Capítulo 68:

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Una puerta se abrió y se cerró. Esperé para escuchar pasos acercarse, pero el único sonido venía del tic-tac de un reloj; un rítmico y continuo latido que atravesaba el silencio.
El sonido comenzó a disiparse, disminuyendo vertiginosamente. Me pregunté si podría escucharlo detenerse por completo. Súbitamente temí ese momento, insegura de qué vendría después.
Un sonido mucho más vibrante eclipsó el del reloj. Era un sonido tranquilizador y etéreo, una danza melódica en el aire. Alas, pensé. Vienen para llevarme.
Sostuve la respiración, esperando, esperando, esperando. Luego las agujas del reloj comenzaron a moverse al revés. En lugar de disminuir, el latido se hizo más certero.
Dentro de mí se formó un líquido parecido a un espiral y comenzó a dar vueltas adentrándose más y más en mí. Me sentí arrastrada hacia la corriente. Me estaba sumergiendo en mí misma, en un oscuro y cálido lugar.
Mis ojos parpadearon hasta abrirse y se encontraron con un familiar techo con paneles de roble. Mi habitación. Una sensación de tranquilidad me inundó y luego recordé en dónde había estado. En el gimnasio con Jason.
Un escalofrío recorrió mi cuerpo.
― ¿Liam? - Dije con voz ronca por el desuso. Intenté sentarme y luego lancé un amortiguado grito. Algo en mi cuerpo estaba mal. Me dolía cada músculo, hueso y célula. Me sentía como un moretón gigantesco.
Hubo un movimiento cerca de la puerta. Liam se reclinó contra el marco. Su boca estaba tensa y carecía de su usual atisbo de humor. Sus ojos sostenían más profundidad de la que nunca antes había visto. Se veían rudos y protectores.
― Esa fue una buena lucha allá en el gimnasio -él dijo. -Pero creo que no te vendría mal algunas lecciones de boxeo.
Todo regresó a mí en una oleada. Las lágrimas salieron desde muy dentro de mí. ― ¿Qué pasó? ¿Dónde está Jason? ¿Cómo llegué aquí? - Mi voz estaba llena de pánico. -Yo me lancé de la viga.
― Tuviste mucho valor para hacer eso.- La voz de Liam se volvió ronca y entró a la habitación. Cerró la puerta tras de sí y supe que era su manera de dejar afuera todo lo malo. Estaba poniendo un división entre mí y todo lo que había pasado. Él caminó y se sentó junto a mí en la cama. -¿Qué más recuerdas?
Traté de juntar todos mis recuerdos, trabajando en retrospectiva. Recordaba el batir de las alas, las escuché poco después de que me lanzara de la viga. Sin lugar a dudas, sabía que yo había muerto. Sabía que un ángel había venido para llevarse mi alma.
― Estoy muerta ¿verdad? - Dije en vos baja, llena de miedo. -¿Soy un fantasma?
― Cuando saltaste, el sacrificio mató a Jason. Técnicamente, cuando regresaste, él también debió haberlo hecho, pero como él no tenía alma, no tenía nada que reviviera su cuerpo.
― ¿Regresé? - Dije, deseando no llenarme de falsas esperanzas.
― No acepté tu sacrificio. Lo rechacé.
Sentí una mueca de asombro formarse en mi boca. ― ¿Estás diciendo que dejaste tu oportunidad de ser humano por mí?
Él tomó mi mano vendada. Debajo de toda la gasa, mis nudillos latían por haber golpeado a Jason. Liam besó cada dedo, tomándose su tiempo y manteniendo su mirada fija en la mía. ―¿Para qué me serviría un cuerpo si no puedo tenerte?
Pesadas lágrimas rodaron por mis mejillas y Liam me acercó hacia él, acomodando mi cabeza contra su pecho. Poco a poco el pánico pasó y supe que todo había terminado. Yo iba a estar bien.
De repente me alejé. Si Liam había rechazado el sacrificio, entonces…
― Tú salvaste mi vida. Date la vuelta - ordené solemnemente.
Liam sonrió pícaramente y obedeció a mi orden. Levanté su playera hasta sus hombros. Su espalda estaba tersa, con cada músculo definido. Las cicatrices se habían ido.
― No puedes ver mis alas -él dijo. -Están hechas de materia espiritual.
― Ahora eres un ángel guardián.-Todavía estaba demasiado sorprendida para aceptarlo, pero a la vez sentía curiosidad… y felicidad.
― Soy tu ángel guardián - él dijo.
― ¿Tengo mi propio ángel guardián? ¿Exactamente cuál es la descripción de tu trabajo?
― Cuidar tu cuerpo.- Su sonrisa se hizo más ancha.-Me tomo muy en serio mi trabajo, lo que significa que tendré que familiarizarme con el objeto en cuestión a un nivel personal.
Sentí mariposas en el estómago. -Significa que ahora puedes sentir?
Liam me observó en silencio por un momento. -No, pero significa que ya no estoy en la lista negra.”
Abajo, escuché el ruido sordo de la puerta del garaje abriéndose.
― ¡Mi mamá!- Grité ahogadamente. Encontré el reloj en la mesita de noche. Era un poco más de las dos de la madrugada. - Debieron abrir el puente. ¿Cómo funciona todo este asunto del ángel guardián? ¿Soy la única persona que te puede ver? O sea ¿eres invisible para los demás?”
Liam se me quedó mirando como esperando que yo no estuviera hablando en serio.
― ¿No eres invisible? -Chillé. -¡Tienes que irte de aquí!
Me moví para empujar a Liam de la cama, pero el movimiento fue cortado en seco por un abrasador pinchazo en mis costillas. -Ella me matará si te encuentra aquí. ¿Puedes trepar árboles? ¡Dime que puedes trepar árboles!
Liam sonrió de oreja a oreja. -Puedo volar.
Ah. Claro. Bueno, está bien.
― La policía y los bomberos estuvieron aquí antes - dijo Liam. -El cuarto matrimonial tendrá que ser remodelado, pero impidieron que el fuego se extendiera. La policía regresará. Van a hacer unas cuantas preguntas. Si no me equivoco, ellos ya trataron de localizarte a través del celular de donde llamaste al 911.
― Jason lo cogió.
Él asintió. -Lo supuse. No me importa lo que le digas a la policía, pero apreciaría que me dejes fuera de todo esto.- Él abrió la ventana de mi habitación. -Una última cosa. Catalina encontró a la policía a tiempo. Los paramédicos salvaron a Matt. Él está en el hospital, pero se pondrá bien.
Abajo en el pasillo, al fondo de las escaleras, escuché cerrarse la puerta de la entrada. Mi mamá estaba adentro.
― ¿________? -Llamó. Ella tiró su bolso y las llaves sobre la mesa de la entrada. Sus tacones altos hacían ruido sobre el piso de madera, casi estaba corriendo. ― ¡_______! ¡Hay cinta policíaca en la puerta! ¿Qué está sucediendo?
Yo miré a la ventana. Liam se había ido, pero una pluma blanca estaba presionada contra el cristal exterior y se mantenía allí por la lluvia de anoche. O magia angelical.
Abajo, mi mamá encendió la luz del pasillo y un débil rayo de luz se coló por debajo de mi puerta. Sostuve la respiración y conté los segundos, asumiendo que tendría como dos más antes de que…
Ella gritó. -¡______! ¡¿Qué le pasó al pasamanos?!”
Qué bueno que todavía no había visto su habitación.

El cielo era perfecto, de un azul claro. El sol comenzaba a asomarse por el horizonte. Era lunes, un día completamente nuevo, los horrores de las pasadas veinticuatro horas se habían quedado atrás. Logré dormir cinco horas y aparte del dolor en todo mi cuerpo por ser comida por la muerte y luego escupida, me sentía remarcablemente fresca. No quise colgar una nube negra sobre el momento al recordar que los policías iban a llegar en cualquier momento para escuchar mi versión de los hechos. Todavía no tenía idea de qué les iba a decir.

Crucé la habitación a grandes zancadas y me dirigí al baño todavía vestida con mi bata de dormir. Mentalmente bloqueé la pregunta de cómo fue que me la puse, ya que supongo que estaba vestida con ropas cuando Liam me trajo a casa, y me di prisa con mi rutina mañanera. Esparcí agua fría por mi cara, cepillé mis dientes y recogí mi pelo con una banda elástica. Ya en mi cuarto, me puse una blusa y jeans limpios.
Telefoneé a Catalina.
― ¿Cómo estás? -Le pregunté.
― Bien. ¿Cómo estás tú?
― Bien.
Silencio.
― Bueno - Catalina dijo rápidamente -todavía estoy en shock. ¿Y tú?
― Totalmente.
― Liam me llamó a mitad de noche. Me dijo que Jason te había dejado en muy mal estado, pero que ibas a estar bien.
― ¿De verdad? ¿Liam te llamó?
― Me llamó desde el Jeep. Dijo que estabas dormida en el asiento trasero y que te estaba llevando a tu casa. Él dijo que estaba conduciendo cerca de la escuela cuando escuchó un grito. Dijo que te encontró en el gimnasio, pero que te habías desmayado por el dolor. Luego miró hacia arriba y vio a Jason saltar de la viga. Él dijo que Jason debió haber perdido la razón, algún efecto secundario por toda la carga y culpa que sentía por haber estado aterrorizándote.
No me había dado cuenta de que estaba aguantando la respiración hasta que la dejé escapar. Obviamente Liam había manipulado algunos detalles.
― Sabes que no me creo eso -continuó Catalina- Sabes que creo que Liam mató a Jason.
Si hubiera estado en la posición de Catalina, probablemente pensaría lo mismo. Dije, -¿Qué creen los policías?
― Prende la TV. Ahora mismo están haciendo una cobertura en vivo en Canal 5. Están diciendo que Jason irrumpió en la escuela y saltó. Han concluido que se trató de un trágico suicidio adolescente. Están pidiendo que si alguien tiene alguna información, que llamen al número que está al final de la pantalla.
― ¿Qué fue lo que le dijiste a la policía cuando llegaste?
― Estaba asustada. No quería que me atraparan por entrar ilegalmente a la escuela, así que llamé anónimamente desde un teléfono público.
― Bueno - dije finalmente. -Si la policía lo está manejando como un suicidio, supongo que eso fue lo que pasó. Después de todo, esto es América moderna. Tenemos los beneficios de los forenses.

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¡SOLO QUEDA EL FINAL!

GRCIAS  A LOS LECTORES :D

NUEVA NOVELA: PROHIBIDO ENAMORARSE DE ZAYN MALIK.

-A

Ángeles Caídos.. {Liam & Tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora