Por siempre, Evet.

Encuentro de Huracanes

Ahora está frente a mí, de nuevo, justo un año después de que esos malditos ojos negros me hechizaran, de que esos labios carnosos me hablaran en mil idiomas, me convencieran, me enamorara como nunca antes y de repente se marchara y me dejara atrás sin una parte de mi alma, que, a pesar de mis esfuerzos por mantenerla unida a mí, él se llevó. Ahora está justo aquí, frente a mí. ¡Cielos! Esos malditos ojos me miran y yo, que me creía libre de todo sentimiento, fuerte y decidida, yo, que jamás lo volvería a mirar, ahora, aquí, me encuentro reflejada en esos ojos y mi mundo tiembla de nuevo.
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Encuentro de huracanes

Mi pasión es el arte, me fascina dibujar proyectar mis ideas de una manera creativa y expresar emociones verdaderas. Mi sueño era llegar a tener mi propio taller y viajar por el mundo para luego reflejar lo que conociera en mis obras, lugares, personas, historias. Quería que las personas vieran mis trabajos y empatizaran, se emocionasen, se inspirasen, quería hacer feliz a los demás con lo que a mí me hace feliz.

Dejé de lado la carrera de derecho en la universidad para comenzar a estudiar artes plásticas, pero el haber empezado a estudiar tan tarde marcaba una diferencia entre las personas que habían estudiado desde casi niños. De igual manera, siempre que se presentaba una oportunidad de mostrar mi talento la tomaba, sin importar que escuchaba más críticas que elogios, incluso desprecio por pate de algunos que se creían ¨prodigios artísticos¨ y se veían en la necesidad de humillar a cualquiera.

Esta es la historia de cómo comencé a alcanzar mis sueños, de cómo conocí el amor de cómo la vida me hizo cambiar, en fín, de cómo cambió mi vida. Y sé que esta introducción es un poco dramática y seria, pero cuando miro atrás sucedieron tantas cosas, y por supuesto, las risas nunca faltaron. Comenzaré por ese día, el día en que mi vida comenzó a cambiar.
Era el día en que anunciaban los resultados del último concurso en el que había participado, el premio era una beca para estudiar durante dos meses en una escuela de arte fuera del país, además cubrían los gastos de alojamiento y transporte por lo que no iba a ser problema la situación económica de mi familia. Había estado dos años trabajando en el negocio familiar; un pequeño ¨hotel¨ para los turistas, el cual no genera grandes ingresos; y tenía unos ahorros que me servirían para el pasaje y otros gastos. Aunque ya me habían rechazado en muchas ocasiones mis expectativas siempre eran bastante altas, mi lema era: ¨la peor pérdida es no intentarlo¨, siempre lo repetía; aunque luego de que me rechazaban me deprimía y me preguntaba por qué tuve la maravillosa idea de intentar algo que no era para mí, una persona sin talento, sí, así de comprometida estaba con mi filosofía.
Regresando a ¨ese día¨, desperté temprano y me preparé para dirigirme a la oficina de cultura que había organizado el concurso, el sitio en donde darían los resultados. No les conté a mi familia del concurso, no quería decepcionarles, en caso de resultar en fracaso una vez más, traté de salir a escondidas de la casa para encontrarme con Lori, mi mejor amiga; siempre tan entusiasta, desde pequeñas éramos inseparables, no hubo un momento en que dudara de mi talento, y en esa ocasión era la única que sabía de mis planes; pero fui atrapada en último momento por mi mamá, como no me lo iba a esperar de la señora Lua.

- ¿A dónde vas tan temprano? - me preguntó mi madre con una expresión no muy agradable en su rostro mientras bebía un sorbo de su café matutino.

-Hola má, voy a ver a Lori. - dije con una sonrisilla nerviosa.

- ¿Ahora? Son las ocho de la mañana.

- Sí, es la hora perfecta para ver a los amigos. - mientras,intentaba escabullirme por la puerta que da a la calle.

-No te voy a preguntar que se traen entre manos porque al parecer no tienes intenciones de contarme. Solo te pido que no te metas en problemas.