Marquitas de Amor [XiaoYang] One-Shot

ÚNICO

YangYang era un chico alegre, lleno de vida y rodeado de personas que sólo el puede pedir, tenía lo que quería, trabajaba en lo que le gustaba y tenía un novio tan encantador a sus ojos, que más le podía pedir a la vida.

El y su adorado novio trabajan en la misma cafetería, eran los dueños, ayudaban a sus empleados en todo, lavan platos, cubiertos, cristalería, manteles y todo lo que hacen sus trabadores, eran los mejor patrones a los ojos de sus empleados.

Cuándo algún cliente insatisfecho con el servicio pedía ver a los jefes y ellos se acercaban nadie les creía, siempre terminaban gritándole a los clientes, pero bueno era de esperarse, no todos los dueños eran como ellos, así de comprensibles con sus empleados.

Cuándo no querían ir a la cafetería, simplemente avisaban sus empleados y dejan a alguien de encargado y hoy era uno de esos días.

Yangyang estaba en la cocina preparando el desayuno, ere un día destinado a no hacer nada, así que sólo traía puesto su boxér y una playera de su novio.

Xiaojun, Xiao De Jun, era el nombre de su amado, ese nombre lo traía todo enamorado. Llevan 5 años de relación.

Se conocieron en una cafetería, todo fue tan cliché, pero bonito, es un gran recuerdo para Yangyang. El es más pequeño que Xiaojun, en todos los aspectos, la playera le queda grande, su novio es más grande que el y eso le gustaba, sus cuerpos encajaban a la perfección.

Preparo el desayuno, el cual consistía en unos hot cakes con fruta, una taza de té para el y una de cafe para Xiao Jun.

Se dirigió al cuarto que compartía con Xiaojun, entró a este y vio el cuerpo semi desnudo de su novio, se subió a horcajadas sobre el y lo empezó a mover lentamente.

-Xiao, Xiao, Xiao- movió y llamo, pero no recibía respuesta.

Así estuvo hasta que en un descuido, sintió unas manos en su cintura y lo tiro a un lado de la cama, entonces escuchó su voz algo ronca y tranquila.

-Por favor, sólo cinco minutos más, quédate así con migo, tu cuerpo es tan cálido, que me da pereza pararme- dijo todo esto con los ojos cerrados

-Bebé, el desayuno va enfriarse- Yangyang no quería negarse, pero tampoco gusta de comerce las cosas frías.

Entonces sintió el cuerpo de su novio ponerce encima suyo y esconder la cara en la apertura de cuello y hombro, se acomodó mejor y así se quedaron un ratito, empezó a sentir los labios de su novio, dejando pequeños besos por todo su cuello.

-Yangyang- dijo su novio en tono bajo

-Mm- era una breve respuesta, incitando a que continuará

-Eres tan hermoso, me tienes fascinado, tu cuerpo me encanta, tus labios son suaves, tú piel también, eres tan frágil, me gustas en todos los sentidos, te ves tan hermoso cuando llevas sólo mi playera y también cuando te la quito- le dijo todas esas palabras acompañada de pequeños besos. Los pequeños cachetetitos de Yangyang se pintaron de un leve rojo

-Te adoro, ¿lo sabes verdad?- dijo esto mientras giraba y ponía el cuerpo de su novio debajo suyo- adoro cuando me abrazas, cuando tu ropa me queda mas grande que la mía, cuando sonríes, cuando me abrazas y me besas, cuando me dejas marquitas en el cuello, cuando te pones celoso de algún cliente, adoro todo, todo, pero absolutamente todo, de ti-.

Beso sus labios con suma delicadeza, mientras acariciaba sus cabellos, las manos de su novio viajaron por todo su cuerpo y se centraron en sus piernas, esas piernas que tanto le gustaban.

Cuándo se separaron, Xiaojun le acaricio el rostro y le dijo.

-Gracias por mis cinco minutos- dicho esto empujó a Yangyang a un lado de la cama y salió corriendo en direccion al baño.