No creía poder comprenderlo. Perdida entre mis propios pensamientos, soñaba todos los días con encontrar la verdad de este sentimiento.
No veía quién. No sabía cómo. Simplemente me perdía. Asi era. A diario.
Tenía miedo, no podía dormir, comencé a rezar para que mi angustia no desbordará. Hablé con mis abuelos. Sí. Con mis cuatro abuelos. Les pedí que por favor me ayudaran a descansar bien.
Y me quede dormida. Comencé a soñar que estaba en la casa de ellos, miraba por la ventana y estaban construyendo un edificio. Alto bien alto. Antes se podían ver las montañas. Ahora, la estructura no lo permitía.
Cada día nos levantábamos y el edificio crecía más y más. No recuerdo el nombre de la empresa que lo llevaba a cabo.
Simplemente me despertaba todas las mañanas, y crecía. No paraba de crecer.
Una mañana, mire por la ventana y mi papá me pidió que lo ayudará a armar la mesa redonda.
Fuimos al living, todo estaba oscuro. Armamos la mesa. Estabamos felices, mientras yo me seguía preguntando porque el edificio no paraba de crecer.
Pregunté al resto acerca de mis inquietudes. Todos parecían encontrarlo normal.
"Los edificios se construyen con rapidez. La tecnología lo permite y la empresa está pagando muy bien a los albañiles"- me respondía mi hermana.
Quisiera creer que era eso. Pero para mí, se debía a otra cosa.
Podrían llamarlo magia, brujería, milagro, tantas palabras para poder mencionar aquel efecto que me hacía soñar cada mañana.
Llegó un punto que ya no podía ver el sol.
La casa se oscurecía cada vez mas y mas.
Allí estaba yo, con las plantas creciendo alrededor mío, con las personas grises observándome sin que nadie lo notara.
Allí estaba yo, en un mundo completamente normal con hechos completamente anormales.
Los días pasaban y mi vida se convertía en un vaiven de emociones encontradas.
Salidas sin sentido.
No lograba nada más que fingir que todo iba bien. Pero las situaciones comenzaron a desbordarse cada vez más.
El espectro se acercaba a mí todas las noches y yo sólo cerraba los ojos bien fuerte para no detenerme en su mirada penetrante.
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Coleccionista de palabras
Short StoryHe coleccionado momentos. He llegado a sentirme vacía por dentro. Sin embargo, las palabras, están allí para salvarme.