Capítulo 25

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POV SAN

El resto del día me lo había pasado notablemente más alegre, había convencido a Wooyoung de que me dejara llevarlo a su casa ya que realmente no era una molestia para mí y afortunadamente este no opuso demasiada resistencia luego de unos cuantos segundos de mi insistencia.

Al despedirnos le agradecí nuevamente por todo, le agradecí porque hizo las cosas mucho más fáciles de lo que creí que serían, le agradecí porque no se había resignado a escuchar sus propios sentimientos haciendo un escándalo digno de cualquier drama luego de escuchar mi rechazo, fue comprensivo... Y le agradecí porque, sin saberlo, me había permitido finalmente dar el último paso que me faltaba para poder entrar de lleno en el corazón de Yeosang, ya no había nada que me impidiera avanzar en mi relación con él, a partir de ahora este era un asunto que solo nos incumbía a ambos y eso me gustaba.

Incluso de camino a cada había pensado en pasar a verlo, estaba demasiado emocionado por decirle que ya no había nada que evitara que lo tratara como quería, ya no había nada que me evitara ser coqueto con él y demostrarle a todos los demás que lo quería cómo algo más de un amigo, quería verlo y sentir que por fin tenía el derecho de ser un poco más atrevido, pero finalmente terminé pasando de largo frente a su edificio haciendo uso de una gran fuerza de voluntad.

Y es que aunque quería verlo, tampoco quería hostigarlo, sé que es raro de mí decir algo así, puede que mi actitud extremadamente cariñosa haga que mi argumento pierda su fuerza, pero es Yeosang de quien estoy hablando, nunca lo he tomado a la ligera, nunca lo he tratado como a cualquiera de mis amigos y mucho menos como a alguno de los chicos o chicas con los que había coqueteado en el pasado.

Quería que de sintiera cómodo conmigo, quería que disfrutara del tiempo que pasara a mi lado y no que se preguntara constantemente por qué estaba de nuevo en su departamento o si es que no tenía mejores cosas en las cuales perder el tiempo.

Tal vez estaba exagerando un poco demasiado al pensar de ese modo, Yeosang era demasiado dulce para pensar de ese modo... O tal vez no, tal vez solo era demasiado dulce para decírmelo directamente,  la verdad es que cuando estaba junto a él me era difícil tratar de adivinar lo que pasaba por su cabeza, ya que generalmente me perdía demasiado en su belleza.

Solo suspiré cuando finalmente llegué a casa y estacioné frente a esta, no es que estuviera triste, más bien, me parecía curioso como hasta ahora había tomado la iniciativa en todo momento con Yeosang sin pensar realmente en cómo este se sentía al respecto, y aunque varias veces me decía que simplemente se sentía extraño y confundido, tal vez experimentaba muchos más sentimientos de los que quería expresar.

Solo negué un poco con mi cabeza antes de volver a tener una brillante sonrisa en mi rostro, no iba a pensar así ahora, hoy habían pasado cosas muy buenas y no iba a permitir que mis propios pensamientos acabaran con mi emoción, ya luego podría pedirle a Yeosang que fuera completamente sincero conmigo, si en algún momento mi actitud lo molestaba o incomodaba, entonces cambiaría rápidamente solo para hacerlo feliz, y sino, pues entonces solo podría sonreír y darle muchos besitos... Aunque se los acabaría dando de todos modos en cualquier situación.

—Hijo por fin llegas, quería decirte que iré a cenar con algunos compañeros de trabajo y...—

Mi madre se detuvo en seco luego de verme, me analizó un tiempo bastante prolongado con la mirada y realmente no entendría su actitud si es que no se tratara de mi madre, la mujer que me trajo al mundo se volvía fácil de leer luego de convivir un poco con ella, así que para mí, que habíamos pasado juntos toda la vida, mi madre siempre era como un libro abierto.

—Estás sonriendo...—

No es cómo si nunca lo hiciera, pero como ya dije, conozco a mi madre, sé a qué se refiere con su comentario, no tanto al hecho de qué esté sonriendo, sino más bien el por qué estoy sonriendo.

Secundario •|SanSang|• [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora