Santiago.
Estaba furioso porque Lara me acusara de algo que no había hecho. Es que hasta tenia testigos de que ayer en la noche estaba tranquilo en mi cama.
Jhon me había visto. Ahora todo tenia sentido para mi, de porque mi primo llego muy tarde el día anterior.
Ayudando a Lara tal vez?
Pero que tonto pensar que era yo el de ese robo. Tampoco podía decir que era un santo, porque tal vez si fuera hecho algo así contra ella, no tenia sentido negarlo. Pero no en este momento. No me había pasado mas por la cabeza hacerle maldades a Lara de ese calibre.
Por ahora.
En la mañana la note diferente. Por eso tan distante, tan dispersa. Tal vez... triste.
La observe toda la mañana para tratar de descubrir, que pasaba con Lara. Al entrar al salón ni siquiera me miro a la cara.
Estúpido era, tal vez me estaba preocupando por ella.
Fui al baño y me observe en el espejo. Anoche no había dormido por tener una video llamada caliente con una rusa. Esa chica me dejo exhausto.
Sonreí al recordar mi picardía con aquella chica.
Al salir me tope con una de las secretarias guapas de la oficina, comenzamos a flirtear para pasar el tiempo. Le decía cosas que a las mujeres le gustaba para que me aceptara por lo menos la cita al café.
Todas caían siempre.
–Chico te recuerdo que estas en la hora de trabajo.- dijo Lara, apareciendo de la nada.
Siempre dañándome las jugadas con las chicas.
La secretaria se fue.
Entonces mi sangre hirvió y la tome del brazo metiendola en el baño de hombres y pasando el seguro.
–¿Qué coño te pasa?.- estaba furioso.
Lara me vio sorprendido. Sus ojos color miel destellaban. Estaba que la mataba.
Me empujo y la solté.
–Inmaduro, no me cabe duda que fuiste tu. Y te juro que te haré la vida imposible. No descansare hasta que sufras de verdad.- me espeto de frente. Muy cerca.
Sus ojos ahora destellaban de rabia.
–Déjate de chorradas Lara.- Y aquí estábamos como siempre, retándonos. Peleándonos.
Así era nuestra relación, tirante.
–Se que fuiste tu Santiago. TE CONOZCO.- Grito casi.
Me enfurecí mas. Quería desaparecerla de mi vida.
–DEJA EL PUTO ACOSO LARA. DEJAME EN PAZ. Explícame algo, que es lo que te pasa a ti conmigo? TANTO TE GUSTO?.- Le pregunte, no se de donde había salido esa tontería que dije.
Pero no me quedaba otra explicación.
Lara hizo cara de asco y como si quisiera vomita. Y después rio.
–Ni a la parrilla inma.- dijo en tono burlón antes de llevarse las manos al pelo, agitarlo y dejarlo caer sobre su frente.
Enarque una ceja, estos juegos entre nosotros cada vez se hacían mas pesados.
–Ves lo que se siente, que te acusen de algo que no hiciste. Como tu con lo del promedio y las notas.-
–Y sabes, se que fuiste tu. Mi moto ya ha sufrido bastantes daños por ti, desde que casi me chocas hasta el rayón que le hiciste. Y no solo mi moto, también yo. Y te haré pagar una por una.- volteo y se quedo seria.- Maldigo el día que te conocí en ese puto bar.
La tome del brazo antes de que se fuera, nunca una mujer me había tratado de la forma que lo hacia Lara. Nunca una mujer me hacia sentir un torbellino de furia como lo era cuando ella estaba cerca.
–El mejor promedio será mío, no te saldrás con la tuya.
Lara me miro detenidamente. Pensé por un momento que estaba a punto de escupirme.
–Tranquilo, quédate con tu estúpido primer lugar. Ya la embarre hoy en mis calificaciones. Ya te puedes quedar quieto con eso. Pero lo que va seguro, es que la pasaras mal. Peor de lo que te he hecho en las ultimas semanas.
No era la primera vez que me amenazaba. Pero por alguna razón, mi piel se erizo. Esto tal vez seria mas serio que todo lo demás.
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Aléjate o déjate llevar
Novela JuvenilLara y Santiago, muy diferentes pero al mismo tiempo tan iguales, con las mismas ganas de comerse al mundo. Lara es una chica fuera de lo común, desde su aspecto hasta su personalidad ruda y fuerte, chocara con Santiago al demostrar de verdad que un...