Smile

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Me considero optimista pero, ¿Por qué estoy temblando?.
Sus palabras me paralizan, me hacen ver todo de forma negativa.

Mi cabeza giró hacia la pared, donde permanecí segundos pidiendo que se vaya en ese mismo instante.

Lo vi con una chica, abrazados y sentí pena por ella, sentí pena por mí.
Lágrimas empezaron a brotar por mis ojos y una respiración entrecortada que deambulaba por mi alma.

Allá estaba él, al otro lado del pasillo feliz de la vida y yo con un corazón roto por su culpa.
Pero no me importaba, aprendí a tener en cuenta a la gente que de verdad me quiere y que se que no me va a lastimar.
Meses después vi a aquella chica llorando por, probablemente, el supuesto error que yo cometí.

Alguien cruzo la puerta, tenía un aspecto diferente a como realmente era.
Se acercó a mi y con el tiempo me sonrió, eso era raro, desde que lo conozco no le sonreía a nadie.

Mi corazón tuvo una batalla de inseguridades, sabía que me podía lastimar.
Pero sin siquiera notarlo se entregó de manera inmediata.

Me regaló una rosa, me dió ternura ya que solía tener  terribles gestos romanticos y salimos disparados hacia algún lugar a pasar la tarde.

Su piel era muy blanca, contrastaba con las sábanas de su pieza.
Estabamos ahí, escondidos del mundo. La primera vez me ruboricé pero no me sentía nervioso, me sentía cómodo.

Escuché un portazo y me levante desconcertado, sin siquiera saber quien era. Lo ví, ahí estaba, juntando sus pedazos rotos y escondiendolos con la cara enterrada entre sus dos rodillas.
Casi me caigo de su cama cuando reaccioné, lo abrazé y por segunda vez desde que lo conozco dejó que lo hiciera.

Ahora estabamos en un boliche, dos cosas se me daban bien al estar ahí: Beber y Bailar.

No tarde mucho en encontrarme mareado y bajando con una canción algo fea.
Yoongi me miraba desde algún lugar con una sonrisa burlesca.

Me gustó cuando lo bese en la pista, se sentía tan cálido. Muy diferente a otras veces, hasta creo que se encontraba algo desorientado por mi arriesgada acción.

"Siento un leve sabor a vodka con algodón de azúcar. Me fascina, ¿Por qué sos así Jimin?".

Susurró en mis labios contestando todas mis crecientes dudas, yo podía encontrar un campari en los suyos.

Días después entramos por la puerta central del colegio tomados de la mano, por suerte no paso nada.

Estabamos hablando bajo la sombra, pero llegó él.
Venía con una mirada llena de odio, pero esta vez no me hizo temblar.

Me saludó como tantas otras veces en el pasado y su puño quedo marcado en mi cara, su semblante era extremadamente desafiante y aterrador.
Yoongi lo trató de separar de mi, le pegó una sola vez y eso bastó para que los mayores llegaran a detener la pelea y el creciente abucheo que se había formado.

Yo me encontraba bajo el árbol, llorando. Creo que alguien me abrazaba pero me dolía la cara y no tenía ganas de articular algún gesto.

Expulsaron a mi ex novio y Yoongi por poco se salvo.

Me recuperé, pero me era tan feo mirar hacia cualquier lado y que se rieran de mi.

Esa tarde lo fuí a ver. Quedarme con él era tan divertido y las horas simplemente se iban volando.
Cada conversación era acompañada con los rayos del caluroso sol que iluminaban su habitación.

Las playas de la ciudad eran monotonas en los días del año, pero no en este verano soñado.
Caminabamos en el atardecer con el frío de la noche mientras nuestros dedos quedaban grabados en la arena.






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Ahora había música vieja en nuestra casa, mientras cada uno se desbordaba por mantener los retazos de la rutina y de las camisas, solo había tiempo para vernos a la noche y a penas minutos después caer dormidos.

¿Acaso nos separaríamos?.
Nuestras personalidades chocaban, ambas parecían no llevarse bien en estos momentos y se desataba el estrés laboral. Y una vida adulta que era tanto increíble como cansadora.

Decidimos que lo mejor era no seguir y agradecí los momentos en donde fuimos uno, donde las alegrías y tristezas eran mas sinceras, donde nos protegimos de todo.
Nos fuimos en buenos terminos, recordando que si la vida nos volvía a juntar... No había que dejar pasar la oportunidad.

Mis recuerdos inmediatos me hacían sentir diferente por segundos, pero caminar despejaba mi mente y me hacía recordar esa promesa de hace 5 años, todo había cambiado.
Me sentía realizado, nuevo pero a decir verdad lo extrañaba.

Un día de casualidad lo ví sentado en una esquina en una cafetería cerca del cine, me arrebato un sentimiento cálido y me quedé pensando en si ir a saludarlo o no.
Revoloteaba algo en mi interior mientras caminaba, lo podía sentir pero no explicarlo.
Toqué su hombro, seguía siendo suave y su semblante cambió completamente al verme allí.

Con timidez apareció su hola y pagó la cuenta de lo que estaba tomando para invitarme a algún lugar.

Esos cinco años se fueron en un minuto, hablamos con otro tipo de madures nuestras experiencias y era reconfortante.

Con el tiempo me dí cuenta de que mis ojos brillaban al verlo y su humor cambiaba a uno mas alegre cuando estabamos juntos.

Nuestros besos quedaron atrapados en el primer callejón que vimos mientras el viento corría, como había extrañado acariciar su pelo.
Nuestra soltería acabo y ahora disfrutabamos de los sábados con un programa de televisión, rememorando viejas charlas o degustando vinos caros, el lujo de Yoongi.

Luego de casi 6 años puedo decir con confianza que un mail puede cambiarlo todo, la respuesta a esto es un desmayo.
Ahora él estaba llorando, pero yo no estaba en la casa.

Infinidad de sentimientos, eso sentí al cruzar esa puerta.
Miré ese aparato incontables veces sorprendiendome por la noticia y saltando de felicidad.
Por supuesto que nos besamos y salimos a festejar como nunca antes.

Un niño de tres años entrando a su nueva casa con sus nuevos padres, siempre tendría asegurado el amor.

- Myeongsuk es un niño precioso- le decía Jimin a su novio mientras lo terminaba de arropar en esa noche de invierno.

Sonrió como aquella vez en la secundaria cuando todo en mi era oscuridad, sabía que este cambio era grande pero hermoso.
Me beso con esos hermosos labios poco hidratados que tenía y me llevó a muchos mundos, siempre lo hacía.

Estabamos atrapados en nuestra galaxia, ajenos a la porquería de siempre, a las miradas despectivas. Aunque también existieran esas cosas en nuestra burbuja, solo que las ignorabamos.

Yoongi me miraba sonriente una vez mas, llevando su brazo atrás de mi cabeza y mirandome dormir.

Lo siento cerca en estos momentos, me agradece, me enciende, me mueve, me tiene, me atrapa y me ama.

Yoongi escuchaba llorar a nuestro hijo adolescente algunas noches y le partía el corazón, pero yo siempre le repetía lo mismo.

-Ya va a llegar alguien que lo descoloque totalmente, así como cuando te conocí y te lo aseguro, ese dolor que siente va a desaparecer.

Asintió convencido y dejo escapar una risa nasal.
Le acaricié la cara hasta que cayó dormido, espero que todo este bien por mucho, mucho tiempo.



One Shots YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora