Capitulo 27

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Nos subimos al auto y fuimos a su departamento, que ya era como mío también. En el ascensor empezamos con los besos, esos que no puede más. Abrimos la puerta y caminamos sin dejar de besarnos hasta ese baño. Abrió la puerta y mientras él la cerraba me separe solamente para abrir la ducha y poder empezar con este juego que ya no daba para más.
Le saque la remera en cuanto pude encontrar su boca libre, nuevamente, él manoseaba mi cuerpo un tanto desesperado, parecía que la PRE en mi cuarto había hecho efecto, cuando me quise dar cuenta mi vestido estaba en el piso de aquel mármol perfectamente limpio.
Le desabroche el jean que realmente ya no era necesario, mientras los besos sobraban los gemidos ya se daban a conocer, y esas quejas cuando se separaba de mi, para volver a besarlo con deseo, con la necesidad de tenerlo en contacto 100% de mi cuerpo. Así que cuando los dos estábamos completamente desnudos, él se sentó en el inodoro, ya que no llegábamos a la ducha. Me dio señal para que me siente (literalmente) en su cuerpo completamente desnudo, esas ganas de volver a sentirnos y de otra manera, jugando a veces con el amor o como en este caso, jugando con la pasión, con las ganas de sentir desesperadamente nuestros cuerpos. Esperamos la señal en el cual los dos cuerpos se transformaban en uno, para empezar la continuidad de movimientos que iban realmente a una velocidad asombrosa me hacían desprender pequeñas quejas de placer y sus caras extraordinarias que me motivaban más.
Menos mal que no nos quedamos en casa, realmente estábamos CALIENTES. Y nos estábamos amando de la forma en que necesitábamos. Una pareja puede amarte infinitamente, pero no dejan de ser dos cuerpos que cada tanto necesitan jugar furiosamente, dejando un lado el amor.
Estábamos cumpliendo nuestro antojo pero la velocidad realmente se aceleraba, y yo cada movimiento descendido sentía que volaba. Nuestras bocas ya no estaban pegadas, solo bastaba con que los cuerpos cumplan con su meta y así lo estaban haciendo.
Después de que esos movimientos cesaron, nos miramos en completo silencio y le hice una pequeña sonrisa. Me sonrío también y no pude evitar pegar nuevamente nuestros torsos levemente sudados para besarlo infinitamente, pero otra vez con el amor que nos unía.
Nos metimos en la ducha, para bañarnos y nada más. Chapamos en esa esquinita bajo la ducha, como si estuviéramos en un boliche. Su cara de relax y ese "sos hermosa" que escuche me hacían reír.

Salimos después de un laaaargo baño, nos cambiamos ya que tenia mi bolso todavía ahí, y quedamos tirados en la cama callados, cansados y relajados.

- Peter: ¿qué te pasa?

Negué con mi cabeza y me reí mirando el techo.

- Peter: te dije que era mejor que vengamos a casa

Gire mi cabeza, lo mire y volví a reírme.

- Lali: te amo

- Peter: jajaja, ahora llega la cursilería, ¿no?

- Lali: si no te gusta, no te digo más

- Peter: vos me gustas (me dijo con sus labios en los míos)

- Lali: no me provoques

- Peter: no, porque no doy más...

- Lali: este es como nuestro telo

- Peter: si, la verdad. Pero el mejor, ¿no?

- Lali: si, vos sos el mejor

- Peter: ¿y ahora que vamos a hacer?

- Lali: yo tengo hambre

Siempre me agarraba hambre cuando terminábamos y él ya lo sabía.

- Peter: vamos a ver que podemos cocinar

- Lali: dale

El calor que hacía hizo que transforme mi corpiño en la parte de arriba de una bikini, así que me la puse junto a una mini de jean. Y él se fue en bóxer a revisar la heladera.

Un Juego de a DosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora