Una llamada

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Talvez comenzar nuestra historia de esta manera, no pude ser la correcta, pero en sí nada fue correcto en lo nuestro. Dicen por ahí que un final es un nuevo comienzo, y desde que lo pienso con claridad tres años después me asombra que esa simple oración esté tan llena de verdad. Tal vez si mi mama no hubiera muerto nunca me hubiera me ubiera armado de valor para hacer lo que hice, sin mencionar que ella me pidió que lo hiciera en una carta que estaba en el baúl del ático lugar al que nunca me dejo acercarme ni un poco, me daba igual a los diez años perdí la curiosidad por saber que tenía.

Y aquí vamos...

Mi nombre es Alexia Collins tengo 19 años, mi tes es aperlada, tengo el cabello negro hasta la cintura, mis amigos insisten en que mi parecido con la modelo Kristina Romanova es idéntico, yo en lo personal siento que mi cara es un poco más circular y mis labios más gruesos sin mencionar que yo no estoy extremadamente delgada, mido un metro y sesenta centímetros, mis caderas son pronunciadas conforme a mi cuerpo delgado, mi cintura es de cincuenta centímetros y mis pechos son algo sobre salientes igualmente conforme a mi cuerpo, mis ojos son color verde y en ocaciones contrastan con mi atuendo haciéndose ver celestes, azules o grises. Actualmente vivo en Chicago, aquí el clima es perfecto a pesar de la ausencia del sol y calor, me gusta no me imagino usando shorts o algo por el estilo, me gustan los gorros, las chaquetas, botas y todo lo que tenga que ver con el invierno, sin mencionar que soy estudiante de Psicología estoy en cuarto año y cada vez me emociona más la graduación. Mi mama era una implacable abogada claro que quería que estudiara eso pero me considero alguien más interesante a pesar de que mi vida es la típica vida de una porrista de preparatoria, en mi armario predominan los tacones vestidos, tengo más maquillaje que cualquier chica a mi edad, paso demaciado tiempo con mis amigos sin importar lo falso y plásticos que ellos sean y el fin de semana lo disfruto al cien, sin preocuparme a que hora llegar a dormir, sin embargo estoy cansada de esa mierda, por otra parte estoy más vacía que un cono de helado, pero es mejor así, que ser ignorada, esta soy yo, y apesar de todo me considero auténtica.

Octubre 28 ..

Me encuentro en el gran recibidor de mi casa haciendo llamadas hasta la otra parte del mundo por que sin querer esto de conocer a mi padre se ha enterrado en mi mente y no pienso otra cosa, más que encontrarlo, tengo curiosidad, tengo muchas preguntas por hacer que no pude hacerle a mi madre, por miedo a revivir algún pasado oscuro, no quería verla triste, pero no sentiría ningún tipo de sentimiento preguntándole algunas cosas a alguien que no conozco pero irónicamente llevo la sangre de ese alguien en mis venas.

Decidido, si me manda ala mierda no lo busco más y se terminó, es estúpido que alguien llame una mañana a tu casa diciendo hola soy tu hija a la que nunca conociste y toda esa mierda, sólo quiero terminar con esto, he sido feliz sin conocerlo y eso no tiene por que cambiar ahora.

Al teléfono.

"Hola? Mi nombre es Alexia Collins, podría decirme a donde estoy llamando?" - pregunto con mi voz entrecortada, de alguna manera no quería que terminara tan rápido

"Sería mejor que me dijeras con quien quieres hablar?" - responde la voz de un chico joven puedo notarlo al igual que notó la intriga en sus palabras.

"Quiero hablar con Tom... Kendrick" - respondo aún más nerviosa notandome como una loca.

"Quien le llama?... Si se puede saber y para que?" - responde irritado, pensé en colgar la llamada pero puedo llegar a ser más impotente que cualquiera.

"Te dije que soy Alexia... Alexia Collins de Chicago Illinois, es un asunto personal acerca de una persona que... El conoció, le interesara saber, quien soy" - respondo, después tres segundos no tengo respuesta.

One million years {zaynMalik}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora