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Palabras: 8263
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-Oye damisela...¿qué te parece si vemos una película?
No había mucha gente haciendo cola para entrar al cine, y Freya lo vio de lo más normal, las películas se disfrutaban mucho más durante la noche y no a las cinco de la tarde...al menos para su exquisito gusto, solo por eso en otra ocasión no habría querido entrar, pero viendo la situación en la que se encontraban ir al cine era una maravillosa idea para matar el tiempo.
-Ahm...de acuerdo.- Se encogió de hombros.- Parece que por primera vez vamos a estar conformes con algo.
Pero Freya no sabía que había escogido unas muy malas palabras, pues a Bakugou no le gustaba eso de pagar por ver una película cuando ese dinero podría gastarlo en comida.
Al fin y al cabo un buen y suculento plato de carne haría más por ti y por tu salud que una película.
Freya observaba las carteleras con una pizca de ilusión, estaba con un hombre la mar de vulgar y estaba siendo un día de mierda pero alomejor las cosas comenzaban a girar a su favor...¿no?
-¿Cuál quieres ver? Te advierto que el cine de terror no es mi fuerte pero podemos ver...¡ah!
Bakugou había tirado de ella alejándola de la cola, Freya no estaba entendiendo absolutamente nada, pedía explicaciones mientras se dejaba arrastrar por él pero no acababa por recibir una respuesta clara. Aunque no tardó en deducir lo que estaba a punto de ocurrir, cuando llegaron a la parte trasera del cine.
-No me fastidies...no pienso entrar así.
-No he preguntado por lo que quieres tú.- Soltó divertido mientras subía por las escaleras que daban a la puerta trasera.
-¿Enserio? ¿Has tenido dinero para comprarme unos zapatos pero no tienes dinero para comprar dos entradas?
-Oye princesita.- Frenó en mitad de las escaleras apoyándose en la barandilla.- No me sobra el dinero, además...una película la disfrutas mucho más cuando es gratis.
-No pienso ir.- Soltó con notoria molestia mientras se cruzaba de brazos.- Eres un delincuente, no puedes hacer eso, está mal.
-¿Y quién dice que está mal?
-Pues la ley...¿es qué eres idiota? Bajate de una vez, inconsciente.
-¿Si la ley te dice que es obligatorio ir desnuda por la calle...lo harías?
-¡P-por supuesto que no!
Jugar con la mente de una ricachona con los ojos cerrados al mundo exterior era un pasatiempo que a Bakugou le estaba encantando.
-Pero eso sería romper las normas también, ¿no?
-UIISH..cállate ya.- No quería que se siguiera burlando de ella de esa manera así que cedió subiendo las escaleras de muy mala gana y pasando por su lado con su cabeza bien alta, sin tan siquiera mirarle, todo bajo la atenta y divertida mirada de Bakugou que la siguió con total tranquilidad.
