Park Seok Jin con veintinueve años de edad, todavía sufría la pérdida de su hijo y nunca pensó que por cumplir con su deber y salvar a ese hombre su mundo cambiaría drásticamente ¿en qué demonios se había metido? ¿Valdría todos esos problemas ese c...
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Seok Jin reacciono y rápidamente se aparto del hombre que lo observo confundido, se quito rápidamente los guantes y los metió en su maletín tratando de organizar sus pensamientos.
--Usted dormirá aquí, por desgracia no tengo más habitación así que yo dormiré en el sofá de la sala, si necesita algo llámeme –Namjoon iba a protestar pero Jin se lo impidió- buenas noches.
Salió de la habitación antes de que Kim pudiera objetar al respecto de la situación, él no quería quitarle su cama ni hacer que durmiera en un sofá que seguramente sería incomodo. Con unas ganas inmensas trato de ponerse de pie, lo cual le fue imposible al sentir una punzada de dolor que lo obligo a acostarse de nuevo observando el techo blanco.
--Estuve a punto de besarlo –susurro en la oscuridad para sí mismo- pero él así no lo quiso.
¿No sientes que algo no está bien con él? ¿Cómo si algo le causara dolor?
Sus ojos demuestran un dolor demasiado grande.
¿Crees que le hayan hecho daño en el pasado?
También podría estar en el presente, pienso que nos oculta algo.
¿Investigaras su vida?
Parecerá ridículo pero no pienso hacer eso, quiero que él mismo me lo diga, quiero que me tenga confianza.
Así se habla campeón, ganaremos el corazón de nuestra otra mitad.
Namjoon podía investigar la vida de Park Seok Jin con hacer solo una llamada, pero quería que él mismo tuviera la confianza para contarle sus problemas y el sufrimiento que llevaba en su corazón. No pensaba obligarlo o presionarlo para que hablara, con el tiempo se daría solo.
...
Con un suspiro pesado y con muchas cosas en su cabeza Jin se tumbo en el sofá, se quito los zapatos y se acostó con la misma ropa que traía del trabajo, quería ducharse pero no quería volverse a arriesgar a tentar a su cuerpo que por algún motivo en especifico reaccionaba a la cercanía del hombre que descansaba en esos momentos en su cama. Tenía meses o quizás ya algunos años que su cuerpo no lo traicionaba de esa manera y eso lo asustaba.
Secretamente deseaba no haberse apartado de la posibilidad que tuvo de besar al hombre, pero se recordó a si mismo que era su paciente y que en su vida no había lugar para nadie más que no fuera su amado Tae, a pesar de no estar con él. Dejando esos pensamientos de lado decidió que lo mejor era dormir y dejar que su mente descansara, además él se iría cuando su herida se sanara y pudiera defenderse por sí solo.
...
--Puedes abortar si no deseas traer a esa criatura al mundo, yo te apoyare.
