❛ 𝖼𝗈𝖼𝗍𝖾𝗅𝖾𝗌 ; 𝘀𝗮𝗺 𝗮𝗻𝗱 𝗱𝗲𝗮𝗻 𝘄𝗶𝗻𝗰𝗵𝗲𝘀𝘁𝗲𝗿.

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꒰꒰  ❛ ❏ supernatural. ༉

◜🍸⋆彡ᵎ ִֶָ  saving people, hunting things

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things. the family business...

 the family business

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━━━━━ ❨✩❩ olivia ༉



LOS SENTIMIENTOS VENGATIVOS AFLORARON SU CORAZÓN, obstruyendo sus pensamientos lógicos —definitivamente no era la botella de alcohol que había consumido haciendo efecto—, y con tal de evitar una escena en medio bar —pero más que nada el descontrol de sus poderes como en aquella noche— Olivia gira sobre su propio eje tomando distancia de su ex pareja y la cazadora colgada de su brazo.

—¡Oli! —la bruja de nacimiento y cazadora por obligación rodó los ojos, girando para encarar aquel hombre con un rostro de irritación—. Qué casualidad. ¿Trabajando un caso en el pueblo?

—Ya no tienes el derecho de llamarme así, Frank —se cruzó de brazos, ignorando la presencia de la mujer con quién la había engañado, mirando cada pocos segundos la puerta, esperando—. Y si hay un caso o no, me lo guardaré para mí. Ya me has robado suficientes.

—Vamos —soltó una risa—, aún podemos ser amigos. Somos cazadores, necesitamos toda la ayuda posible. No hay muchos de los nuestros alrededor.

—Tengo toda la ayuda que necesito, gracias —recargó su codo sobre su brazo, moviendo sus dedos para dejar ver el destello escarlata de sus poderes, siendo observada con intensidad—. Y hay más cazadores alrededor nuestro de los que tú crees.

—No seguirás molesta, supongo —carraspeó, incómodo. No lo había pensado dos veces antes de engañar a Olivia, sus deseos lujuriosos omitiendo el hecho de estar saliendo con una bruja, la noche que habían terminado su relación recordó a la perfección lo que era estar con una. Las cosas volaron, se estrellaron, se quemaron hasta las cenizas.

La pelirroja les regaló una sonrisa, una tenebrosa que aparentaba ser dulce. —Aunque no lo creas, lo que tú me hiciste ya no duele —la campana sobre la puerta tintineó, mostrando a la de chaqueta rojiza quiénes habían llegado—. Y después de un largo tiempo, esta noche intercambiamos los papeles.

—¿Me extrañaste, bebé? —sus ojos cambiaron de posición, dirigiéndolos a los hermanos Winchester que habían llegado, y desde el segundo de haber localizado a la pequeña cazadora no pudieron sacar sus ojos de encima suyo.

—¿Por un Winchester? —preguntó el cazador incrédulo, su acompañante encogiéndose en su lugar ante la incomodidad y la gran reputación de los hermanos.

—En realidad, dos Winchester —después de aquellas palabras los ignoró, acercándose al mayor para dejar un beso fogoso en sus labios que Dean acompañó con una caricia a su espalda baja, y al separarse era Sam quien había tomado el lugar de su hermano mayor, atrayendo su cuerpo contra el suyo.

—¿Ordenaste por nosotros, Liv?

—Como la última vez, Sammy. Sus traseros se movieron tan lento que decidí llegar primero —juguetea, tomando la delantera a la barra.

—Escucha, Oli, lo he estado pensando y... —la mano de Olivia fue a parar la mano de Frank que se dirigía a su hombro.

—Escucha, pedazo de mierda, no me llames, no me escribas, no me celes. Porque yo voy a cambiar tus mentiras por cócteles, y sabes perfectamente lo que un mal trago causa a mis poderes —sus ojos se tornaron agresivamente escarlata—. ¿Sabes qué? Dile a el cantinero que me traiga dos para brindar lo que fue lo de nosotros dos.

—Vaya —Dean soltó una risa que procuraba sonar casual y amable, enredando sus brazos alrededor del torso de la pelirroja, mientras Sam sonreía y agitaba la mano en disculpa al resto de clientes—, creo que alguien ya ha empezado la diversión sin nosotros. Hora de irnos, bebé.

—¡Eh! —se queja—. Aún no le he causado un aneurisma.

—Será en otra ocasión, preciosa —pareció prometer Sam, pasando su brazo alrededor de sus hombros.

—Bien, me comportaré —esbozó un puchero en sus labios, y arrugó su nariz, que los Winchester no pudieron evitar derretirse ante ella—. Compensaré lo que he tomado con comida, los vampiros me han dejado exhausta.

Sam abrió paso, Dean envolviendo uno de sus brazos alrededor de la pequeña cintura de Olivia para ayudarle con el equilibrio en sus botas de tacón.

Me voy a perder en un lugar que ni la NASA me va a encontrar, y me lo llevaré conmigo para hacerlo pedazos que ni los demonios podrán encontrar algún resquicio de su alma —balbuceó entre dientes separándose del mayor, tomando asiento frente a la barra—. Y todo el rencor, y todo lo que sentí en el fondo del mar.

—Necesitará muchas más papas fritas para alejar esos sentimientos —intercambia el castaño con el rubio, recibiendo un asentimiento mientras tomaba de su cerveza.

—Le llamaré a papá, esos dos hijos de perra tienen asientos reservados al infierno —tanteó el bolsillo de la cazadora, agarrando su celular y buscando el contacto de Crowley.

—Tal vez necesite otra hamburguesa también —Sam y Dean se encogieron de hombros, antes de intentar arrebatar el dispositivo de las veloces manos de la bruja.

—Cariño. Bebé —se quejó, regañando al par de hermanos con sus respectivos apodos—. Tuve un día agotador con mi magia, no he comido, llevo una botella completa y acabo de ver a mi ex con la mujer que me engañó, no me hagan reservar cuatro.

Sam suspiró, colocando su mano sobre la de Olivia. —Preciosa, ¿No crees que estás siendo muy dura?

—Al diablo con ellos, Sammy —espetó el mayor de los Winchester, luego de segundos de reflexión silenciosa—. Nadie lastima los sentimientos de Liv. Hazlo, bebé.

—¡Gracias, Dean! —soltó sarcástica dejando un escaso beso en sus labios, mirando a Sam con desaprobación.

𝐇𝐄𝐒𝐓𝐈𝐀 ៹ 𝗍𝗐𝖾𝗇𝗍𝗒 𝗌𝗈𝗇𝗀𝗌.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora