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- Fukutaicho nos informan que Hisagi Fukutaicho está en la entrada preguntando por usted ¿que le decimos?.- preguntaba una recluta aprovechando que estaba dejando unos documentos

- ¿Eh?.- se le hacía raro que él preguntara por ella, pues las pocas veces que había ido siempre entraba directamente.- díganle que aquí estoy.- La recluta solo asiente y manda de regreso la mariposa, medita un poco y mejor decide ir a su encuentro, así podría mejor invitarlo a comer fuera, necesitaba despejarse un poco del trabajo. Lo ve de lejos y estaba por saludarlo con la mano, pero nota que algo no anda bien así que apresura su andar.- Shuhei.- lo dice muy sorprendida.- ¿que te pasó?

- Ei.- le sonríe de lado y muy apenas pues le dolían sus heridas pero aún así aparentando que todo estaba bien cuando claramente no lo estaba.- perdón por molestar pero ¿podrías ayudarme de nuevo?

- Claro, pero vamos a mi oficina, deja te ayudo

- Eh...- dudo, pues sentía de nuevo las miradas y murmullos.- yo solo puedo no te preocupes.- ella solo alza una ceja y suelta un suspiro

- Vamos, te ayudo, no soy tan débil como crees

- No es por eso, se que eres fuerte... pero...

- Creo que ya habíamos dejado de lado ese tema.- sabía muy bien a qué se refería.- anda, muy apenas puedes andar, déjame ayudarte

- Si no es mucha molestia...- no muy convencido se deja ayudar, ella se coloca a su lado para que se apoyara en ella y ahí iban más cuchicheos.- en verdad no...

- Déjalos que hablen.- lo interrumpe.- mientras que nosotros sepamos que los rumores son falsos.- lo mira de reojo.- ademas por lo visto se divierten armando sus propias ideas.- sonríe divertida.- vamos a darles un poco de que hablar

- No conocía este lado tuyo

- Es que si pones atención a lo que dicen te divertirías de la gran imaginación que tienen algunos

Y así ambos empezaron a adentrarse más al 13vo escuadrón. Todos los miraban con curiosidad, trataban de disimularlo pero no podían.

- Me sorprendió mucho que preguntaras por mí en la entrada.

- Bueno, es que quería estar seguro de que estuvieras aquí ya que no quería dar la vuelta en vano

-  Me podías mandar una mariposa directamente

- Es que no tenia una en la mano y pues entre tú escuadrón, mi cuarto o la cuarta división quedabas más cerca tú y pues si no estabas iba a ir directo a acostarme a reposar y ver si me recuperaba

- ¿Eso quiere decir que entrenan a las afueras?.- el joven solo asiente

Llegan por fin a su destino, había sentido que fue una eternidad y pues la verdad andaban algo lento y era por que el no podía andar mas rápido por que todo le dolía.

- En verdad perdón por las molestias.- dice el pelinegro cuando pasan por fin al despacho

- No te preocupes, recuerda que yo te dije que te ayudaría pero no pensé que sería tan pronto

- Lo sé, no quería abusar tan rápido de tu amabilidad

- Con cuidado.- decia mientras lo ayudaba a sentarse.- deja traerte algo de tomar.- estaba por abrir la puerta cuando escucha que tocan y al estar ya frente a ella la abre

- Fukutaicho.- sonaba apenada aquella recluta nueva.- perdón por molestar pero pensé que necesitaría algo de esto.- llevaba una bandeja con bebidas y un botiquín de primeros auxilios

- Muchas gracias Sora-san.- le agradece mientras toma la bandeja

- No hay de que.- le contesta con una sonrisa.- Con su permiso.- hace una ligera reverencia a ambos tenientes y se marcha a toda velocidad

Un amor inesperado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora