Whisper of your Heart

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Notas: Ningún personaje me pertenece.

Advertencia: AU.

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El viento frío calaba sus huesos, podía ver el vaho caliente confundirse con el viento helado, sus pulmones quemaban, sus pies desnudos dejando rastros de sangre en la nieve, las sentía como finas agujas traspasar su piel, los copos de nieve golpeando su rostro, pero sabía que no podía detenerse, mucho menos cuando las rápidas pisadas estaban casi alcanzándole, los gritos de terror de sus padres aún llenaban sus tímpanos, habías dejado atrás tu pequeña casa en Alaska, con tus padres y hermano en ella, las lágrimas resbalaban por tus mejillas, no podías dejar de pensar en ello, cuando el aire salió de tu cuerpo, cayendo con fuerza al suelo, el terror te invadió rápidamente cuando un aliento caliente y putrefacto rozó tu mejilla.

De pronto la oscuridad que hace poco cubrió tu cerebro fue disminuyendo, dejando que el rastro del miedo creciera en tu pecho, tus ojos observaron con terror como el De Havilland DH.98 Mosquito, que tu padre amaba, explotaba. Los copos de nieve poco a poco fueron convirtiéndose en cenizas grisáceas, el olor a sangre quemada llenó cubrió el olor a invierno. Ya no era el frio que calaba tu cuerpo, ahora era fuego y furia, la sangre arremolinándose dentro de ti, el odio y la ira creciendo en tu interior.

Necesitabas sacar toda esa energía, tu cuerpo se comprimió sobre el suelo, tus músculos se contrajeron, tu piel quemaba contra el suave roce del viento, lentamente la nieve bajo de tu cuerpo fue tiñéndose de un rojo carmín.

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Te odiaste tanto cuando dejaste que Pietro te alejara del menor, el toque arrogante del omega, junto con su aroma ya no era algo que te encandilara, tu lobo pedía estar más cerca de Scott, marcarlo en todo sentido de la palabra, cuidarlo y hacer bien el papel de alfa, pero tal vez por tu orgullo o miedo, que no dejabas acercarte a él.

Se había alejado tan rápido de Pietro cuando Scott se introdujo en el bosque, pero no fue detrás de él, por más que lo deseara, salió tan rápido de ahí, aún con el aroma de Pietro sobre su cuerpo, pero con la imagen y el aroma de Scott en su mente.

Habías necesitado llenarte de otro aroma, de cubrir tu cobardía con alguien más, no importaba el nombre, no importaba la edad, pero la necesidad aun picaba en tu piel. La luna ya se encontraba en lo alto del cielo, con nubes gruesas cubriendo todo a su paso, cuando regresó a casa, odiaba que el alcohol no afectara sus sentidos.

Había creído que hacer todo eso iba a funcionar, los aromas inundaban tu cuerpo, pero lo sintió una patada en el estómago, tuvo que salir casi corriendo de la habitación, cuando abrió los ojos y pudo ver unos ojos caramelos, mirándole con pasión, unos cabellos cortos y castaños desordenados sobre la almohada, el joven y fino rostro del muchachito que había encontrado unas horas antes.

La mansión se encontraba en pleno silencio, algo que él siempre aprovecharía, pero ahora solo necesitaba salir de la ducha, quitarse toda esa esencia, que lo único que hacía era causarle dolor de cabeza y ganas de vomitar.

Tal vez necesitaba un corte de cabello, tal vez su barba se encontraba andrajosa, pero nada de eso parecía importarle, tomó un pantalón chándal, cuando un horrible dolor punzante atravezó su pecho, el frio recorrió su columna vertebral, para luego llenarlo de ira y miedo. Tuvo que salir corriendo por el largo pasillo, cuando pudo escuchar un fuerte alarido.

Golpeó la puerta de la habitación, sin importarle si la había roto, el miedo seguía creciendo cuando observó como el cuerpo de Scott se encontraba levitando, con una extraña energía roja alrededor de él. Tuvo que caminar despacio, dejando que la fuerza y el aroma de su lobo llenara la habitación, poco a poco el menor fue cayendo y él aprovechó para tomarlo entre sus brazos.

Aullando a la lunaWhere stories live. Discover now