||Capítulo 10||

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Cuando Auron estaba con Vegetta y Mangel...

Adan estaba por salir del búnker después de intentar inútilmente acariciar a Frederick que le ignoraba tan fríamente.

Y pensar que era el mismo pollito que batía sus alas con tanta felicidad y se subía a la cabeza de su dueño cacareando feliz.

En fin, el alfa le dió semillas y revisó que todo en casa estuviera bien, y decidió salir a caminar por el pueblo mientras Auron regresaba.

Ya sabía que el omega tardaba y se podía pasar toda la mañana en casa de uno de los dos omegas contándose cosas entre si y pasándola bien.

Y necesitaba pensar que hacer ahora, ya había besado a Auron, había sido correspondido, todo había sido en el momento, y le había encantado esos labios tan suaves.

Estaba distraído pensando en varios opciones que tenía si quería que el omega estuviera con el, porque si, había aceptado que Auron le gusta, incluso siendo cachado por Lolito en el consultorio el día anterior.

Se detuvo al escuchar la voz de Rubius llamándolo.

Rubius: Eh chaval, ¿Todo bien?

Dijo sonriente mientras tenía un pico de diamante encantado en mano.

Adan: Si, todo bien.

Le dedicó una sonrisa.

Más atrás venía Lolito corriendo que se acercó también.

Lolito: Rubius cabron me dejaste en la tienda.

Rubius: Perdón, pensé que me seguías.

Lolito: Hombre Adan, ¿Que haces amigo?

Adan: Solo caminaba, Auron está con Vegetta y Mangel y se que llegara en unas horas, por lo que hago tiempo.

Rubius: Tiempo eh.

Ambos alfas se miraron cómplices con unas sonrisas.

Lolito: ¿Alguna novedad?

Adan solo los miraba sin entender.

Adan: ¿Cómo?

Rubius: Ven con nosotros.

Lolito le dió un pico de diamante encantado a Adan.

Lolito: Vamos a minar.

[•••]

Adan: Entonces yo también me resbalé con el tomate y, bueno, terminé acorralandolo en la pared de la cocina, y nos besamos.

Contaba con un sonrojo en las mejillas mientras picaba dos diamantes.

Rubius: ¡Primer beso!

Lolito: ¿Y que pasó después?

Dijo con el interés palpable.

Adan: Bueno, limpiamos y comimos con normalidad.

Secó un poco de sudo que escurría por su frente por el esfuerzo.

Ya llevaban más de una hora picando arduamente.

Rubius: ¿Y planeas invitarlo a alguna cita tal vez?

Adan sonrió al escuchar eso.

Adan: La verdad si, quiero, comenzar a cortejarlo.

Los dos alfas sonrieron al escucharlo.

Lolito: Tienes mi apoyo.

Rubius: El mío igual.

Ambos alfas se miraron.

Rubius: Pero...

Adan los miró un poco curioso.

Adan: ¿Pero?

Murmuró.

Lolito: Si lo lastimas, ¿Sabes lo que se viene no?

Rubius señaló las partes de Adan y después su espada.

Adan: Yo nunca lo lastimaría, se los prometo.

Lolito: Perfecto.

Rubius: Ánimo y que la cita salga bien.

Adan: Gracias.

Sonrió y continuaron minando con normalidad, ahora que Adan tenía la seguridad de invitar al omega y el apoyo de dos amigos, se sentía más confiado.

[•••]

Adan caminaba con seguridad a casa, llevaba varios material útiles con él conseguidos en la mina, aunque sabía que Auron ya tenía hasta de sobra en su sala de cofres, pero aportaría más, al final de todo la casa era de ambos ahora y sentía la obligación de ayudar en todo.

Al llegar a casa, miró como Fargan y Willy intentaban poner minas en el suelo.

Rápidamente Adan tomó su comunicador y llamo a Alex.

Comisario Alex, Fargan y Willy están poniendo minas en casa de Auron.

Voy.

El alfa que se hacía pasar por beta se recargó en el tronco de un árbol escondido mirando todo lo que hacían, quería que el comisario los encontrará con las manos en la masa.

A los casi segundos llegó Alex, que al mirar el acto criminal, soltó un fuerte y claro.

Alex: ¡Alto, policía!

Rápidamente Fargan y Willy levantaron las manos.

Willy: La cárcel de nuevo no.

Alex: Fargan, se supone que eres policía.

Fargan: No estoy de servicio.

Dijo alzando los hombros.

Alex: Los dos se vienen conmigo.

Fargan y Willy se miraron, para después correr.

Alex: ¡Eh, alto!

Adan solo miró con una sonrisa tranquila la persecución y como unos guardias de Karmaland les daba el alto a los dos amigos amantes de la destrucción.

Adan: Y ahora, ¿Cómo las quito?

Se quedó pensando un momento, hasta recordó tener un libro útil que podría ayudarle.

Así que entró a casa con cuidado y después de leer un poco salió logrando desactivar y remover las minas.

Adan: Listo.

Sacudió sus manos y entró nuevamente, esperando por el omega.
























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UwU

Omegaverse-Adanplay.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora