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Avery
-Hey.- Dijo el castaño sentándose a mi lado en la acera de mi casa.- ¿Todo bien?
-Hola, todo bien.- Dije sonriendo, estaba esperando mi beso en mi mejilla, pero me dio nada, se debió haber olvidado.- ¿Que hiciste hoy?.- Pregunté cambiando y sacando el tema de mi cabeza.
-Tuve una cita con Nessa en el centro comercial.-Dijo Josh. Mi pecho empezó a doler, estaba helada.- Vamos, te quiero enseñar lo que compre hoy en la cita, bueno me lo compro Ness.- Me tomo de la mano y me llevó a su casa que estaba enfrente de la mía.
Me intente soltar e irme pero Josh me sostenía con fuerza, no entendía qué ¿Por que lo emocionaba esa?
-Mira siéntate aquí.- Dijo sentando me en su cama y él se puso enfrente mío.- ¡Taran!.- Dijo sacando unos lentes de realidad virtual.
Los lentes por lo que he estado ahorrando tres meses para comprárselo para su cumpleaños que es en una semana.
-Pongo mi celular aquí... ¡listo!.- Josh no podía ver ya que tenía los lentes gigantes puestos.
Momento que aproveché para tapar mi boca y empecé a soltar sollozos ahogados mientras el empezaba a moverse sin sentido.
-¡Mira! Mira lo que hago, ah no puedes ver, perdón soy tonto.- Dice riendo.
Después de un rato estoy acostada en su cama, él sigue con sus lentes de realidad virtual, pidiendo que por favor no se los quite. Me contaba de su cita mientras yo tapaba mi boca y mis lágrimas salían a más no poder. Estaba llorando desconsoladamente a su lado y él no lo notaba. No sentía mi tristeza. No me sentía a mi.
-Ese fue mi día, ¿Qué tal el tuyo? ¿Que hizo el día de hoy mi travieso ángel sin mi?.- Pregunto con una sonrisa. La sonrisa que tanto temo perder.
Hoy deseé ser Nessa.
-Nada, estoy pensando en escribir una canci...- me interrumpió-
-Oh, Nessa dijo que era lindo. Perdón es que me emocionó cada vez que lo recuerdo y lo digo en voz alta, pero sigue, Avery.- Dice el castaño.
Me levanté de golpe, pero con el cuidado de no hacer un escandaloso ruido.
-Me tengo que ir. Mamá me llama.- Salí de su habitación casi corriendo a mi casa.
Llegué a mi habitación a llorar. Rápidamente me puse su suéter y me encerré en el baño, con el cuidado que mi hermano no me escuche. Nunca lo hace, lo único que hace es jugar a los videojuegos ese idiota.
Me puse en la tina y empecé a llorar con una almohada en la mano, quería mi tiempo a solas. Apoye la almohada en la cabecera y me acosté.
Puse el ritmo que cree hace unos días en mi celular y empecé a cantar una de las cartas que escribo para mi misma.
I still remember
Third of December
Me in your sweater
You said it looked better
On me, than it did you
Only if you knew
How much I liked you
But I watch your eyes, as she
Walks by
What a sight for
Sore eyes
Brighter than a
Blue sky
Repito los versos unas veces más hasta dormirme en aquella fría tina.
-
Me levante por un sonido en la puerta. La tocaban con desesperación, me levanté y abrí la puerta, casi dormida.
-Hay alguien afuera te busca.- Mi hermano con sus audífonos y su control de play salió de mi habitación con desesperación a la suya cerrando su puerta de un portazo.
-Me arregle un poco el pelo y baje a la puerta encontrándome con un chico alto, pelo negro, por un momento pensé que era uno de los vampiros de crepúsculo.
-¿Hola?.- Dije saliendo a la entrada de mi casa donde estaba el chico, unos ojos azules que te quedabas helada al verlos.- Perdón ¿Te conozco?.
-Tu no, pero yo si. Me llamo Chase.- Dijo dándome la mano.
