Capítulo 6 - Rivalidad.

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Marina estaba sentada en el regazo de Samuel, los dos estaban besándose, algo desesperados. Ella tenía las manos entrelazadas al rededor del cuello de Samuel y él la estaba tomando de la cadera.

No puedo creer que Samuel no tenga ni un poquito de respeto hacia mi, yo también vivo en esta casa, él sabe que estoy aquí y está casi tragándose a su novia en el sofá.

Caminé hacia la puerta sin siquiera voltear a verlos. Samuel noto mi presencia y se separó de su novia.

-Genial, ahora estamos solos.- ella sonrío pícara cuando la puesta se cerró detrás de Carla.

-Creo que no fue correcto, ella debió haberse enojado.- Samuel suspiró preocupado.

Marina rodó los ojos. - Ya, déjala. Debería buscarse un novio.- rió.

Cuando Carla salió del departamento, camino hasta un Starbucks, que quedaba en la esquina de la calle donde ahora vivía. Iría por un capuchino y algo de paz.

Cuando entro se dirigió directamente a la barra, hizo su pedido y fue a sentarse a unos de los sillones, sacó su móvil y comenzó a revisar sus mensajes. Encontró uno de su mejor amiga.

Lu 👑💕

¿Como te fue?

No quieres ni saber, ahorita me acabo de encontrar al idiota de Samuel y zorrina casi tragándose en la sala de estar.

¡Por Dios! Acaso no sabe que la odias

Claro que lo sabe, pero por supuesto, no le importa.

Págale con la misma moneda, consíguete un novio sexy y has lo mismo que él.

No sería una mala idea, pero ¿Para que? Esto no se trata de dar celos.

El chico del mostrador la llamo y le entrego su pedido, pago y salió del café, para ir directamente a su departamento.

Cuando entró, Samuel estaba sentado en la barra, comiendo un sándwich, Carla recorrió la sala con los ojos, en busca de la odiosa de Marina, pero para su suerte, ella ya se había ido. Samuel, al verla entrar suspiro.

-En verdad lo siento.- suspiró.

-¿Por qué te disculpas? ¿Por qué estabas casi tragándote a tu novia en el sofá? No te preocupes.- rodó los ojos.

-¿Enserio no te molesto?.- frunció el ceño extrañado.

-No lo hizo.- fingió una sonrisa.
- De todos modos, no te importa lo que yo piense.-

Él suspiró. - Aunque no lo creas si me importa. Quiero que nos llevemos bien.- hizo una mueca.

-¿Sabes qué? Hay que hacer como si nada hubiera pasado.- dijo Carla dirigiéndose a su habitación.

-Solo dime por qué no quieres platicar acerca de lo que pasamos.- la siguió por las escaleras.

Ella no se volteó, solo siguió caminando. - ¿Y para qué hacerlo? Terminaremos peleando como siempre.- rió irónicamente.

-Tan solo hay que intentar.- insistió Samuel alcanzándola.

-Solo déjame en paz.- se quejo molesta.

Samuel cerró los ojos y suspiró enojado. Luego corrió hacia donde estaba ella y la acorraló en la pared.

-Aléjate, déjame en paz.- exigió golpeándolo.

-Solo dime porque no quieres siquiera darme una oportunidad de platicar contigo sobre lo que pienso.- pidió enojado.

-¡Por qué no quiero! ¿No crees que es suficiente?.-

Samuel frunció el ceño. - Pues se va a hacer lo que tú digas.-

-¿Quieres ver que si?.- lo retó.

-No siquiera tienes idea de cómo soy cuando me enojo.- rió.

Carla lo miro directamente a los ojos con una mirada fulminante, al igual que él. Cuando el sonido de su móvil los sacó de sus miradas matadoras.

-Deben ser nuestros padres.- comentó Samuel mirando su móvil.

-¿Nuestros?.- rió irónicamente.

Samuel la soltó y tomó la llamada, mientras que Carla se fue directo a su habitación y cerró la puerta.

...

Los días pasaban, las peleas eran cada vez más constantes, cuando Samuel trataba de hablar con ella, surgía otra pelea.

-Ya vámonos al colegio.- dijo Samuel tomando su mochila.

-Véte yendo.- contestó Carla arreglándose. - Bajo rápido.-

Samuel salió del departamento, Carla tomó su bolso y lo siguió. Recorrieron juntos todo el camino en silencio. Cuando llegaron, ambos tomaron caminos diferentes ya que tenían clases diferentes.

-Veo que Samuelito tiene su carácter.- hablo Lu a Carla mirando a Samuel.

-No tienes ni idea de lo difícil que es vivir con él.- suspiró. - Y más cuando se aparece en el departamento con Marina.- bufó.

-¿Aún salen?.- preguntó sorprendida.

-Sí.- corrió los ojos.- Llevan un año y medio, no entiendo como Samuel puede andar con ella, es una Zorra...- fue interrumpida.

-¿Quién es una Zorra?.- Marina se cruzó de brazos frente a ellas.

-Una chica que besa como animal a su novio.- respondió Carla mirándola fijamente.

-Lo qué pasa es que tienes celos que yo tengo novio y tú no.- sonrío.

-¿Realmente crees que eso me importa?.- rió.

-Deja de hacerte la fuerte. Sé que desde que nos conocimos tienes celos de que yo sea más bonita que tú.- se hizo el cabello para atrás.

-¿Tú? ¿Bonita?.- rió hipócritamente.

El timbre sonó, lo que cayó estupendamente en ese momento, porque si no, las dos se hubieran matado en pleno pasillo escolar.

Carla y Lu soltaron una carcajada al ver lo estúpida que era Marina hablando de su yo, yo y yo.

...

Después de clases, Carla y Samuel fueron al supermercado que estaba cerca de su departamento.

-¿Traes la lista?.- preguntó tomando un carrito.

-Claro.- comenzó a buscar en su bolsa.

Los dos entraron a la tienda y fueron directamente a la sección de frutas y verduras. Carla empezó a escoger unos tomates para que Samuel hiciera unos macarrones, e intentaba alcanzar uno, hasta que vio una mano masculina que se lo dio.

365 días con ella - Carmuel - Adaptada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora