I

8.4K 679 240
                                    

Hinata acaba de pisar suelo japonés, finalmente estaba de regreso en su tierra natal, una gran nostalgia lo golpeo al bajarse del avión y ver todo escrito en letras que el estaba totalmente familiarizado, un gran placer inundó su cuerpo al saber que no había vuelto con las manos vacías, estaba preparado para cualquier cosa que se presentara en su vida deportiva. Afrontaría cualquier reto.

Sus ojos veían en todas las direcciones buscando a alguien en específico, una persona que amablemente se había ofrecido en ir a recogerlo y darle una muy buena bienvenida. Kozume Kenma, su novio, con el cual no se había visto desde que se había ido al otro lado del mundo, exactamente más de tres años distanciados, era difícil llevar una relación a distancia, pero el amor entre ellos era más potente que cualquier otra cosa, se amaban tanto que valía la pena esperar a su reencuentro.
El mayor era paciente, podía esperarlo los años que quisiera, el estaría ahí para el, después de todo le había costado mucho declararse al pelirrojo y tirarlo a la borda como si fuera nada, era ridículo, estaba enamorado perdidamente de él.

Recordaba muy bien la vez que le confesó sus sentimientos, Shouyo estaba en su último año de preparatoria y el había ido a verlo jugar en las nacionales, su amigo de la infancia, Kuroo, le repetía una y otra vez que se lo dijera que el pelinaranja de seguro sentía lo mismo; Kenma se negaba por completo, el ya había llegado a una decisión de admirar su belleza desde lejos. Cosa que claramente no termino pasando, le hizo conocer sus sentimientos amorosos, no esperaba ser correspondido, pero Hinata le dijo que el le gustaba desde el campamento de verano.

Aunque el se había declarado, Shoyou había pedido ser su novio.

Por la distancia no podían tener nada físico, pero incontables veces tenían conversaciones subidas de tono y más de una ocasión habían llegado a tener sexcam. En fin, era normal desearse con tanta intensidad.

Entre la multitud fue capaz de ver el peculiar cabello de su novio, cruzaron miradas, ambos quedaron estáticos al verse de nuevo los rostros, el tiempo se detuvo por unos segundos. Hinata sintió sus ojos aguados y sin pensarlo mucho corrió hasta el, poder sentirlo era lo mejor sin duda, el mayor paso sus brazos por la cintura de su amado y lo abrazó de igual manera, acariciaba su espalda consolandolo.

-¡Kenma!

-Bienvenido, Shouyo -susurró con suavidad en el odio del menor, haciendo que este sintiera un escalofrío por toda su columna vertebral, sus rodillas temblaron un poco.

Sin importar la gente que estuviera a su alrededor, deposito un beso en los suaves y delgados labios de su amado novio, lo deseaba, más que nada en el mundo. Había esperado mucho para hacer eso.

-K-kenma... te extra-ñe mucho... -sollozo, su voz se entrecortaba sin querer.

-Yo igual te extrañe mucho. Shouyo ¿que tal tu vuelo? -se se hundió en el cuello del pelirrojo, embriangandose con su aroma.

-Siendo sincero, mi asiento estaba al lado de una madre con su bebé y paso llorando la mayoría de tiempo, además me duele todo y estoy seguro de que tengo el trasero cuadrado de estar veinte horas sentado.

Bromeó, el mayor soltó una pequeña risita, lo único que podía pensar Shouyo en ese momento era lo apuesto que era su novio y sobre todo ardiente. Se relamio el labio interior y tomo la mano del contrarío.

-Vámonos, deje el auto estacionado cerca de aquí.

Hinata asintió y se dejó guiar por el de cabello largo, en conjunto se llevaban el equipaje. Salieron del aeropuerto de la mano, sin soltarse en ningún momento, dejaron las maletas en la parte trasera del automóvil.

-Estoy cansado y tengo hambre -se quejó subiendo al asiento del copiloto. El mayor ya una vez sentado en el asiento del piloto, de reojo vio al pelinaranja, era simplemente hermoso, los últimos rayos de sol brillaban sobre el.

-Preparé la cena, especialmente para ti.

-Puedo jurar que cada día estoy más enamorado de ti -hablo haciendo un puchero, lo había logrado, hizo reír de nuevo a su novio.

-Te amo, Shouyo -hablo con su tono habitual de siempre. Hinata quedo algo sorprendido por eso, en verdad siempre era el que decía te amo primero y que el mayor hubiera tomado la iniciativa lo había enloquecido.

-Creo que yo te amo más -respondió juguetón, tomo el rostro del pelinegro y atrapo sus labios con los suyos, el beso subía de tono cada vez más, mordidas y lamidas a medio beso.

Se separaron, sus respiraciones eran agitadas, un leve color carmesí en sus mejillas, eran adultos, sabían lo que hacían y no sentían vergüenza de eso.

-Vamos a casa primero -dijo el de ojos ámbar encendiendo el auto, aunque en ningún momento sacándole los ojos de encima a su amado, puso una de sus manos en el volante y la otra sobre el muslo de menor.

Durante todo el camino su mano estuvo sobre la piel bronceada, pero Shouyo cayó dormido, el mayor comprendió eso, tener un vuelo tan largo de todas formas era cansador. Kozume apagó el auto y con delicadeza lo despertó.

-U-mmh, Kenma -musitó cansado, apenas abriendo los ojos y tirándose sobre el mayor. Para este ese sonido había sonado muy sensual.

-Shou, llegamos -le hablo despacio.

Una vez dentro de casa, en la entrada se quitaron el calzado, Shouyo respiro hondo sintiendo el olor del hogar de su novio, le gustaba mucho. Era grande pero muy acogedora.

-Hay que cenar juntos -dijo el menor abrazandolo por la espalda.

-Si, después tengo que trabajar, pero una vez termine iré a dormir contigo -se giro para ver el rostro de su pelirrojo, lo acaricio y le dio un beso en la mejilla.

-Para mi está bien -dejo salir una risita.

Ambos fueron al comedor, se sentaron frente a frente en la mesa típica oriental, como había dicho Kenma, la comida estaba lista y para la sorpresa del pelirrojo era su comida favorita, Tamago gohan. Estaba tan feliz, cada bocado lo daba con una sonrisa en su rostro, el de rasgos gatunos no le quitaba la mirada de encima, se sentía tan bien tenerlo de nuevo con el.

-Extrañaba tanto la comida japonesa, muchas gracias -tras decir eso gateo hasta donde estaba el mayor y lo abrazo.

-No es nada, se que es tu comida favorita y que te gusta mucho -dijo mientras acariciaba los cabellos anaranjados.

-Eres el mejor -le dio un corto beso en los labios para luego levantarse -Me iré a dar una ducha y a dormir.

Kozume asintió con la cabeza y vio a su novio alejarse por el pasillo, sus ojos eran los mismos de un animal viendo su presa, tenía todas las ganas de deborarlo y así sería, pero no sabía por cuánto más podría aguantarlo.

Lo necesitaba, necesitaba su cuerpo desnudo.

-Oh, Shouyo... -susurró para si mismo con una sonrisa traviesa en sus labios.

- ♡ -

Welcome, Shoyou.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora