Pasaron varias horas antes de que el helicóptero pudiese aterrizar en
el rancho. Tras posarse junto al granero, Ivan salió de él seguido de
otro hombre. Miró a su alrededor y vio a Vitaly, y se acercó hacia él.
Ivan extendió una mano para estrechársela, pero Vitaly tiró de ella y le
dio un abrazo.
-Niñas, Ivan. Tengo dos niñas.
-Enhorabuena, jefe. ¿Cómo están todas?
-Muy bien-. Vitaly se dio la vuelta y reconoció al obstetra de Sarah.
Tendiéndole la mano, dijo: -Gracias por venir.
-No me lo perdería por nada del mundo- contestó el médico. -¿Dónde
están?
Al entrar en la cabaña, Vitaly presentó a los dos hombres a la
concurrida sala. Se acercaron al dormitorio y llamó delicadamente,
antes de entrar con el médico. Junto a la cama, el obstetra se presentó
al doctor Waverly y a Hannah antes de examinar a Sarah y a los
bebés.
-¿No ha cortado los cordones umbilicales?- preguntó.
Sacudiendo la cabeza, Waverly dijo: -No. He estado leyendo sobre los beneficios para la salud de no cortarlos demasiado pronto. Pensé que,
si no llegaba a tiempo, le iba a dejar al padre hacerlo.
Asintiendo, el obstetra elogió la decisión del veterinario y abrió un
maletín para sacar sus instrumentos. Tras hacer un gesto a Vitaly, éste
le siguió al cuarto de baño, donde ambos se lavaron las manos y se
pusieron guantes. De vuelta al dormitorio, abrió un envoltorio de
plástico y le entregó unas pinzas a Vitaly.
-¿Le gustaría hacer los honores, papá?
Tomando las pinzas, Vitaly siguió las instrucciones del médico y cortó
los cordones umbilicales. Una vez hecho, Hannah y el veterinario
depositaron a los gemelos en sus cunas mientras el obstetra terminaba
con Sarah.
Pasaron varias horas antes de que el médico dejara volar a Sarah y a
los bebés, pero estaba impresionado de lo bien que había salido todo,
y seguía moviendo la cabeza con incredulidad.
Mientras se preparaban para marchar, una de las sobrinas de Sarah
preguntó: -¿Cómo se llaman?
Sarah miró a Vitaly y este asintió con la cabeza. Con una sonrisa,
levantó al bebé que estaba sosteniendo, -Esta es Anna-, dijo, y,
señalando al bebé en brazos de Vitaly,: -Y esa es Katie.
-¿Katie?- preguntó su padre, limpiándose las lágrimas del rostro.
Sarah asintió. -Dijimos que si teníamos niñas las íbamos a llamar como dos personas muy especiales: la hermana de Vitaly y mamá- dijo Sarah,
secándose sus propias lágrimas.
-Es una idea estupenda- añadió su padre, abrazándola. -Estupenda.
Ya era hora de tener a una pequeña Katie correteando por aquí, y
también necesitábamos una Anna.
Cuando todos hubieron subido al helicóptero, Ivan se quedó para
recoger sus cosas y, tan pronto como la carretera estuviese despejada,
iba a conducir el coche de Vitaly. Chad se ofreció a devolver el coche
más adelante, pero Ivan rehusó amablemente, ya que no había
suficiente espacio para todos en el helicóptero.
Se despidió con un gesto cuando el aparato se elevó en el aire, y vio
cómo se alejaba en dirección a San José. Dándose la vuelta, regresó a
la cabaña y se sorprendió al ver que ya habían limpiado todo y hasta
habían cambiado las sábanas.
Un aroma a pollo asado llamó su atención, y se dio cuenta de que tenía
mucha hambre. Una de las mujeres entró con una cesta llena de
comida, y él comenzó a salivar.
-Imaginé que tendría hambre- le dijo, antes de depositar la cesta sobre
la mesa.
Con un gesto de agradecimiento, dejó lo que estaba haciendo y se
dispuso a comer.
Ivan no pudo viajar hasta la mañana siguiente. Después de prometer
enviarles noticias de todos, condujo directamente al hospital y se dirigió al ala infantil. Tras registrarse, estaba caminando hacia la
habitación, cuando vio a Vitaly en el pasillo.
Vitaly se dio la vuelta al oír su nombre, y sonrió a su amigo.
-Iba a ver a las niñas- le dijo, y caminaron juntos hasta la sala de
bebés. Acercándose al cristal, señaló a las gemelas, y la enfermera les
saludó desde dentro.
-¿Cómo está todo el mundo?- preguntó Ivan, felicitando a su jefe una
vez más.
-Estupendo. Todo ha ido tan bien que aún estoy esperando que
suceda una desgracia.
Dando unas palmaditas a su jefe en la espalda, Ivan dijo: -Aveces las
cosas salen bien.
Tras decidir no visitar a Sarah, Ivan abandonó el hospital después de
transferir todas las cosas del coche de Vitaly, y se fue a casa.
Vitaly entró en la habitación y se detuvo al ver a Sarah amamantando a
las niñas. Ella levantó la cabeza y sonrió, y le preguntó por qué había
tardado tanto.
-He ido a acompañar a Ivan a la salida.
-¿No ha querido vernos?
-Ha visto a las niñas, y luego ha dicho que quería descansar. Seguro
que vuelve en un par de días.
Sentándose a su lado, contempló a las tres personas más importantes
de su vida.
-¿Has visto lo que hemos hecho?- preguntó, todavía incrédulo. -Y son
perfectas en todos los sentidos. Como tú- añadió, besándola.
Sonriendo, ella dijo: -Aún estoy en una nube con todo lo que ha
pasado. Y estas niñas… son nuestras. ¿Estás preparado para vivir con
tres mujeres bajo el mismo techo?
-Si todo va según el plan, pronto tendrán hermanos para protegerlas.
-Me siento muy afortunada- exclamó Sarah, y se inclinó para besarlo. -
Te quiero muchísimo, Vitaly.
-Y yo a ti, kotyonok. Más de lo que puedo expresar con palabras.¡FIN!
Gracias por leer 😊 los créditos son para el autor ❣️
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La Familia Del Millonario
De TodoY henos aqui en la última parte de esta maravillosa saga...