La Vida es un Amor (Trilogía)

Capítulo 5

¡A levantarse chicos!- Se oye una voz en el pasillo.
Mientras terminaba de soñar, y abría los ojos, por un momento me desconcerté y perdí la noción de donde estaba.
Abrí la puerta de un portazo y me topé cara a cara con una Jennifer Cepillandose el cabello rosa y largo bruscamente.
Jennifer: Oh Rayos... nos levantamos 5 min tarde.

Son las 7.35- le dije Señalando el reloj ultra caro del pasillo.

Jennifer: POR ESO NERD JAJA, encima es mi misión hoy enseñarte cada rincón de tu nueva escuela. SE LO PROMETÍ AL SR PAUL ASI QUE APURAAAA¡.

Inmediatamente entre para peinarme en mi cuarto y me hice un moño con un lazo color blanco, tenía una chaqueta azul un pantalón rosado y unos zapatos azules brillantes que por cierto están muy bonitos y eran de estreno.

Ambas bajamos las escaleras como si hiciéramos parkour profesional por lo mínimo.
Tristemente en mi primer día de clases, no pude tomar un buen desayuno. Y me alegro de haber organizado todo la noche anterior de lo contrario iría tal y como se fue Max por que se quedo dormido y que solo llevo su triste esqueleto sin más..

Al llegar a la escuela me di con la impresión de tan lujoso esplendor que iluminaba mi feo rostro cada uno de sus cristales mega caros en cada piso.

El piso casi forrado de cristales tan caros que sí probablemente me robaba uno terminaría en la cárcel 10 años ocupando una celda...

Pero no voy a dar más detalles del lugar sólo diré que me trae un poco de recuerdos a cierta película de un mago que estudia en una escuela con otros Magos y..
Jennifer: y... esto fue todo.. ¿Alguna duda?
-No , todo entendido, gracias te buscaré en el recreo.- y me fui hacia mi nuevo salón.

Llegué a algo temprano por cierto porque sólo habían tres gatos y el profesor todavía no había llegado.

Así que visualice un asiento y me senté, conforme pasaban los minutos iban llegando más y más alumnos, y luego llegó Darriel, buscándome con la mirada.
Levante mi mano y el me vio y se sentó a mi lado.
Darriel:¿Primer día de clases eh? No sientes nervios- Dijo mientras chocaba su hombro con el mío.

- Bueno creo que esta de más decir que solo termine la primaria, y que llevo 2 años sin tener educación escolar ni amigos, ni un entorno tan cercano en 4 paredes.

Darriel: Si, yo también opino igual aunque para terminar la escuela solo nos faltan 2 años ¿Que podría salir mal?
¡Ah! Eso sí, un consejo que te daré es que evites hacerte enemigos y mantengas un perfil bajo pero no tan bajo, ya sabes... siempre hay alguien que te hará la vida imposible, no digo que eso vaya a ocurrir pero nunca esta de más un consejito ¿vale?

-Si jeje, gracias, de hecho..

Buen día a todos- Dijo el profesor. Un tipo bajito con lentes y ojeras. Y puso sus libros en la mesa.

Buen día profe. -dijeron algunos, otros - Buen día profesor.

Bien- continuo mientras se alejaba un poco de su pupitre para decirnos algo.

-El día de hoy tenemos 3 estudiantes nuevos, todos ellos hijo del sr Paul *****.- Y todos empezaron a murmurar y lanzar pequeños chillidos, y comenzaron a mirarnos y no dejaban de mirarnos...

Ok clase ya ¡Atención! - dijo aplaudiendo fuerte 3 veces- sus nombres son Valeria Mc***, Darriel Mc** y... Max Mc**..

Que? - dije en mis adentros- Como si ya las cosas no fueran peor es que max se había perdido en el pasillo y abrió la puerta de un portazo..

Max: ¡¡Ya llegue!! Presente , si estoy , yo soy ese Max.

Profesor:Te lo pasaré por alto esta vez , no admitimos tardanzas en nuestras clases pero eres nuevo, ve siéntate.

Max se puso a buscar un asiento, me miró pero yo volteé la mirada.

En la hora de recreo, después de soportar hora y media la clase aburrida, necesito comer, y junto a Darriel nos dirigimos al comedor.

El comedor lucia aún más fantástico y caro que todo lo demás. Tenían un Starbucks, dos cafeterías donde habían muchos postres y hasta había una pileta de chocolate de 1.5 metro de alto.

Con permiso no estorbes.- Dijo una de las populares.-Tu debes ser nueva por eso te lo pasaré por alto.
Le pregunté a Jennifer quién era a lo que ella mencionó que era hija de uno de los empresarios más adinerados del país y que tuviera cuidado con su grupo por que ellos no conocen la compasión.

Qué difícil iba a ser para mí tener que soportar dos años a los populares.

En la cafetería estaban todos clasificados, estaban los deportistas, los científicos, los inteligentes, los sin futuro, los populares y los rebeldes.

No tenía pensado unirme a ninguno sin embargo la idea de unirme a los rebeldes no dejaba de resonar en mi cabeza. Es tan yo.

Después de clases Darriel ofreció llevarme en su moto y comprar un postre, me sentía súper bien pasándola a su lado. Por otro lado estaba Max que no dejaba de molestarme y su actitud hacia que me preguntase si él sentía algo por mí o tal vez solo era mi imaginación.

Esa noche el señor Paul nos preguntó qué tal había sido el primer día de clases y que para alguno de nosotros tal vez se necesitaba un poco de tiempo hasta adaptarnos.

Aquí es donde mencionó que el señor Paul tiene solo dos hijos que son Jennifer y Jason. El resto de nosotros pertenecemos como hijos aún no adoptivos.
Mientras que Max, Darriel y yo éramos adoptados aunque nunca me sentí como parte de esa familia.

Y así pasó medio año y los exámenes finales ya estaban a las puertas, no había tiempo ni de pensar en citas ni fiestas, en nada.