque yo nunca juzgo.- concluyó sin notar que había causado estragos en los corazones de sus acompañantes.
K intentó disimular asintiendo convencido pero igualmente sintiéndose defraudado por Ta-ki. Mientras tanto Seon simplemente abrazaba una almohada mientras admiraba la carita de K, ¿cómo alguien podía ser tan perfecto?
Antes de que los mayores pudieran decir nada, el chico con dientecitos de hamster abandonó la habitación y les dejó con nuevas preguntas sin respuesta y una coreografía a medio hacer.
La vida puede dar giros muy inesperados, sus vidas cambiaron de repente, ¿fue por un error de Ta-ki?

ESTÁS LEYENDO
La promesa fue el cielo [En Edición]
FanficDespués de todo Ni-ki siempre supo que hay promesas que no duran y después de entrar a I-Land Ta-ki se lo confirmó. Quizás incluso con solo dos horas podía comprobar que las estrellas en el cielo no brillaban de la misma forma sin él, puede que nunc...