Es hoy, es hoy como diría Stuart little. El aclamado primer día de clases llegó.
Ayer por la noche estuve un buen rato pensando en cómo me peinaria, ya sé que es algo que no importa pero quiero verme bien en mi primer día de clases, por lo que hoy en la mañana me decidí por fin a ponerme un pasador azul con piedritas en forma de moño, para que me sujete un poco el fleco que ya me había crecido bastante y lo demás suelto.
Ajusto mi uniforme agarro mi mochila y salgo de mi cuarto hacia la cocina tengo mucha hambre y sueño, así que un rico Chocomilk me caería genial.
— Pero mira nada más que bonita te ves May—dice mamá —deja que te tome una foto, espera — va hacia la barra desayunadora y toma su teléfono —sonríe.
Me señala entusiasmada y no puedo evitar regresar esa sonrisa.
— Perfecto se irá a nuestro álbum—avanzo hacia la barra y tomo asiento en un banco — no estes nerviosa corazón todo saldrá bien.
—No puedo evitarlo —agarro el vaso de leche y el pan tostado con mermelada de fresa y los acerco hacia mi— pero a la vez estoy muy emocionada.
Comienzo a darle una gran mordida al pan tostado.
—Tu tranquila, sé que va a ser difícil al principio pero verás que vale la pena y además tú eres muy buena niña— me acaricia mi cabeza—y sé que hasta los profesores te van a adorar.
Cruzo los dedos para que eso pase. Mamá se va a su cuarto para terminar de arreglarse y yo me apresuro a tomar mi leche.
Antes de salir guarda mi merienda en la mochila y mi botella de agua que compró hace una semana para la escuela con una figura de una caricatura que me gustaba mucho de pequeña. Mi mamá cuando la vió se acordó mucho de yo de bebé sentada frente a la televisión aprendiendo a gatear y dijo que se le había hecho irresistible comprarla.
Salimos hacia la parada del autobús mi madre dándome la mano y obviamente dándome consejos sobre cómo romper el hielo.
—Mira tu solo piensa en algo que te guste—me le quedó viendo— anda piénsalo.
—Pues...— lo hago — me gustan los superhéroes, las jirafas, las mariposas y esas cosas —digo dudosamente.
—Ahí lo tienes, solamente tienes que hablar de lo que te gusta y también preguntar, May tener una amistad es muy bonito y ojalá encuentres de esas que duran para toda la vida. Pero solamente te diré algo muy importante y es que seas tu misma— se agacha un poco para llegar a mi altura.— no intentes ser alguien que no eres, y menos para agradarle a alguien, solo se tu misma y ya verás que alguien verá en ti a una verdadera amiga.
Lo intentaría, claro que sí.
Subimos a el autobús y nos sentamos en la parte de atrás. Para llegar a mi escuela teníamos que cruzar un buen tramo de la ciudad. Estaba nerviosa las manos me empezaron a sudar no lo podía evitar, empezé a tratar de pensar en otra cosa, y en eso me vino una oleada de paz al pensar en Kellan. No lo había visto desde el jueves pasado, me preguntaba por qué no había regresado a mi casa. Le había preguntado a mi mamá sobre eso y ella respondió que era por qué al siguiente día regresó a la escuela y el fin de semana no habían estado en su casa. Aunque solo lo conocía de los dos días que nos vimos, me daba mucha paz saber que por lo menos en casa tendría a alguien con quién hablar. Me agradaba mucho y yo ya lo consideraba mi amigo, esperaba que él lo hiciera también.
Miro hacia al frente cuando veo que mi mamá me dice que bajemos. Tomo mi mochila y le doy la mano. Cuando estamos en la calle mi mamá gira un poco tratando de ubicarse, comenzamos a avanzar hacía una calle por la cuál varios coches entran y salen.
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La Otra Cara
Roman d'amour"Las personas suelen decir mentiras, ocultar verdades y fingir ser más de lo que son. Siempre búscamos nuestra felicidad ¿No es así? Pero por cuántas vidas puedes pasar para ocultar lo que más miedo te da. Es difícil mantener apariencias después d...