The nine lives of Chloe King.

01: Yo deseo...

Ya era de mañana, ¿por qué razón tenia que amanecer tan rápido y pronto?

- ¡Chloe, levántate! -Dijo mi madre adorada desde afuera de mi cuarto, tocando la puerta.- Juro por Dios que hoy no te voy a llevar en auto al colegio.

Que asco, solo refunfuñaba en la cama, mi cama hermosa. Justo cuando se pone más cómoda tiene que amanecer, puta endemoniada vida mía. Pero, púes me tendré que parar, no hay opción.

Mi celular suena en mi mesa de noche al lado de mi cama. Lo tomo, miro el mensaje y sonrió.

Salgo corriendo de la cama hasta mi armario, rápidamente, muy rápidamente.

**

- Chloe King, si no estás aquí abajo en cinco segundos, voy a subir a buscarte allá arriba.

- Calmate, doña loca, o vas a acabar explotando algo que quizás puedas necesitar -Digo llegando a la mesa del comedor donde se encontraba mi madre sentada allí. Iba directo a salir de ahí.

- ¿Chloe?

- Lo siento, no tengo tiempo. Tengo una madre muy mala que no me va a llevar al colegio.

- ¿Chloe? -Dice de nuevo, mirándome por detrás.

- ¿Qué? -Me volteo mirándola sonriendo de manera forzada.

- Siéntate -Ella me mira apuntando a la silla a su lado. Rodeo los ojos y lo hago, me siento y la miro sonriendo.- ¿Y bien?

- Bien, veamos... He sacado un notable más en el examen de geometría, y eso es bastante más de lo que esperaba... -Digo hablando rápido.

- Sí.

- Oh, y esa chica Vanessa que todo el mundo pensaba que quedaría embarazada...

- ¿Sí?

- Esta embarazada.

- Oh no.

- Y no, en ningún momento un chico guapo miró hacia mí y dijo, "Hola Chloe", así que si, todo esta bien en el mundo. ¿Contenta?

- Mucho. Ve.-Me dice una vez que termino y me sonríe, tomo mi mochila y me levanto de la silla.- Y Chloe...

- ¿Eh?

- Saluda a Amy y Paul de mi parte -Dice tomando un periódico que estaba encima del estante de salsas, la miro confundida.

- ¿Como sabías que iba...?

- Eso es porque estoy al mando aquí hija, lo sé todo -Dice y me guiña un ojo.

- Envíame un mensaje.

- Yo también te quiero...

- Implícito -Y salí de ahí disparada como una bala.

Me encontraría con mis dos mejores amigos, Amy y Paul, en un río donde siempre nos veíamos, desde los siete.

Llegue rápidamente y me senté en el gran banco, los miré y de pronto note la presencia de algo mas, tenían una mini torta, estaba en las manos de Paul.

- Rápido, pide un deseo -Dice Paul poniendo la mini torta frente a mi.- Mi mano esta ardiendo.

Sople rápidamente la velita mientras sonreía.

- Y ahora estoy cubierto de saliva. Definitivamente esto es para ti -Dice dándome la tortita.

- ¡Feliz pre-cumpleaños! -Dice Amy tan tierna y feliz como siempre.

Amy era una chica totalmente hermosa: ojos azules claros, cabello negro, sonrisa perfecta, cuerpo escultural; era como una pequeña muñeca de porcelana, y ni hablar de su personalidad, era lo mas adorable y amable de este mundo.