Cap 1: Mayordomo y padre

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¿Cómo imaginan el infierno?, algunos dicen que está lleno fuego y que dentro las almas humanas de todos los pecadores sufren por toda la eternidad, luego están los demonios, supuestamente son monstruos, pero como verán en las siguientes líneas son más "peculiares" de lo que aparentan.

Ahora iremos al sitio que nadie quiere visitar: "El infierno", este que describiré no tiene Sol, se ilumina un poco con una especie de Luna de un color blanco claro, si vas caminando por el sendero no verás césped, al menos no como el que estás acostumbrado, está lleno de flores blancas y negras que son movidas por un aire frío que congelaría el cuerpo de un humano. En la oscuridad del camino se puede ver una sombra muy grande: es una mansión, no parece haber más ninguna alrededor.

Sin embargo nuestra historia comienza fuera de la mansión, donde estaba un enorme pantano, en el vagaban las almas humanas, en el pantano se oían pisadas, las almas como por instinto se escondieron, pues algo se acercaba, era un sujeto encapuchado, no se veía su rostro, el "sujeto" sacó lo que parecía ser una caña de pescar y la agitó hacia la oscura agua para pescar almas, una actividad muy divertida. Del fondo del agua salieron dos almas enredadas en la caña, que cuidadosamente fueron guardadas en un saco, el encapuchado miró hacia lo alto, viendo como la Luna cambiaba de posición, esto es lo más parecido a lo que los humanos llaman: "Noche".

Rápidamente corrió por el pantano llevando a cuestas el saco, se acercó a la mansión y trepó para subir a una de las ventanas que "casualmente" estaba abierta. Una vez dentro todo estaba oscuro, no se veía a nadie, (lo cual era extraño), entonces el sujeto se quitó la capucha para descubrir el cuerpo de una mujer joven de unos 16 o 17 años, con el cabello largo y negro, vestida con un vestido oscuro que llegaba hasta la rodilla, sus ojos rojos sobresalían por encima de toda la penumbra.

Cuando se disponía sigilosamente a avanzar fue sorprendida por una voz dominante:

- "¿Dónde estabas Rosa?"- Le dijo la voz.

En la habitación apareció un demonio alto y muy atemorizante con el cabello negro (igual que el de la joven), vestido con un traje del que salían llamas oscuras, con unas botas con tacones, el cuello del traje llegaba hasta arriba y se veían dos cuernos saliendo de su cabeza, acompañados de unas alas de plumas negras. (Sebastián Mickaelis, era increíble y al mismo tiempo asustaba):

-  Dije, ¿dónde estabas Rosa?

- Papaaaa - dijo la chica muy feliz.

Rosa abrió los brazos en señal de que quería abrazarlo, lo cual no fue muy bien recibido:

- Nada de "papá", ¿volviste a escaparte?- Le dijo cruzado de brazos.

-  Noooooo - le respondió haciendo uso de su "encanto infantil".

-  ¡DEJA DE MENTIR!, ¡Y DEJA ESA ACTUACIÓN RIDÍCULA! ¿CREES QUE SOY TONTO?....

- Ah,...Sí

Esa respuesta solo hizo enojar más a su padre, que por más que intentaba no lograba hacer que Rosa lo obedeciera en nada, mucho menos tener una conversación padre e hija, por lo tanto solían discutir con frecuencia:

- ¿Cuántas veces tengo que decirte que no puedes salir de la mansión? ¿Tienes idea de cuántos peligros hay allá afuera? ¿Qué tal si......?

- "Un monstruo aparece de la nada y me devora", como si no fuera suficiente con los dos demonios de la casa.

- "No es gracioso"- dijo otra voz en la misma habitación, esta era más suave y relajada. Un chico de "mediana estatura" con un traje negro, tenía aspecto demasiado adorable para ser un demonio:

Kuroshitsuji: Book of PearlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora