PIJAMADA I

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CAPITULO CINCO

“PIJAMADA I”

 

Lucy y yo gritamos como desquiciadas en mi habitación, era el día más feliz de mi vida, sería la mejor pijamada de todas.

-Cielos, recién llegas y mis oídos quieren explotar—nos interrumpió molesto Nathan, mientras colocaba sus manos en sus orejas y fruncía el ceño.

-Solo lárgate—le conteste lanzándole una almohada, Lucy río

-Es un gusto verte Nathan—dijo entre risas

-Créeme, yo no siento lo mismo—le contesto el con una expresión asqueada mientras bajaba las escaleras.

-¿A dónde vas?—le pregunte yo desde mi cuarto

-Lejos de ustedes—Me respondió mientras cogía las llaves de la casa

-Tráenos un poco de helado—le pedí desde las escaleras

-¿Qué decía la regla número 7?

-¡Oh, vamos no empieces!

-¿Qué decía Shay?—pregunto con esa sonrisa que yo odiaba pero que al resto le encantaba.

Suspire y rodé los ojos mientras repetía en un tono aburrido la estúpida regla—“No me pidas ningún favor nunca”

-Así me gusta Shay—contestó mientras salía de la casa

-¿Nathan ya se fue?—pregunto mi abuelita tomando su cartera.

-Si…de casualidad… ¿sabes dónde fue?—pregunte, la curiosidad podía más.

-Dijo que saldría con un amigo, Ana tu papá llamo y dijo que disfrutaras de tu pijamada

-Sí, me lo dijo ayer por teléfono—dije entre risas, la verdad es que papá me extrañaba y llamaba a todas horas.

-Bueno ya lo conoces, suele ser un poco paranoico

-¡Abuela!—exclame sorprendida mientras reía

-Eso lo heredo de tu abuelo—explico ella riéndose—Bueno yo ya me voy, tu tía Mary necesita unas instrucciones para preparar el pie de manzana.

-Está bien, ten cuidado

-Gracias, saludos a Lucy—se despidió ella dejándonos solas.

Volví a mi habitación y encontré a Lucy tirada en mi cama— ¡Tenemos la casa para nosotras!

-¡¿En serio?!

-¡Ajá!

-¿Nathan se fue?

-La casa está libre de gusanos como el

-¿Y tú abuelita?

-Salió  con mi tía

-Oye, tu abuelita sale más que yo—dijo ella frunciendo el ceño

-No es una abuela normal—dije yo entre risas.

-Nadie de tu familia lo es—dijo ella riendo

-¿Me estás incluyendo?—fingí estar ofendida

-Completamente—respondió ella sonriendo

-¡Que cruel!—le lance una almohada

-Oye…ya que estamos solas…--comenzó con ese tono que yo ya conocía

-¿Qué tienes en mente?

-¿Has entrado al cuarto de Nathan?—pregunto interesada

Me quede pensando, la única vez que entré, fue cuando lo encontré semidesnudo en su cama, pero salí tan rápido que no visualice nada—No, ahora que lo mencionas  nunca lo he hecho—respondí con sinceridad

" -¿Promesa? -Promesa"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora