Dejame Ayudar

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Su voz se había silenciado y sus llantos acallados por la falta de energía; las lágrimas ya no caían, solo yacía inmóvil acurrucada sobre la cama. Las horas de desvanecieron al entrar al mundo de los sueños. Aunque muy a su pesar este no la ayudaría a lidiar con su pérdida. Sus sueños conmemoraban el alma que volvió al mundo espiritual dejándola atrás.
Los días y obligaciones que acarreaban solo eran una molestia que sólo completaba porque las expectativas de los demás debían ser rebasadas. Su jefe y compañeros esperaban que haga un excelente trabajo como siempre, no podría defraudarlos.
La joven de luto había dejado de contestar los preocupados mensajes de Yoosung quien persistente enviaba texto tras texto cuestionando su ausencia y bienestar.
Recordaba lo duro que fue para él superar la muerte de Rika, no quería abrir esa herida. Ella estaría bien en unos días ¿no es así? Después de todo no hablaba con su amiga desde ya meses...
No se hablaban debido a una discusión que ahora se veía tan pequeña. La ahora fallecida no quería cambiar sus malos hábitos y su amiga devastada luego de rogar y ofrecer su apoyo para la rehabilitación se alejó buscando una solución diferente. La adicción de su amiga no hizo más que crecer ya que sus amigos y pareja también eran presos de este círculo vicioso. No fue hasta hace unos pocos días que recibió un mensaje y una invitación, su amiga había muerto, pero no por sobredosis, mucho peor, la habían matado otros adictos durante un altercado entre su grupo y otro.
La invitación la destrozó, causando que el dolor mezclado con culpa la ahogaran en un amplio mar de sombras. No tuvo el coraje de asistir al funeral ¿cómo ver a una madre que perdió a su hija cuando pudiste evitarlo? ¿Como consolar a los hermanos menores cuando ella misma se sentía como la asesina? ¿Cómo dar su último adiós sin romper en llanto y gritar perdón?

Un anticlimático golpe en la puerta principal la hizo levantar. Respirando hondo y tratando de ocultar sus cansados ojos detrás de sus gafas abrió la puerta para encontrarse con el dueño de los tantos mensajes que se perdieron en su celular.

-Gracias a Dios abriste - el joven fue recibido con silencio- por favor no me asustes así ¿qué es lo que pasó?

Su compañera le hizo un gesto con la mano para que entre a la casa. Una vez el chico tomó asiento ella apuntó a su garganta y negó con la cabeza.

-¿No tenés voz? - ella asintió- no importa, podes escribir con el celular y me mostrás- la miro con ojos llenos de pena y preguntó- ¿algo malo pasó? Te ves exhausta y tu aura es deprimente... ¿Hay algo que pueda hacer para ayudar?
La chica tomó una hoja de papel y comenzó a escribir rápidamente.

Estoy de luto

-Oh... Lo lamento mucho, entiendo tu situación. Si querés podes contarme, estoy para que te desahogues... Te hago un té de miel para el dolor de garganta.
Mientras su novio preparaba el té ella plasmaba sus sentimientos en la hoja.

Hace unos días me dijeron que asesinaron a mi mejor amiga por estar metida en la droga y en lugares peligrosos. Nos conocíamos desde hace diez años y me siento culpable porque pude haber hecho algo, pero no lo hice. Cuando me enteré de que estaba yendo en ese camino no le advertí y cuando trate de alejarla de esas personas que la apoyaban en siga arruinándose ya era muy tarde y no me escucho. Le rogué y rogué por mucho tiempo, pero no me escuchó, solo me pasó por alto e hizo lo que quiso. Después de eso me enojé con ella por no escuchar lo que las personas que la aman dicen y no le hable más...
Pude haber hecho algo más, hacerla recapacitar de alguna forma, pero no lo hice. Espere que sus padres tomen cartas en el asunto, pero no lo hicieron porque no sabían cómo lidiar con ella. Yo era la única que podía hacer la diferencia, ahora ya es muy tarde y no puedo dejar de culparme. Ni siquiera fui al funeral porque siento que aporté a su muerte.

-Aquí esta el té. Cuidado que está caliente- apoyó suavemente el platito junto con la taza y comenzó a leer la hoja con detenimiento.

Luego de un momento decidió hablar Se lo que sentís, pero las personas con adicciones tienen que entender por sí mismas que necesitan un cambio... No escuchan si no creen que deben cambiar. Eso es lo que aprendí durante el tiempo en el que hacía trabajo comunitario- colocó su mano sobre la contraria y acariciando aseguró- No fue tu culpa, hiciste todo lo que pudiste y mostraste tu preocupación hacia ella. Sos una muy buena persona a pesar de que las cosas no hayan salido bien.

Mystic Messenger One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora