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sonje yon ti kras

Hyperion le permitió a su hija visitar la tierra por un tiempo. Sin pensar mucho en las consecuencias.


Una jóven miraba desde su ventana la gran estrella, cuando se sentía triste y sola, le contaba sus penas.

Esa noche alguien tocó su puerta. Una linda jóven de cabello negro y ojos grises, brillantes como sólo la luna podía ser.

Un mes pasó y ambas chicas tenían una conexión increíble.
Selene y Lia se habían hecho grandes amigas.

Lia miró atenta la mano de Selene, parecía tener una marca en forma de una Luna menguante.

Esa noche mientras ambas dormían en la misma vivienda, una luz muy fuerte despertó a Lia.
Caminó al patio, de dónde provenía aquella fuerte luz.

Selene estaba a medio patio, su marca brillaba.
Lia se acercó y le pregunto que sucedía.

- Me tengo que ir, la noche me espera.

- No te vayas... Yo te amo, te amo.

- Un dios nunca puede estar con un humano.

Lia vió como Selene salió del hogar, minutos después, la Luna ya brillaba más fuerte que los últimos días.

Así fue como Lia guardó odio hacía los dioses.
Sentía el dolor del rechazo.

Porque ella se había enamorado locamente de la Luna.

Ahora conocía a el hijo de su amada Selene.
Selene tuvo un hijo, Selene tenía una familia.


Esperó que la escuela terminara y cargó al niño hasta su casa, importando poco si el pequeño se movía mucho o si su agarre le lastimaba.

- Ella era para mí.

Lia tenía tanta sed de venganza que recurrió a lo prohibido; Nwa majik.

La Magia Negra.



Esperando al niño, encerrando y casi matando a ese pequeño.

Maldiciendo desde el corazón, aliviando su dolor pudriendo el alma.

No estaba matando a nadie más que a ella misma.

Desafortunadamente, arrastrado a un niño.

Ella murió y él se durmió.

Un profundo sueño, un camino sin salida. Caminando siempre en círculos.

Lia nació con un propósito en la vida, nació para amar a la Luna.
La maldición terminaría cuando alguien naciera para amar a Baekyun.

Pero no sería como el estúpido cuento dónde la persona se compadece del otro y así le ayuda a romper el "hechizo".

No funcionaba así, no existía amor que naciera de la noche a la mañana.

Baekhyun despertaría cuando la persona dispuesta a amarlo naciera.

Pero eso no le aseguraba el vivir, él tendría que ganarse su amor, él tendría que luchar como Lía lo hizo durante un mes.

Él tenía que enamorar a esa persona, solo así viviría.

Nacer para amar a alguien era como tener escrita la historia dónde tarde o temprano se tendrían que encontrar y amar hasta el final de los tiempos.

No siempre es así, no siempre pasa así, algunos mueren antes de lograrlo, otros simplemente no desean ser parte de ese sistema de nacer para amar.

𝗕𝗼𝗻𝗱𝘆𝗲 𝗟𝗶𝗺𝘆𝗲̀ ☦︎ BaekSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora