Las gotas caían sin cesar, aumentando cada vez más, unas nubes grises tapaban un cielo oscuro con escasas estrellas. El mal clima no parecía cambiar. La noche empezaba a caer y junto a él los truenos
La poca gente que hacía afuera de su hogar se abrazaban ellos mismos por el frío que hacía o buscan refugio, solo los guardias de la aldea parecían no caer ante el clima, aunque en el fondo rogaban por algo de calor.
Se pensaba que los dioses estaban enojados para entregar tal noche de lluvia con un frío infernal recorriendo toda Karmaland.
La lluvia no parecía tener fin y los relámpagos se hacían presente, empeorando el camino a casa de un castaño con sus dos pequeños, no pensó que la noche les caería encima sin embargo su suerte no era mucha.
Él y sus pequeños habían salido por provisiones, se suponía que regresaría antes del anochecer.
Los niños ajenos del peligro que corrían en el bosque se separaron de su padre, correteando entre ellos ignorando los sonidos de alerta que se les habían enseñado, perdiéndose de la vista del mayor quien apenas pudo seguirles el paso.
Luzu se puso en alerta sacando su arco y flecha para defender, empezó a buscar a los niños corriendo con desespero. Solo gritos pudieron guiarlo, estaban solos con un clima horrendo dejándolos a merced de cualquier ataque. Era en esos momentos donde deseaba que Auron estuviera para ayudarlo.
Los gritos cesaron casi de la nada preocupando aún más al mayor, era en la noche donde los monstruos aumentaban, cuando por fin encontró a los pequeños se llevó la peor sorpresa de su vida, los niños de ojos pardos y cabellera casi negra se encontraban echados en el pasto frío con los ojos cerrados y sujetándose de la mano.
Cómo pudo, el de mirada rubí tomó a ambos infantes y empezó a correr de vuelta a la aldea, la cual se encontraba más cerca que su casa.
Nunca olvidaría esa noche donde por un descuido perdió a su hija, la niña que más amaba.
La mañana inician tranquila, hubiera sido un buen día si tan solo no fuera el entierro de una niña con apenas 5 años, Luzu apenas podía procesar lo que estaba pasando, el otro pequeño estaba dormido, como se los diría a Auron estaba muy lejos y hace más de un mes que no le llegaban carta o noticias del pelinegro.
Sus ojos otra vez estaban rojos por el llanto, no dejaba de llorar desde anoche, lamentándose por lo débil que es, no había podido proteger a los únicos que lo motivaban a seguir.
Después de la pequeña sepultura, el castaño se dirigió a su casa con su pequeño en brazos mientras lo consolaba, no quería hablar con nadie y sus amigos parecían respetar esa decisión. Las cosas no podrían empeorar ¿verdad?
Llegando a su hogar noto que en su buzón se encontraba una carta de la persona quién se suponía debía estar para él, primero recostó a su niño en su cuna para leer la carta.
Era de Auron estaba rompiendo con él, dejándolo completamente solo y con un dolor más en su corazón. Siguió lamentándose en silencio no quería despertar a Aarón con sus llantos, el pequeño ya había pasado por mucho y no quería preocuparlo más, debía ser fuerte por él.
El día concurrió normal, por así decirlo, siguió con sus deberes y manolo lo ayudaba, su hijo también lo hacía, alimentaban a los animales y cosechaban los cultivos listos para generar ganancias. No salieron de casa y ninguno vino a verlo.
La noche llegó, acostó a su niño, arropándolo y deseándole buenas noches, dejando a manolo su cerdito con el más pequeño para que lo protegiera. Iba ser difícil para ellos superar todo, pero lo harían.
ESTÁS LEYENDO
A new begnning (luzurex)
FanfictionAuron deja Karmaland por mucho tiempo, Luzu cae poco a poco y Willy intentara ayudar. Luzurex Mención del Luzuplay One-Short