La forma en la que hablan, caminan, responden, comen. Las escuelas a las que asistirán por el resto de sus vidas.
Su forma de vestir, su "gusto" en los deportes, su incesante manía por ser los mejores aunque eso signifique dejar de respirar.
Esa es...
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Beomgyu.
|Códigos. |
Trato de concentrarme durante el resto de mis clases, mientras mi cabeza no dejaba de pensar sobre lo que debía de estar pasando con Soobin y Yeonjun. ¿Enamorados? ¿Esos dos estaban enamorados?
Incluso en mis más grandes fantasías nunca imaginaba que algo así pasara entre esos dos, con tantas competencias, traiciones, malos juegos y desplantes que se han hecho, jamás hubiera pensado que algo como eso estaba ocurriendo en sus ratos libres.
¿Lo sabrán los Kim y los Park? De seguro no, para empezar los padres de Jun buscarían sin lugar a dudas que esos dos lo hicieran público, reprenderían a su hijo por no pedir formalmente el permiso para su relación y en cuanto a la familia de Soobin, la negarían sin más.
Jamás darían su permiso para que algo como eso ocurriera entre esos dos, ¿O tal vez sí? ¿Si se casaban no sería la solución perfecta para que ambas familias dejaran de pelear por la presidencia?
— Nadie más lo sabe, así que no le des muchas vueltas — pide Kai hacia mi dirección mientras el sigue trabajando en su computador. Taehyun a su lado solo levanta un segundo su vista de los libros que tiene en la mesa para asentir a las palabras de su gemelo.
— ¿Estás diciéndome que ellos dos tienen una relación desde los 15 años y de alguna forma la han mantenido al margen de sus padres cuando estos parecen no dejarlos respirar? — declaro algo a la defensiva — ¿No deberíamos ayudarlos? Tal vez podríamos hablarlo con sus padres y así ellos podrán...—
— Ellos podrán nada, porque no quieren nuestra ayuda — aclara Tae sin levantar la voz. Veo como toca el hombro de su gemelo señalando un problema en su libreta y este le ayuda a resolverlo rápidamente mientras yo solo los espero como niño obediente. — Nos quieren al margen, más específicamente, Yeonjun no quiere que metamos cuchara en este asunto, así que deberías respetar su intimidad —
— ¿Y Soobin? ¿Él tampoco quiere ayuda? — tartamudeo preocupado por las prisas.
— Soobin es el que no quiere formalizar esa relación, Jun es listo y si se metió en ese trato no somos nadie para juzgarlo —
— ¿Ellos tienen un trato? — Digo entre dientes, acercándome lo más posible a sus cuerpos para evitar hablar muy alto.
Los gemelos intercambian un par de segundos una mirada cómplice. Es aquella que utilizan para guardarse las espaldas, pero yo no le doy importancia hasta que Kai se acerca igual de confidente hacia mí.
— ¿Por qué Yeonjun perdonaría tan fácil a Soobin? — murmura, con el mismo tono que utilizo esta mañana. Como si fuera un profesor explicándome un tema que ya repasamos.
