Única parte.

363 89 32
                                    

Fue debido a la petición de su suegra, Rei Todoroki, que su Shoto se había ido del departamento el fin de semana.

Si Izuku hubiera sabido lo que pasaría, por mucho que amara a su suegra, no habría dejado a su novio irse el departamento que compartían en la ciudad de Tokio.

Las noticias eran un murmullo en la oscuridad del departamento que había compartido por cinco años con el amor de su vida. Únicamente ver las imágenes de como cerraban las ciudades y fronteras le hicieron irse hasta la cama, meterse bajo sus sábanas y llamar a quien pudiera brindarle calma en aquella situación.

Su mejor amigo de la infancia, Katsuki Bakugou. Porque su novio seguramente tenía el teléfono en silencio. O directamente se había olvidado que tenía uno porque aún no se había comunicado con él.

Midoriya ahogó un lloriqueo mientras la llamada se conectaba.

¡¿Que mierda quieres Deku?! ¡Tengo que salir!

La voz potente —tal y como la recordaba— de su amigo de la infancia resonó varios segundos en sus oídos, dejándole aturdido brevemente. Pero por suerte, o más bien, acostumbrado a los gritos de mal humor, se pudo reponer.

—H-Hola Kacchan, verás...—se mordió los labios, sintiendo la ansiedad que lo carcomia desde adentro.

¿Que? ¿Que, maldito nerd? Habla rápido —gruñía el cenizo —Me llamaron de la central y tengo que ir cuánto antes, se están quedando sin gente.

El pecoso jadeo ante lo que aquello se significaba.

— ¡T-Te vas a exponer a un virus mortal, Kacchan! ¡Y aún no has terminado tu entrenamiento en la policía! —exclamo asustado, sentándose en la cama y moviendo las manos de forma frenética —Es muy peligroso. Demasiado, ¿te han garantizado los insumos de seguridad? ¿una mascarilla, alcohol y lo demás? ¿vas a tener que hacer guardia en los hospitales? ¿o controles...

¡Por la mierda, cállate! ¡Ni yo lo sé aún! ¡Por eso estaba por irme! —sonaba a que estaba corriendo y moviendo cosas — ¡Di ya lo que tengas para decirme!

Midoriya asintió repetidas veces, sintiéndose tonto ya que Bakugou no podía verlo. Subió las frazadas que tenía hasta su cabeza y abrazo una de las almohadas que usaba Todoroki para dormir, sintiendo su aroma.

La primera lágrima no tardó en bajar por su mejilla derecha.

—S-Shocchan se quedó en Kyoto con sus padres.

Se escucho como algo caía al piso y luego de unos segundos en los que la línea quedó en completo silencio, el de ojos rojos mascullo un tipo de maldición que no termino de entender por completo.

Dos minutos nerd —hablo en tu tono claramente más bajo que antes pero igual de exasperado —Tienes dos minutos para lloriquear todo lo querías que no vas ver a tu bastardo novio hasta dentro de un año.

— ¡¿Un año?!

¡Era una suposición!

— ¡Pues no debiste decírmelo! —grito el ya de por sí demasiado alterado pecoso — ¡¿Y si se cumple?! ¡¿Si no veo a Shochan por un año?! ¡Es demasiado tiempo! Son trescientos sesenta y cinco días, ocho mil setecientos sesenta horas...

Así fue el inicio de la cuarentena para Midoriya Izuku. Estudiante de informática en su segundo año y novio de Todoroki Shoto desde la preparatoria.

~~~

— ¿En serio, neesan?

La femenina quería decirle que no. En serio, quería hacerlo. Su hermano menor estaba haciendo esa carita de puchero y decepción que hace tanto tiempo no veía, que tenía ganas de darle un abrazo y decirle que estaba todo bien.

Comunicación [TodoDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora