Día 02.

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Abro los ojos de la habitación. Ahora que lo recuerdo en la noche nos emparejaron, cada pareja dormiríamos en una cabaña local. En fin, yo dormí con ese chico pelos griséicos ¿Cómo es que era su nombre? Me quedo pensando por un momento para ver que era Masato Rei san.

Intento volverme a dormir pero siento que estaba siendo observado, aparto la sábana para verlo a él, cabellos griséicos mojados cuyas gotas de agua caían sobre mi rostro endormecido, gotas que sentía heladas, piel blanca como amarillenta, chico de cuerpo muy delgado, cuello largo, perfil perfecto, labios rosados...

Aquí lo tengo conmigo. Tenía un rostro de perrito anhelando atención. Me miraba muy estudiosamente, salvajemente lancé la sábana a que tapara mi rostro, él me arrancó esta de golpe con una fuerza que ¡¿Qué?! ¿De dónde demonios sacó tanta fuerza? Sí.

- ¡¿Qué crees que haces idiota?!- Gruñí. Él sólo me miraba como si estuviese estudiándome.

Él sólo reprodujo Stand Up de J-min. Me tapé los oídos y la cara con las almohadas ciego de furia, pero en parte me alegraba que también escuchase k.pop. Aunque mi cara de ira no lo demostrase.

- Ya despierta, aunque eres menor que yo te comportas como un viejo gruñón ¿Necesitas una lección?

Lección... Lección... Mi cabeza no podía pensar a qué se refería con darme una... ¡¿Golpes?!

- ¿Tú crees que me dejaría golpear?

- Nunca dije que te golpearía- Dijo en un tono burlón arrebatándome la almohada, sin darme cuenta por intentar aferrarme a esta ya estaba sentado, me sentía nervioso, mi pulso estaba latiendo con mucha fuerza, algo sobre mi cuerpo se exparció ¿Adrenalina? Lo sentí acercarse sensualmente hacia mí con una respiración dificultosa- No pondré un sólo dedo encima de ti- Al darme cuenta veo como su mano se acerca a mí poderosamente sensual con una jarra de agua con hielo para echármela.

Doy un gruñido frustrado de la ira ¡El agua estaba tan fría! ¿Quién demonios se cree como para jugarme algo como esto? Yo pensaba que él iba a... Juraba que él iba a... Sentí como mis mejillas ardían a penas tuve ese pensamiento. En parte estaba alegre de que no me fuese tocado...

- ¿Todavía no te vas a despertar? Tengo más agua todavía, oye estás rojo ¿Acaso ibas a...?- Al darme cuenta sentía como algo bajaba lentamente de mi nariz, él se comenzó a reir a carcajadas mientras me sonrojaba- Lo siento. No me gustan los enanos- Eso me dolió a decir verdad- Y menos los gruñones...

- Esto... Es que yo tengo derrames nasales al levantarme...

- Sí claro- Se rió- Por favor báñate, apúrate que vamos tarde.

Un momento... ¿Él se quedó por mí? ¿Va a llegar tarde por mí? Sentí cada parte de mí hacerse pequeña ante eso. Sin pensarlo dos veces me levanté de la cama a darme un baño, me vestí, una franelilla con una bermuda y zapatos deportivos. Salgo rápido viendo como él se sorprendía.

- Pareces un puercoespín- se rió- péinate hasme el favor...

- ¡¡Pareces mi mamá!!- Gruñí instintivamente. Él se rió.

- Nunca fueras tenido un sangrado nasal con tu mamá...- Gruñí de nuevo- Pero está bien, si te soy franco yo también tuve un sangrado nasal al verte dormir- doy un grito de furia- Es que te veías tan adorable, como si fueses un niño prematuro... Nariz corta y pequeña, cabello espelucado con un color negro azulado. Sí, cuando el negro es azulado parece morado... Un precioso rostro de diamante, labios delgados del mismo márfil de tu piel, un cuerpo tan pequeño y delgado pero trabajado ¡Me pareciste adorable! Pero antes que pienses que me gustas... ¿Te repito lo que te dije?

7721 (GAY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora