Capítulo 10: El cuarteto de idiotas

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Los jóvenes salieron juntos de la fiesta cuando ya amanecía en dirección al regalo de Jimmy. Si, en dirección al regalo de este, ya que sus padres le habían obsequiado en su cumpleaños número 19 un departamento en el centro de la ciudad. Iban todos riendo y comentando la fiesta encabezados por Jimmy quien iba entrelazando sus manos con las del pelirrojo, Steve. De pronto un grupo de cuatro hombres se interpuso entre ellos y la angosta calle que seguían en dirección al apartamento.

—Es muy temprano para que los maricas salgan a la calle —dijo el primero de los hombres que tenía alrededor de 40 años y usaba un gorro de lana negro—. Pensaba que al menos esperarían hasta la noche para salir a hacer sus perversidades.

—¿Ya amaneció? La verdad es que no nos dimos cuenta que era tan tarde —se burló Jimmy—, pero nunca es muy temprano para una que otra perversidad.

—Solo vamos pasando por acá —intervino Rod sabiendo que su amigo no sabía callarse incluso cuando podría meterse en problemas—, no queremos ningún tipo de problema.

—Silencio —le indicó el segundo hombre acercándose peligrosamente a la pareja—. Es de mala educación meterse en las conversaciones ajenas. Además, esto era entre mi amigo y "operación dragón" —añadió refiriéndose de manera racista a Jimmy.

Al momento que este decía eso el primer hombre se acercó a Jimmy y lo tomó con fuerza de la nuca separándolo de Steve y arrojándolo contra un basurero. Sin pensarlo dos veces Jett se abalanzó sobre el atacante y lo golpeó fuertemente en el rostro haciéndolo retroceder unos cuantos pasos. Los otros tres se abalanzaron sobre Jett, quien hábilmente usando sus brazos y piernas comenzó a golpear a la pandilla que osaba molestar a sus nuevos amigos. Luego de unos segundos el primer hombre se unió a los otros golpeando por la espalda al joven que los estaba ridiculizando.

—Jett es un excelente guerrero —dijo Cordelia mirando nerviosa la escena—, pero no está acostumbrado a pelear en tierra. Aún no sabe usar estas piernas —agregó—, debemos ayudarlo.

Al instante Rod cogiendo un trozo de madera del suelo trato de golpear a uno de los tipos, pero este sin darle oportunidad le dio una patada en el estómago, derribándolo y dejándolo sin oxígeno. Este iba a golpear a Rod, quien se encontraba en el suelo tratando de respirar con la boca y los ojos muy abiertos, pero antes que pudiera hacerlo Kai salto sobre su espalda mientras le daba fuertes golpes en la cabeza. El hombre giraba gritando a todo pulmón con el chico sobre su espalda como si se tratase de un bebé koala pegado a su madre. Más allá, Jett seguía luchando contra dos, mientras el tercero se ponía de pie y sacaba algo de uno de sus bolsillos.

—¡Cuidado! ¡Atrás tuyo! —gritó Cordelia reconociendo el arma afilada de metal que sacaba el hombre.

Jett se dio la media vuelta alarmado y vio al hombre, el cual con la boca muy abierta miraba a otro chico que él no conocía, quien le sujetaba fuertemente el brazo que sujetaba la navaja, inmovilizándolo.

—Vete de aquí, sabandija —le gruñó Owen enfadado al hombre que corrió inmediatamente alejándose del grupo, seguido por sus dos compinches. El cuarto los siguió un par de segundos después cuando Kai lo dejó ir de su agarre— ¿Están bien? —les preguntó Owen, preocupado.

—Estoy bien —respondió Jett a quien le caía un hilo de sangre por la comisura de la boca. Este se limpió con el dorso de la mano como si no fuera nada.

—Yo también —añadió Jimmy quien se limpiaba el traje que aun tenia basura— ¡Diablos!, estoy todo sucio.

Owen se acercó a Rod para ayudarlo a ponerse de pie. El chico aún estaba rojo luego del fuerte golpe en el estómago.

—Gracias. No puedo creer que estuve metido en una pelea —dijo Rod aun tocándose donde había recibido la patada— ¿Qué haces por acá tan temprano?

—Siempre troto por aquí —respondió Owen mirando al grupo de chicos que acompañaban a Rod— ¿Estás seguro que estás bien? —volvió a preguntarle tocándole ambas mejillas para poder mirarlo mejor a los ojos. Mas atrás Kai observaba la escena con una sensación rara. No sabía que era, pero le molestaba la proximidad que veía entre ellos.

—Estoy bien —respondió Rod alejando la mano que lo tocaba— ¿Vives por acá cerca?

—Vivo en la calle siguiente. En el edificio blanco junto al parque —respondió Owen volviendo a tocar la cara de Rod mientras trataba de cerciorarse de que no tuviera ningún rasguño.

—¿Quién lo pensaría? Creo que seremos vecinos —dijo Jimmy mirando a su amigo con sorpresa.

—Si, quien lo pensaría —repitió Rod. La verdad es que nunca supo donde vivía su ex novio. Nunca visitó su casa, conoció a su familia, amigos, ni nada relacionado con su círculo más cercano. La verdad es que cuando querían hacer el amor solían hacerlo en su auto, en la playa durante la noche o en algún motel, pero nunca en su casa.... "porque lo avergonzaba", pensó Rod al momento que volvía a alejar la mano de Owen que en ese momento se posaba sobre su hombro.

—Creo que seguiré mi camino —dijo finalmente Owen notando la incomodidad que su presencia estaba causando en Rod—. Tengan cuidado —agregó alejándose a paso ligero por la estrecha calle.

El grupo de chicos prosiguió su camino en silencio por unos minutos hasta que Cordelia lo rompió súbitamente.

—Aun no logro entender lo que acaba de suceder —dijo la chica quien parecía especialmente nerviosa. Caminaba muy apretada a Jett quien la abrazaba pasándole uno de sus brazos por sobre el hombro— ¿Es un problema que dos humanos del mismo sexo se amen?

—No para todos, pero aún hay algunos idiotas de mente cerrada que pueden dar problemas —respondió Rod mirando a Kai—, hay que ir con cuidado. Aún hay odio aquí afuera.

—¿Tanto importa a quien ames? —le preguntó Kai esta vez mirando al chico de ojos verde musgo, quien suspiró sin responderle. El grupo continuó caminando en silencio, mientras Kai pensaba en lo mucho que la tierra era diferente del océano. Después de todo, la tierra si tenía sus aspectos negativos.

Los chicos pasaron el parque donde un anciano regaba los verdes árboles que ya proyectaban sombra. El sol estaba calentando fuerte, sería un día caluroso. Sobre un farol de luz que permanecía apagado a esas horas una gaviota echó a volar, luego de ver entrar a los chicos al edificio. Tenía noticias que informar.

The Little Merman #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora