one more day

Prólogo

«esta soleado allá afuera es... muy temprano son... ¿las 6 am? *suspiro* que cansancio debería levantarme ya, hoy iré a las albercas con mi familia, será divertido, me levantare a hacerme un café» estoy un poco somnoliento pero aun así me levanto por algo de café.

—oh hola hijo, despertaste tan temprano? sabes que es sábado verdad?—dice mi madre.
—si lo se *bostezo*, pero que no iremos a la playa hoy?. —digo mientras doy un sorbo a mi café
—ALBERCAS —replica ella—.  —pero si, aun así tenemos que esperar a que tus hermanos se despierten y son demasiado flojos tardaran unas cuantas horas mas.
—¿a que hora es? —digo de manera curiosa. 
—sinceramente no lo se tu hermano es que sabe todo yo simplemente estoy arreglando las mochilas, por cierto ayúdame y búscate ropa a ti y a tu hermano por favor. —responde ella.
*suspiro*—me da mucha pereza, que lo haga el. —digo yo.
—por favor solo hazlo no te cuesta nada. —dice con voz de perrito atropellado así que cedo.
—esta bien pero deja de hacer eso conmigo sabes que me incomoda. —digo con tono molesto

—lo se por eso la hago. —dice con una expresión maliciosa y burlona.  mi madre y sus burlas tontas...

—Joel despierta hora de irse. —dice mi hermano mayor.
—hjmm?, esta bien Víctor pero dejame dormir un poco mas. —digo con voz suave y adormilada.
—ah si.. no eso no pasara tenemos que irnos ya, si no, no podremos entrar recuerda que es un viaje de trabajo y si llegamos tarde se irán sin nosotros. —dice el con voz firme pero no molesta.—esta bien, ¡oh espera no he echo la mochila! —digo con voz preocupada.
—no te preocupes por eso Alejandro se encargo. —dice de manera reconfortante.
«espero que madre no este enojada». 
—Bien es hora de irnos.  —termina diciendo el antes de sacarnos a todos de casa.

tardamos en llegar unos 40 minutos, en el camino me la pase escuchando música en mi pequeño mp3.
llegamos a un rancho, era precioso esta super bien cuidado y tenían algunos caballos y era realmente ENORME estaba claramente emocionado.
—nombre. —dice el guardia que estaba en la entrada.
—soy Víctor Suárez. —dice mi hermano algo nervioso.
—bienvenido pase por favor y sigan las instrucciones para que no se pierdan de nada de lo que esta preparado y que disfruten. —dice con una pequeña sonrisa.

solo entrando a la zona de albercas nos impresionamos ¡habían unas 5 albercas enormes! y había toboganes y cosas, estamos realmente emocionados.
—¡voy a apartar una mesa!. —grito y salgo corriendo a sentarme en la mesa perfecta justo al lado de la alberca mas honda y con 2 toboganes.
—así que procedo a quitarme la camisa, los tenis y los calcetines y entrar, pero el guardia me detiene y dice. —menores no pueden entrar hasta dentro de 2 horas por ¨seguridad¨ lo siento chico. —accedo de mala manera después de haberme quejado un poco.

después de un rato mi madre compra... ¡una piña! a quien se le ocurre? pero espero a poder entrar mientras disfruto de una rebanada piña y hablar con mi hermana Elizabeth. pasadas las 2 horas el guardia me pregunta. —¿entraras en la alberca honda?, ¿sabes nadar?. —a lo que respondo. —si y si. —entro a la alberca y me pongo a nadar con mi familia. 
—¡esperen! esta muy honda no puedo entrar me da miedo. —dice Alejandro (tan solo tiene 10 años). —mi madre al ver esto dice. —acompáñalo a la pequeña por favor Joel. —con voz de perrito atropellado. 
—pongo los ojos en blanco, gruño y lo acompaño. obviamente no podía dejarlo ahí solo así que tenia que quedarme a cuidarlo en una alberca que me llagaba al ombligo. 
—oye no quieres ir por algo de comer?. digo con la esperanza que diga que si y así tener la escusa de que no puede entrar a la alberca por que ¨le dará un calambre¨. 
—¡si!. —responde el.
—vamos por una hamburguesa te parece?. —digo con una sonrisa maliciosa.
dicho eso vamos en camino a un ¨restaurante¨ en el que te daban una comida gratis con un boleto que te daban al entrar así que uso el boleto y recibió una hamburguesa. 
—ven vamos a la mesa a que comas. —digo entusiasmado por entrar a la alberca.
accede.
—ya acabe. —dice satisfecho.
—perfecto. —le digo.
se pone de pie y va en camino hacia la alberca.
—a donde vas?. —le digo con la sonrisa mas maliciosa que puedas imaginar.
—a la alberca, asi que vente. —dice con superioridad.
—esta bie... oh espera acabas de comer no puedes entrar a la alberca. —digo con un falso tono triste.
—!¿que?! por que?. dice molesto.
—pregúntale a mamá. —le digo caminando hacia la alberca.

al entrar a la alberca me reencuentro con una vieja amiga que no miraba hace unos años. 
—¡hola como estas hace muchísimo tiempo que no nos vemos!. —dice claramente feliz y me da un abrazo.
—hola que tal te ha ido Michelle?. —digo mientras respondo al abrazo.
—¡super bien!, oye mira ella es Zaylen. —dice sonriendo.
«WOW es realmente atractiva, es chaparrita tiene el cuerpo increíblemente sexy y el pelo bastante largo, se le mira precioso de ese color castaño, es simplemente hermosa» . —h-hola me llamo Joel un gusto.