Capítulo 3 ❣️❣️❣️

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Sarah llegó a ViC Enterprises el lunes a la hora del almuerzo con unacesta de picnic, y saludó a Ivan que estaba cerca de la recepción. Tras
tomar el ascensor hasta el décimo piso, se dirigió a la oficina de sumarido y dejó la cesta sobre la mesa.
Él se acercó a saludarla con un beso. -¿No habíamos quedado en queno vendrías a la oficina?- le preguntó.
-Atrabajar- contestó ella. –Pero no a almorzar- añadió, sacando varias cajas de la cesta.
Riéndose, Vitaly se sentó a la mesa. -¿Y no piensas hacer nadamientras estés aquí?
Con un encogimiento de hombros, cogió una de las cajas y la abrió. -
Bueno, ya que estoy aquí…- antes de que Vitaly pudiese responder, Diane entró en la oficina y colocó unos documentos y una memoria USB delante de Sarah, antes de tomar una de las cajas que ésta le ofrecía y volver a salir sin decir palabra. Vitaly sacudió la cabeza con unarisotada a la vez que agitaba un dedo ante su esposa.
-Tienes que tomártelo con calma.
-Eso hago. Te lo prometo. Vamos a comer. Tengo hambre.
Mientras almorzaban, él la puso al día sobre sus clientes y ella le dijo qué pensaba. Cuando estaban terminando, Laurel, la recepcionista
del personal directivo, entró para comunicarles que Ivan estaba al teléfono.
-¿Por qué no ha llamado a mi línea?- Ella se encogió de hombros y, antes de irse, cogió un recipiente con frutas que Sarah le entregó.
Vitaly tomó el teléfono y activó el altavoz- ¿Sí?
-Tengo aquí a alguien que quiere ver a Sarah- dijo Ivan sin preámbulo.
-Que suba- dijo ella.
-No quiere subir. Prefiere verte aquí abajo.
-¿Quién es?- quiso saber Vitaly.
-El capitán Cash Harper.
-¡¿Qué?!- gritó Vitaly poniéndose en pie. -Dile que…
-Que ahora mismo bajo- Sarah terminó por él, mirando fijamente a sumarido, -sola.
-De acuerdo.
Cuando Ivan colgó, Vitaly miró a su esposa.
-¿Por qué sigues siendo amable con esa gente?
-Porque cuando tú estabas en coma, yo necesité mucho apoyo-contestó, levantándose.
Tras abrir y cerrar la boca un par de veces, Vitaly no pudo encontraruna respuesta apropiada, y asintió con la cabeza. Ella se inclinó haciaél, poniéndose de puntillas para besarlo.
-No te preocupes, no saldré del edificio con él, y seguro que Ivan estácerca.
Una vez en el ascensor, Sarah se preguntó qué querría. Al salir alvestíbulo, echó un vistazo alrededor y lo vio paseando por delante deun banco. Lo observó mientras se acercaba. Parecía no haber dormidoni haberse cambiado de ropa en varios días, lo que le recordó suestancia en el arrastrero de pesca, cuando él la secuestró para pedirun rescate.
-Capitán Harper- le llamó, y él se dio la vuelta sorprendido, mirando suvientre.
-Guau- exclamó, observándola. -¿De cuánto estás?
Acariciando su barriga, ella respondió: -De 30 semanas. ¿En quépuedo ayudarte?
Él sacó algo de su bolsillo y se lo entregó.
-He venido a devolverte esto- dijo, y depositó la gargantilla dediamantes en su mano extendida.
-Pero se lo dí a Piper- respondió Sarah, mirándolo confundida.
-Ella ya no lo necesita- informó simplemente.
Al observar su rostro, se dio cuenta de que había estado llorando. -
¿Cuándo?- preguntó en voz baja.
-El viernes por la noche- respondió él con un suspiro. -Y tambiénquiero darte las gracias por cubrir los costes de su estancia en elhospital. Tuvo... oportunidad de luchar- declaró entrecortadamente,antes de tomar una bocanada de aire.
Sarah asintió con la cabeza y estuvo a punto de decir algo, pero él yase dirigía hacia la salida y al coche que le esperaba fuera.
Derrumbándose en el banco, contempló la gargantilla, sintiendo lapérdida de una mujer que había muerto demasiado pronto. No podíaimaginar cómo sería su vida sin Vitaly, y agradeció en silencio aquienquiera que pudiera estar escuchando, que ambos estuvieran asalvo.
Al sentir un brazo alrededor de su cintura, se apoyó en su esposo. -
¿Estás bien?- preguntó Vitaly, besando su coronilla. Cuando ellaasintió, él acarició la mano que sostenía la gargantilla. -¿Seguro?
Al mirar hacia abajo, Sarah vio sangre en la mano con la que habíaestado comprimiendo el collar. Vitaly se lo quitó, y se lo iba a meter en elbolsillo cuando ella lo detuvo.
-Este collar representa todo y nada- comenzó, y él esperópacientemente a que hablara. -Recuerdo haberme enfadado contigoporque no te diste cuenta de que lo llevaba puesto cuando fuimos a laisla, y después no parecía importarte que hubiese desaparecido.
Ahora sé que tenías muchas cosas en la cabeza, pero yo me sentía insegura.
Haciendo una pausa, respiró profundamente. -Y cuando vi a Piper conél, me enfureció, y supe que pasara lo que pasara, lo iba a recuperar. Ylo hice. Pero entonces…
-En el hospital.
Ella asintió. -Cuando la vi en aquella cama me di cuenta de la suerteque tengo de tenerte en mi vida. Tú eres mi mundo, y pronto seremosuna familia de cuatro. Y este collar, aunque es precioso, nunca me harátan feliz como lo soy cuando estoy contigo.
Abrazándola con fuerza, Vitaly dijo: -Te quiero, kotyonok. Más de lo quesoy capaz de expresar.
-Te quiero, Vitaly.

La Familia Del MillonarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora