Diferentes maneras para decir "Te amo"

"Me recordó a ti"

Si Luo Binghe pudiera renunciar a su puesto alto en el Reino Demoníaco para pasar todos los días del año al lado de su esposo, lo haría sin pensarlo dos veces. Desafortunadamente no podía, los demonios necesitan un líder, y es seguro que su Shizun no lo dejaría tomar una decisión tan banal.

Así que aquí estaba otra vez, regresando después de un par de días atendiendo las exigencias de sus subditos, dejando todo bajo control y con el tiempo libre para quedarse todo lo que quisiera en su casa de bambú.

Entrando con prisa, se encontró a Shen Qingqiu en su dormitorio. Luo Binghe no se detuvo un segundo en caminar hasta él y rodearlo por la cintura con sus brazos, enterrando su rostro en el cuello de su Shizun, aspirando su esencia, llenándose de ella y suspirando temblorosamente. Habían sido sólo dos días. Sabía que cuando regresara él estaría ahí esperándolo. No tenía que temer de que su Shizun se iría a otro lugar. Es sólo que lo había extrañado tanto. Un par de horas eran suficientes para que soñara con ver el bello rostro de Shen Qingqiu otra vez, y en serio esperaba que él lo hubiera extrañado igual.

"Bienvenido de vuelta, Binghe" la suave voz de Shen Qingqiu lo hizo apretar su agarre, no teniendo intención de liberarlo.

"Shizun, te extrañé"

Shen Qingqiu se lamentó, "Sólo fueron dos días. Ya, ya, estás aquí de nuevo, será mejor que tomes un baño y cenemos para que descanses" lo palmeaba en la espalda, esperando que al fin lo dejará ir, incapaz de alejarlo pero algo incómodo con la fuerza del abrazo.

Luo Binghe se separó en contra de su voluntad. Miró dentro de esos ojos que aparecían cada vez que cerraba los suyos, y Shen Qingqiu lo golpeó muy ligeramente con su abanico en la frente, sonriendo levemente. Luo Binghe jadeo y acarició los labios de Shen Qingqiu con un beso cálido y ligero, quien exhaló resignado.

Unos minutos más tarde, Luo Binghe terminó de tomar un baño, y mientras su Shizun se lavaba, comenzó a preparar una cena lo suficientemente grande como para alimentar a todos los discípulos de Qing Jing. Su Shizun había tenido que alimentarse de comida cocinada por otros estos dos días, y tenía que recordarle que su cocina era mucho mejor que la de cualquier otro.

Mientras terminaba de arreglar la mesa con todos los platillos variados para que su Shizun escogiera cuál de todos probar primero, escuchó la voz ligeramente sorprendida de su esposo, acercándose vada vez más.

"¿Qué es todo esto, Binghe? ¿Planeas guardar reservas para toda la semana?"

Luo Binghe rio un poco, girandose para mirar a Shen Qingqiu, y "oh".

El plato de fideos en sus manos casi se estrella contra el piso, resbalando un poco de sus dedos, pero, ¿cómo interesarse más por un bowl cuándo su Shizun lucía así?

En lugar de sus túnicas blancas y verdes que siempre vestía sin variación, Shen Qingqiu esta vez estaba envuelto en un abrigo grueso de telas sedosas color escarlata y fondo de tono azabache, resplandeciente ante la luz alrededor, resaltando la piel blanca y suave de su Shizun, haciéndolo lucir aún más atractivo, si es que eso fuera posible. Le recordó a su noche de bodas y como su esposo se veía tan bien de rojo, pero ahora mismo parecía como si se hubiera puesto las túnicas de Luo Binghe, aunque era claro que no fue así, ya que estas se ajustaban en los lugares correctos, acentuando sus delicadas curvas y contoneando sus caderas. Justo a la medida.

"Shi-Shizun, ¿qué- cómo, ¿de dónde salió eso?"

Shen Qingqiu se miró así mismo, como si hubiera olvidado lo que traía puesto, enfocado más bien en la gran cantidad de comida sobre la mesa.

"Oh, esto" terminó de caminar hasta Luo, ondeando las faldas de la túnica con cada paso, y Luo Binghe casi olvido como respirar al ver un trozo de las largas piernas de su Shizun entre los pliegues.

"El invierno se acerca y fui a Cang Qiong para que me perfeccionaran un par de abrigos, pero Ning Yingying y Ming Fan me arrastraron al pie de la cumbre a buscar algo más 'elegante' y terminé consiguiendo este"

"Shizun se ve muy bien. Demasiado bien, ¿pero por qué ese abrigo?" '¿Porqué mejor no usar mis propias túnicas?'  No se atrevió a decir.

Por un momento se imaginó a su Shizun vestido con sus ropas, acostado sobre su cama, extrañando a Luo Binghe tanto como para dormir abrazado con sus túnicas llenas con su aroma. Que hermosa imagen debería ser esa.

"Es bastante cómodo y útil." su Shizun lo sacó de su fantasía, "Es una buena combinación de colores que me ponen bastante feliz con verlos y ahora vestirlos. Bastante suave al tacto de la piel, como el roce de una mano suave, y... Muy, muy cálido" Shen Qingqiu se rió un poco, ocultando la mitad de su rostro con su abanico, perdido en sus pensamientos, "Realmente me recordó a ti. Era como tener tu presencia alrededor de alguna manera"

'Hacía un poco menos difícil el tolerar tu ausencia'  fueron las palabras no dichas.

El tono de sus palabras fue tan casual, tan sencillo. No se había concentrado en el significado detrás de sus palabras, tan sólo lo dejó salir de manera natural. Incluso después de decirlo siguió hablando sobre que la comida lucía muy bien, pero tendrían que hacer algo con todo lo que quedaría, pero Luo Binghe ya no lo escuchaba.

Dejó el bowl de fideos en una esquina, acortando la distancia entre Shen Qingqiu y él, descansó su frente con la del otro, tomándolo de las caderas.

"Este discípulo está feliz de saber que Shizun me extrañó tanto como yo a él"

Shen estaba confundido. Hace un minuto estaba hablando sobre la cena, ¡¿cómo se convirtió en esto?!

Luo Binghe se acercó a su oído y murmuró con voz gruesa, aliento caliente, "ahora me puedes tener alrededor de ti en todas las maneras"

Shen Qingqiu se enrojeció, pero no tuvo tiempo de reaccionar antes de tener a Luo Binghe atacando agresivamente su boca, en un beso bastante más necesitado y desesperado que el de más temprano esa tarde.

Bajó de sus labios a su cuello, lamiendo y mordiendo, marcando.

"Bi-Binghe, la comida, ah..."

Luo Binghe se separó, y lo miró con ojos hambrientos, "Prefiero comer algo más justo ahora"

Y con eso levantó a su Shizun de manera brial. Con la mayor delicadeza y cuidado, Shen Qingqiu dejándose derretir con el toque de su calor que tanto le hizo falta esos días.

La cena estaba servida.

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No desperdicien la comida.