Capitulo 35

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Narra Christopher

Ella se desploma en el suelo del ascensor. Abro los ojos alarmado.

Se ha desmayado.

Rápidamente voy hacia ella y toco su cara preocupado.

— Dulce, mi amor ¡Despierta! ¿Que te pasa? — pregunto alarmado lleno de preocupación.

Mantengo la calma. Debo centrarme. Tal vez tiene claustrofobia o algo parecido.

¿Alguna enfermedad? Espero que no. Esperaré a que arreglen el maldito ascensor y la llevaré al hospital.

Eso haré.

Me siento en el suelo la acuesto en mi pecho con la cabeza apoyada en mi hombro izquierdo. Beso su cabeza y acaricio su pelo con cuidado.

— Cuidaré de ti aunque no quieras, mi fiera indomable. — le susurro aunque no me escuche.

Acaricio su rostro ahora. Tiene la piel suave y delicada, deseo tanto acariciar y besar cada zona de su cuerpo, deseo que se estremezca de placer en mis brazos, sintiendola mía eternamente.

Pero todo a su tiempo. Todo a su debido tiempo.

— Ojalá tu corazón ceda ante el amor, ojalá tú corazón me de la oportunidad de amarte como mereces, porque amar también es de valientes Dulce, también lo es. — digo sin saber si me escucha o no. Su respiración es lenta. — Te amo, eres una irresistible tentación para mí. — añado besando su cabeza de nuevo.

El olor de su perfume entra por mis fosas nasales. Es tan embriagador.

Un sonido se escucha fuera del ascensor. Las luces se encienden y el ascensor vuelve a funcionar. Baja.

Ya está. Se me acabó el momento romántico.

Las puertas se abren para ver la silueta de dos hombres con trajes de Bomberos entrar al ascensor y acercarse a Dulce. 

La revisan.

— È svenuto quando l'ascensore ha fallito. — les explico en Italiano a los bomberos. Ellos asienten y siguen revisandola.

"Se desmayó cuando el ascensor falló."

Recuestan a Dulce en uno de los sofás que hay en recepción. Le pasan alcohol por la nariz y segundos después despierta. 

Mira a todos confundida. No está entendiendo nada.

— ¿Que pasa? — pregunta aún sin recordar.

El capitán de los bomberos le habla.

— Sei svenuta, signorina, la pressione sanguigna è calata. Dovrei andare dal dottore. — le recomienda el bombero.

" Se desmayó señorita, se le bajó la presión. Debería ir al médico. "

Ella lo mira mal y río por lo bajo. Odia que le digan lo que tiene que hacer.

— Grazie. Voglio andare nella mia stanza adesso. — dice ella arrogante.

"Gracias, quiero ir a mi habitación ahora. "

El bombero asiente sin decir nada más e intenta ayudarla a levantarse pero ella no se deja y cae al sofá. Sigue mareada.

Sin avisar me acerco a ella y la ayudo a ponerse en pie, se queja e intenta alejarme pero no la dejo.

— Deja que te lleve ¿O prefieres que ellos lo hagan? — le pregunto agarrándole de la cintura.

Ella gruñe enojada pero acepta.

Irresistible TentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora