Capítulo XXVIII

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Derek mentiría si dijera que ese no era el peor día de su vida. Iba a casarse con alguien quien no amaba y aunque quisiera no podía hacer nada para evitarlo. Ahora entendía cómo debió sentirse Carmine cuando se tuvo que casar con Kendra. Los dos cometieron el error de dejar ir a alguien tan especial como Stiles. Ni siquiera pudo verlo en la boda de Carmime y Thimotée pues dijo que no se sentía bien.

Cada día su lobo se sentía más débil y fue gracias a una poción de Deaton que recuperó algo de sus fuerzas para no verse como un zombie el día de su boda. Todos sus amigos, familia y otros invitados estaban allí para verlo en el día más feliz de su vida aunque no lo fuera. Quería gritar y llorar de frustración por haber sido tan idiota.

Sin embargo, tenía la esperanza de poder ver a Stiles una vez más así que convenció a los ex guardianes del castaño para lo dejaran entrar a hablar con el castaño.

- Hola. - dijo desde afuera de la habitación de Stiles, pero no obtuvo respuesta. - Sé que estás allí dentro, quiero hablar contigo. - el chico no lo dejaría entrar pues si lo hacía el lobo se daría cuenta de su embarazo.

- Vete Derek, ya hemos hablado lo suficiente.

- No Stiles, no hemos hablado. Estoy a punto de casarme con alguien quien no amo. - Derek golpeó la puerta y luego colocó su cabeza sobre ella. - Se supone que debería estar feliz hoy, pero no me siento así. Quería casarme, pero no con ella. Deberías ser tú quien estuviera allí y no Jennifer. - el lobo estaba llorando al igual que Stiles, pero él no abriría.

- No hagas que esto sea más difícil.

- También estás sufriendo Stiles y eso es lo que no quería.-golpeaba la puerta con desesperación. Aunque no amara a Jennifer debía quedarse por su cachorro que venía en camino. - Debe haber otra solución.

- No la hay Derek, ahora vete, ella te está esperando. - ambos se recostaron en la puerta y se deslizaron hasta el suelo dejando salir todo su dolor.

- Te amo. - susurraron al unísono antes de que Derek se marchara a arreglarse para su boda.

No había manera de que pudiera detener todo esto. Talia podía percibir la tristeza en sus hijos y desearía poder evitarlo, pero no había nada que ella pudiera hacer. Ahora tendría un nieto y debía velar por el bienestar del pequeño aún si esto significaba ganarse el odio de Stiles quien no dejaba que nadie lo viera desde hace un tiempo. Ella solo quería saber como estaba, si comía bien o si necesitaba de ella que era como su madre, pero él se negaba a dejarla pasar.

- Es hora. - le dijo a Derek.

- Es hora. - repitió de forma triste. La boda seria en un claro del bosque que pertenecía a los Hale. Todo estaba precioso como una de esas bodas de revista. Una música lenta indicó que la boda comenzaría pronto así que Derek y su madre entraron hacia el altar. Minutos después la marcha nupcial se escuchó y la novia apareció. Todos se pusieron de pie y Jennifer comenzó a avanzar hacia él. Su vientre ya se notaba, pero eso no evitaba que se viera hermosa en su vestido de novia. La tristeza no se iba de igual forma, pero el lobo tuvo que resignarse a su nueva vida. La boda inició.

- Sabes que estás cometiendo el mismo error que mi padre ¿verdad? - le dijo Carmime a Talia pues ambos estaban en la primera fila.

- No había nada que hacer Carmine.

- Sí lo había, siempre hay una segunda opción. Estás obligando a tu hijo a casarse con alguien a quien no ama. - un gran pesar inundó a Talia, ella se había equivocado.

La boda siguió avanzando hasta que llegó el momento de la famosa pregunta que podía detenerlo todo.

- Si hay alguien que conozca de algún impedimento por el que estos dos jóvenes no puedan contraer matrimonio que hable ahora o calle para siempre. - dijo la persona que oficiaba la boda. Todos sabían de más de un impedimento, en especial aquellos que guardaban el secreto de Stiles. Nadie se atrevió a decir algo, pero una gran explosión se escuchó alertando a todos.

El humo negro podía observarse desde donde estaban, pero no sabían desde donde provenía.  De pronto Alicia y Lydia se levantaron de sus asientos alteradas. Alicia tuvo una visión en la que podía ver que la explosión provenía de su casa. Vio a los betas de Steve heridos y otros muertos. La entrada estaba destruída y un hombre extraño se estaba llevando a Stiles. El hombre se giró y pudo ver claramente su rostro. Lydia por su parte podía sentir la muerte muy cerca. Su grito se escuchó y entonces la manada supo que algo andaba muy mal.

La boda se detuvo y Derek se acercó para ver lo que sucedía. Lydia se había desmayado y pronto Alicia haría lo mismo. Sin embargo, ahora sabía quién era el alfa y se le había revelado la identidad del Darach. Había visto claramente como la profesora se convertía en el druida oscuro.

- Detenla Derek. - decía con voz cansada.

- ¿Detener a quién Alicia? - preguntó el lobo.

- A Jennifer, ella es el Darach. - dijo antes de desmayarse.

Todos voltearon a ver a la novia asombrados de la revelacion de la vidente. Ella por otro lado solo se reía ante la atenta mirada de los invitados. Todos los lobos comenzaron a rodearla con la intención de capturarla, pero Darach o no ella llevaba a los hijos de Derek en su interior.

- En vez de querer atraparme deberían preocuparse por el pequeño príncipe. - advirtió la profesora. - Esos betas no fueron obstáculo para que él lograra su objetivo.

- ¿De quién hablas? - preguntó Talia.

- No te hagas la tonta Talia porque sabes muy bien que Deucalion es el responsable de todo. Mientras ustedes se ocupan de mí él se está alejando con Stiles. - vio a Derek. - Y tú querido Derek Hale fuiste tan fácil de manipular a mí antojo al igual que toda tu manada. Todos dejaron solo a Stiles porque creyeron que yo estaba embarazada, pero se equivocaron. - se arrancó el vestido y se transformó en su verdadera forma mountrusosa. - Jamás estaría embarazada de un lobo tan débil como Derek Hale. - Todos la vieron asombrados sobre todo Talia. El sentimiento de culpa creció aún más en ella. - Lo mejor es que jamás volverás a ver a Stiles ni a tu futuro hijo. - Hale la vio confundido. - Oh no lo sabias, el príncipe está en cinta y tú eres el padre. - Derek se enfureció y se lanzó sobre ella al igual que toda la manada, pero Jennifer se esfumó en el aire.

La manada entera comenzó a correr en dirección hacia la residencia de Stiles, pero Derek sabía que ya no lo encontrarían allí así que corrió en dirección hacia la carretera que salía de Beacon Hills. Vio a un auto negro pasar y pudo sentir el aroma de Stiles así que comenzó a correr tras él. Aún estaba débil, pero el saber que Stiles y su cachorro estaban en peligro le dio la fuerza suficiente a su lobo para poder perseguir al auto.

-DEREK. - escuchaba el grito de auxilio de Stiles y eso fue suficiente para que el corriera aún más rápido. - AYUDAME. - estaba muy cerca de alcanzarlos cuando una especie se bomba de humo explotó frente a él. Era wolfsbane y al entrar en contacto con él cayó rodando por toda la carretera.

- DEREK. - fue lo último que escuchó mientras el automóvil desaparecía con Stile a bordo y él quedaba inconsciente. De nuevo había dejado que el alfa se llevara a Stiles, faltó a la promesa que le había hecho al castaño. No pudo protegerlo de quien quería hacerle daño.

Un príncipe peligrosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora